CRY FOR ME [Twice x tu]

Capítulo 10: Reencuentro en la Cueva

Narra _____:

La práctica de ayer fue dura, pero dio sus frutos. Al menos ahora las chicas ya sabían defenderse un poco y no tendría que estar pendiente de ellas todo el tiempo. Las miré mientras aún seguían durmiendo, y una sonrisa se formó en mi rostro al ver lo tiernas que se veían. Lo bueno es que hoy pude dormir bien, sin ese sueño extraño con Elyndor.

Salí de la cueva y encendí una pequeña fogata para preparar un rico ramen antes de continuar nuestro viaje.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó Mina, acercándose aún adormilada. Iba a negar su ayuda, pero necesitaba agua.

—¿Podrías llenar esto con agua? —le pedí, entregándole una olla. Mina la tomó entre sus manos y comenzó a llenarla con agua que generaba de sus manos.

—¿Qué harás? —preguntó, entregándome la olla lista.

—Haré ramen. Necesitamos retomar energías para seguir, así que mejor un buen ramen —comenté mientras tocaba el agua directamente, aumentando su temperatura hasta que comenzó a hervir.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —la miré y, tras un momento de duda, asentí— ¿Cómo conoces tantas cosas acerca de las criaturas de estos sectores?

—Mis ancestros siempre fueron muy aventureros, determinados y tercos —respondí mientras revolvía el ramen y le echaba la salsa— Solían salir del distrito y embarcarse en aventuras, aunque no siempre regresaban ilesos, y algunos ni siquiera regresaban. Así que uno de ellos decidió escribir un libro donde explicaba cada una de las criaturas que conoció en su viaje.

—¿Te gusta mucho leer? —preguntó Mina.

—Solo me gusta leer cosas de mi distrito, mi elemento, o cosas que hayan escrito mis antepasados. Me parece interesante y útil —comenté mientras veía que el ramen ya estaba casi listo— Ya está listo el ramen —dije, levantándome— Iré a avisarles a las demás.

Mina asintió, y yo la miré una última vez antes de adentrarme en la cueva, donde algunas de las chicas ya estaban despiertas.

—La comida ya está lista —anuncié mientras me acercaba a mi mochila.

Las chicas se levantaron y se dirigieron hacia afuera. Mientras buscaba en mi mochila el libro sobre las criaturas que habitaban estos sectores, lo tomé entre mis manos, lo hojeé y luego lo cerré antes de salir de la cueva, donde las chicas ya estaban comiendo.

—Toma —le extendí el libro a Mina, quien, asombrada, lo tomó entre sus manos—Aquí está, por si quieres leerlo. Solo espero que lo cuides, ya que lleva años en nuestro distrito.

—Gracias —Mina dejó de comer y comenzó a hojear el libro.

—¿Qué es eso? —preguntó Jeongyeon mientras comía.

—Un libro que habla sobre las criaturas que hay en estos sectores desconocidos —respondió Mina, leyendo algunas páginas rápidamente.

—¿Hay más criaturas raras? —preguntó Chaeyoung, y yo asentí.