CRY FOR ME [Twice x tu]

Capítulo 8: La Llamada de Elyndor

Narra _____:

Abrí los ojos, parpadeando ante la repentina claridad que me rodeaba. Ya no estaba en la cueva donde nos habíamos refugiado, sino en un lugar misterioso y extraño. A mi alrededor, el paisaje estaba lleno de vida, luz y belleza. Parecía un lugar donde la naturaleza se fusionaba en una armoniosa mezcla de todos los elementos. Sentía la calidez del fuego, veía las olas del mar, los frondosos bosques y las ráfagas de viento en los altiplanos, como si todos los territorios elementales estuvieran representados aquí.

Me levanté lentamente, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda. Comencé a caminar, intentando encontrar a mis acompañantes del Distrito del Agua, pero no había rastro de ellas. Solo yo y este extraño y misterioso lugar. Solo esperaba que a mis compañeras no les hubiera pasado nada grave.

—¡Nayeon! ¡Sana! ¡Tzuyu! —grité el nombre de algunas de las chicas, mi voz resonando en la inmensidad— ¿Dónde están?

El silencio fue mi única respuesta. Decidí caminar hacia el lugar que parecía Pyrosia, pues en este momento era el lugar más seguro para mí. Cada paso que daba parecía llevarme más adentro de este paisaje infernal. De repente, una figura apareció ante mí. Un hombre de imponente presencia, con una cabellera que brillaba con llamas doradas y ojos que resplandecían con una intensidad cálida y apasionada.

—¿Quién eres? —pregunté, con la mano en la empuñadura de mi espada.

—¿No sabes quién soy? —habló el hombre mientras se acercaba a mí, decidido a hablar conmigo.

—¿Debería? —pregunté, y él sonrió mientras negaba con la cabeza.

—Soy Fyrion, el espíritu del fuego —respondió con voz profunda.

Fyrion dio un paso hacia mí, y automáticamente desenvainé mi espada, preparada para pelear.

—No tienes que pelear conmigo —dijo Fyrion con calma— Soy más poderoso que tú, te destruiría en un segundo.

—¿Qué quieres de mí? —pregunté asustada, retrocediendo.

—Fyrion, la idea no era asustarla —oí una voz detrás de mí, así que rápidamente me di la vuelta para enfrentarla—Tranquila hermosa, no te haré daño —comentó una mujer hermosa, cuya piel reflejaba la suavidad y el movimiento del agua, con un aura que ondulaba como olas alrededor de su cuerpo— Soy Aqualia, el espíritu del agua.

—Necesitamos tu ayuda, ____ —sentí otra voz dulce a mi lado, ya me estaba desesperando al ver tantas personas juntas.

Pude divisar a una mujer junto a un hombre. El hombre tenía extremidades fuertes y robustas, con tonos de verde y marrón que evocaban la naturaleza y la solidez de la tierra. La mujer tenía un porte ligero y vaporoso, con ropas que fluían como el viento y un halo de aire que circulaba constantemente.

—Somos Terran y Zephyrus, los espíritus de la tierra y el aire —habló el hombre con voz fuerte y profunda.

—Necesitamos tu ayuda, ____ —Aqualia se acercó a mí y tomó mi mano— Necesitamos que nos ayudes a derrotar al poderoso antes de que desate el caos —me miró con sus profundos ojos color azul.