–Su majestad, la diosa Hera esta aquí.
Informó Cora algo agitada.
–Quédate aquí, no hagas ni un solo ruido.
Ordenó para salir de la habitación. Los gritos de la diosa retumbaban por el lugar y sus intenciones de encontrarme salían a flote. Mi miedo aumentaba con cada segundo y la soledad que rondaba la habitación no ayudaba en mucho. Las cálidas sábanas eran mi único refugio. Refugio al cual me aferre lleno de terror.
–¡Hera!
Exclamó el dios al ver como la diosa intentaba abrir la puerta. Mis nervios aumentaron convirtiéndose en ansiedad. Mi cuerpo seempwzo a mover solo creando un terremoto sin fin.
–El trabaja para mi. No puedes esconderlo aquí.
Se quejó.
–Él no está aquí. Ya te lo dije.
Dijo el contrario.
–Entonces déjame pasar. No tienes nada que perder Apolo.
Hablo con enojo.
–Este es mi hogar y no permitire que lo destruyas por que se te antoja.
Solto. Sus palabras resonaban en mi oído y luchaban contra mi cordura. Mi cuerpo seguia temblando y mi mirada se volvía borrosa. El miedo me consumía y mi deseo de ser libre se volvía más lejano. Aunque pronto la puerta se abrió. No se quien demonios entró.
–No vuelvas a tocar lo qué me pertenece.
Escuche. Esa horrible voz. ¿Por que él?
–Apolo...
Murmuré al distinguir su cabello rubio. Su cuerpo acorralado contra una pared luchaba por liberarse. Aunque nada podía hacer ante el fuerte agarre de Ares. Al mirar hacia arriba la figura imponente de Hera me sostenía. Haciendo que mi lagrimas incrementaran. Y con ellas perdiera mis fuerzas cayendo dormido en los brazos de la diosa.
...
Al abrir lo ojos la señora Electra me atendía con seriedad.
–No debiste haber huido. Tu deber es seguir las órdenes de Hera.
Habló. Al ver su rostro detenidamente note varios moretones en distintas partes de sus cuerpos. Ya no había rastro de esa sonrisa que antes me dedicaba. Solo el rencor la rodeaba. Su aura se había vuelto oscura.
–De hecho, tienes mucha suerte. Ahora que estas embarazado no tendras que trabajar. Incluso estarás todo el día sentado al lado de nuestra diosa.
¿Que acaba de decir?
–Eso es imposible, soy un hombre.
Me limite a decir sin mirar su rostro.
–Sí, lo eres, pero te acostaste con un dios. Además deberías estar feliz. Dormiste durante días y Ares no se alejo de ti ni un solo segundo.
Dijo con una sonrisa burlona. De inmediato las primeras lagrimas se asomaron. ¿Debía alegrarme de que ese pecador hubiera estado conmigo? ¿Debería alegrarme de esperar un hijo de ese imbécil?
–Calix.
Saludo la diosa entrando con una sonrisa. Se acercó y limpio mis lagrimas con cuidado. Mi cuerpo se estremeció ante el contacto.
–Electra, ¿como esta mi nieto?
Preguntó acariciando mi vientre. ¿Cómo se atreve? Todo lo que paso es su culpa. Ella me entrego en bandeja de plata por un miedo estúpido y ahora se atreve a hablarme como si nada hubiese pasado.
–Está muy bien mi señora.
Respondió con la cabeza agachada.
–Ahora perteneces a la familia.
Dijo mirándome con dulzura. Dulzura que no pude corresponder. Mi ojos solo reflejaban odio y frustración. Mi único deseo era que mi tormento acabará. Mi único deseo era morir. Aunque ahora no estaba solo. No podía simplemente suicidarme. Pues el bebé en mi vientre sufriría.
¿Por que me preocupo por el? No es como si yo hubiera querido tenerlo. Pero, el no tiene la culpa de la elección de Ares. Él no tiene la culpa de la lujuria de los dioses. Tan solo es un pequeño bebé que va a necesitar a su madre en este mundo lleno de lobos hambrientos.
–Lamentablemente tengo que irme, pero Ares vendrá verte pronto.
Como si eso me tranquilizara. Lo último que quiero es verlo. Solo quiero escapar de este asqueroso lugar. Crear una vida lejos de aquí. Una vida junto al bebé que llevo en mi vientre.
–Mi hijo....
Murmuré en cuanto las mujeres salieron. Lo protegería de todos los malditos que intentarán dañarnos.
...
Pronto la puerta se abrió. Aunque caso omiso le hice. Mi cuerpo recostado de lado permaneció así y aún más al notar la tenebrosa presencia del dios.
–Escuche que despertaste...
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La Obsesión de los Dioses...κύλιξ
Romance¿Que hacer si los dioses te piden como ofrenda?... ¿Que hacer si tu padre te vende a cambio de redimir sus pecados?... ¿Que hacer si se obsesionan contigo? Su padre, considerado un pecador desde su nacimiento, tratara de redimirse. Los dioses estar...