1.LÍA

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Lía se despertó temprano, como todos los días, con el sonido insistente de su alarma. Sus ojos se abrieron lentamente, aún pesados por la falta de sueño. A sus 20 años, había aprendido a manejar el cansancio con café y determinación. Vivía sola desde los 17, cuando sus padres decidieron irse a otro país y dejarla sola con su abuela quien era una persona longeva mas sin embargo muy enérgica, capas de hacer todo sin ayuda de nadie  y ágil en todo lo que hace aparte de ser muy sabia, honesta y amable.

El pequeño apartamento en el que vivía no era grande pero si acogedor. Las paredes estaban adornadas con fotografías de paisajes que había tomado en sus pocos momentos de ocio. Se preparó rápidamente, colocándose su uniforme de la cafetería y saliendo por la puerta con su mochila al hombro ¡BYE ABUELA! -dijo lía- ansiosa por empezar con su día.

La cafetería en la que trabajaba era un lugar agradable, con el aroma del café recién hecho impregnando el aire. Lía disfrutaba del trabajo matutino; había algo reconfortante en la rutina de preparar bebidas y servir a los clientes habituales, muchos de los cuales la conocían por su nombre y siempre le ofrecían una sonrisa amistosa.

"Buenos días, Lía", saludó el señor Martínez, un cliente regular, mientras ella le servía su café negro."Buenos días, señor Martínez", respondió Lía con una sonrisa, sintiendo un breve destello de calidez en medio de su ajetreado día.

Después de su turno en la cafetería, Lía se dirigía a la universidad. Estudiaba Administración de Empresas y soñaba con abrir su propio negocio algún día. Las clases eran intensas, pero ella se mantenía concentrada, tomando notas y participando activamente en las discusiones. Su esfuerzo no pasaba desapercibido; sus profesores la admiraban por su dedicación y sus compañeros la respetaban.

Al caer la noche, Lía se dirigía al bar. Este trabajo era más desafiante, con la música alta y los clientes a menudo exigentes. Pero Lía lo manejaba con gracia, sirviendo bebidas y manejando situaciones difíciles con una sonrisa profesional. En el bar, la atmósfera era diferente; había un aire de misterio y emoción que, aunque agotador, también era estimulante.

Cada noche, mientras servía tragos y limpiaba mesas, pensaba en sus metas y en todo lo que había sacrificado para llegar hasta aquí. Sus dos trabajos eran necesarios para pagar sus estudios y mantener su independencia. Vivir sin sus padres desde los 17 no había sido fácil, pero había aprendido a ser fuerte y autosuficiente.

A pesar del cansancio, Lía nunca dejaba que su espíritu decayera. Soñaba con un futuro mejor y estaba dispuesta a trabajar duro para conseguirlo. Se prometía a sí misma que, algún día, todo este esfuerzo valdría la pena y que cada lagrima que derramara se con vertería en un triunfo.

Al finalizar su turno en el bar, Lía se dirigió a casa, agotada pero satisfecha. Mientras se preparaba para dormir.

Lo que Lía no sabía era que su rutina estaba a punto de cambiar. Algo, o más bien alguien, estaba a punto de entrar en su vida y transformar todo lo que conocía. Pero por ahora, se acurrucó en su cama, dejando que el sueño la envolviera, ajena a las sorpresas que el destino le tenía preparadas.

THE HORROR LOVE ( EL AMOR DE TERROR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora