07 - Deception

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Julieta Costa

Tartamudee unos segundos sin saber que decir.—¿Qué? ¿En serio?

Este asintió sutilmente.—Yo realmente no me quiero meter, pero sentía que debía contártelo.

Tenía la boca entreabierta de la sorpresa, no sabía como reaccionar. Kai me había acabado de mentir, y no él, si no que casi todos sus compañeros habían congeniado a su favor.

—Gracias por decirme, João. Nos vemos.—Dije de manera breve y salí a paso apresurado del bar.

Me subí a mi coche y lo encendí, poniéndome en marcha hacia mi casa. Esto me había dejado con un nudo en el estómago y un mal sabor de boca.

Mi cabeza iba a mil por hora, pensando en donde realmente estaba Kai, ¿Por qué me iba a mentir sobre su paradero?

Pare en un semaforo en rojo y aproveche para inhalar y exhalar el aire que entraba por la ventana. Cuando vi lo menos pensado.

Mis ojos se ensancharon al instante junto con una picazón en ellos, mi estómago se revolvió y mi corazón se partió en mil pedazos.

No, no, no es real esto, no es posible, él no sería capaz de hacerme esto.

El semaforo ya había cambiado de color, pero yo no avance, me quede inmóvil, sin saber que hacer, aún menos cuando visualice la escena de los dos agarrados de la mano y actuando como una pareja.

Estaba viendo como mi marido me estaba siendo infiel con MI PROPIA AMIGA, y encima sin descaro alguno, caminando con normalidad en el asfalto de Londres.

Sentía como mi estómago se revolvió y un nudo se instalaba en mi garganta, todo mi cuerpo comenzaba a temblar por el impacto que me había producido ver esa escena.

Mi corazón se estrujo demasiado, no podía creerlo aún cuando lo estaba viendo con mis propios ojos.

No iba a pensarlo más, salí del auto decidida a hacer una sola cosa: Enfrentar la realidad.

Contuve todas mis lágrimas para no parecer una completa estúpida a la hora de tenerlo en frente. Camine a pasos firmes, a pesar de que cada vez me temblaban más las piernas, cruce la ancha calle hasta quedar enfrentados a ellos.

—¿Qué es esto?—Dije con firmeza mientras los miraba a ambos.

Julieta—Dijo Kai sorprendido, soltando al instante la mano de Irene.—¿Qué haces aquí?

—¿Qué hacen USTEDES acá?—. Retruque de manera seria.

Una expresión de vergüenza inexplicable se apoderó de los rostros de Kai e Irene, esto solo reforzaba la única idea que tenía.

Amor, no es lo que crees—. Dijo Kai con la voz temblorosa.

Ah no, no, claro.—Dije de manera sarcastica.—¿Entonces que mierda es?

Un silencio abrupto se apoderó de la situación, viendo la cara de vergüenza que aparecía en ambos, pero a la vez siendo tan descarados.

Sentía unas mezclas de emociones en mi cuerpo, me sentía débil y traicionada, pero no podía demostrarlo, al menos no en ese momento.

Julieta, solo escúchame un segundo.—Se acercó a mi tratando de agarrarme.

No me toques.—Puse mis manos en su pecho y lo empuje, las lagrimas ya amenazaban por salir.—ESTO ES INDEFENDIBLE, KAI, ¿CÓMO SON CAPACES DE HACERME ESTO?

THE LOSER ; João Félix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora