Capítulo 0 Prólogo.

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Tanya El demonio de Hogwarts, Capítulo 0 Prólogo.

La señora Cole, la líder del personal del orfanato de Wool, en Londres, siempre decía que Cassandra White era una niña ingrata. A pesar de que la niña tenía un pasado triste, la señora Cole no mostraba empatía, ya que todos los niños en el orfanato tenían un pasado similar. Para ella, Cassandra no era especial y el personal del orfanato también había enfrentado dificultades en la vida. Así que no podía sentir compasión por la actitud malcriada de la niña.

Muchos podrían juzgar a la señora Cole por como trataba a la niña, pero hoy nuevamente se repitió lo de siempre no solo había estado gritando nuevamente mientras dormía, molestando al resto de niños que se quejaron en grupo con ella en el desayuno, también la mocosa había mojado la cama durante el alboroto, lo que obligó al personal a tomar tiempo para cambiar la ropa de cama y proporcionarle otra para dormir. Además, durante el desayuno, la niña vomitó, lo cual resultó en una situación incómoda, ya que el país estaba atravesando dificultades económicas y no había suficientes suministros. Aunque la niña tenía una nota médica que indicaba una condición gástrica, eso no era relevante en ese momento para la señora Cole, porque ella había participado en la preparación de la comida, que estaba según sus propias palabras deliciosa y, por tanto, solo era un intento de la niña para llamar la atención.

Para alguien como la señora Cole que había vivido casi cien años, que había experimentado épocas de guerra, bombardeos y hambre, llegando incluso a comer comida infestada de ratas o las mismas ratas para sobrevivir, donde sus noches de infancia transcurrieron en las abarrotadas redes de trenes de Londres, mientras se escondía de los bombardeos; donde tenía que mantenerse despierta por miedo a perder lo poco y nada que poseía, una niña como Cassandra, quien tenía asegurado un techo y no tenía que trabajar para sobrevivir, con tres comidas garantizadas al día, no merecía un castigo, sino el peor de todos. Cuando Cassandra se despertaba por la noche gritando, al día siguiente la hacían dormir sola en el frío ático, encima de una mesa de madera, para que valorara la comodidad de una cama. Y si además se orinaba en la cama, la hacían dormir desnuda, para que comprendiera el esfuerzo del personal del orfanato por mantenerle la ropa limpia para dormir. Para la señora Cole, el hambre era el mejor condimento, llegando al punto de obligarte a comer basura que bien conocía la señora Cole. Si Cassandra no apreciaba la comida que la señora Cole preparaba cuidadosamente personalmente para asegurarse de que los niños comieran bien, entonces la solución era simple: si vomitaba en el desayuno, no habría comida durante el resto del día; si vomitaba en el almuerzo, no habría pan con infusiones de hierbas para la cena; si vomitaba en la cena, no habría desayuno al día siguiente. Eso era lo normal para todos, excepto para Cassandra, quien a pesar de los mejores esfuerzos de la señora Cole, seguía reacia a comer como la gente. Por lo tanto, si la mocosa vomitaba en el desayuno, no habría comida durante el resto del día ni al día siguiente, así de simple.

En el orfanato de Wool, nadie mostraba afecto por Cassandra White. Era una triste realidad que el personal del descuidado orfanato se había cansado de limpiar vómitos y despertarse en medio de la noche para calmarla. Incluso se veían obligados a lavar nuevamente las sábanas y pijamas después de que ella no pudiera controlar su vejiga. Los demás niños también estaban hartos de ser despertados por los gritos de Cassandra todas las noches y de ser salpicados de vómito durante las comidas en las mesas abarrotadas. En resumen, nadie quería a Cassandra. No hablaban con ella, no jugaban con ella. Bueno, habría algunas excepciones, como el cruel juego de golpear a Cassandra, donde el que rompiera la rama más larga al golpearla ganaba, o el sádico juego de disparar a Cassandra, donde el ganador era aquel que lanzara una piedra desde más lejos, siempre y cuando impactara en Cassandra.

Cassandra White era naturalmente pequeña, no solo por ser una niña de siete años, sino por vomitar constantemente, sino por el ayuno de penitencia que le hacían hacer después de vomitar cualquier comida, tenía grandes ojeras debajo de los ojos, porque no dormía bien, su piel era Antinaturalmente blanca, porque siempre estaba escondida en las sombras, porque si la veían le lanzaban cosas, la golpeaban, era callada porque nadie le hablaba, porque nadie quería hablar con ella, como un monstruo, un fenómeno, como una criatura que no era humana ella lo sabía, había aprendido a saberlo y el resto de niños estaban felices de recordárselo.

El demonio de HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora