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— Vaya, ¿la medalla de fundación?

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— Vaya, ¿la medalla de fundación?

—¡Sip! ¡El Palacio Imperial envió a alguien a la tienda de ropa!

Cada año, el día de su fundación, el Emperador confiere una medalla. Depende del Emperador a quién se le dará la medalla. Algunos de los sucesivos emperadores entregaron medallas a su hijo, el príncipe. También se varió el contenido de la medalla. En algunos casos, entregado a la gente, y en algunos casos, uno de los parientes reales recibió una gran recompensa.

— Hice ropa lista para usar para mejorar la salud del pueblo...

Todavía no podía creerlo, murmuró y pellizcó mi mejilla.

— ¡Papá es el mejor!

Besé la mejilla de mi papá y lo hice más feliz. De hecho, ya lo sabía. El hecho de que el destinatario de la Medalla de Fundación de este año sea mi padre. Fue porque el emperador Jovanes ya le había transmitido sus intenciones a mi abuelo hace tres meses, y Clerivian me lo había dicho.

No le escribí a Pherez diciéndole que lo veré tarde o temprano. Además, se esperaba que el banquete de este año fuera aún más especial. Clerivian trajo la noticia de que la familia representante, que presidía cada área, había llegado a la capital para asistir al banquete. El sur con Sussew, el Este con Luman, el Oeste con Huxley y el Norte con los Ivan. De todos los banquetes imperiales que se han celebrado en las últimas décadas, ¿hubo algún banquete tan magnífico como este y al que asistieron muchos invitados valiosos?

— ¿Por qué recién me dijeron que asistiera al banquete si es en tres días? ¿Qué debería preparar?

Mi padre todavía está murmurando y eligiendo mi ropa primero.No soy yo, sino mi padre quién gana el premio.

— ¡Voy a usar la ropa de la tienda de ropa de Gallahan!

Mi padre se sorprendió por lo que grité y abrió mucho los ojos.

— Pero, Tia. La ropa de la tienda...

Mi padre guardó silencio durante un rato.

— Es un poco inadecuado usarlo en el Banquete del Palacio Imperial ... ¿Qué tal si usamos la ropa que la tía Shananet nos dio como regalo esta vez?

Parecía que le preocupaba que se burlaran de mí después de ir al palacio imperial con ropa lista para usar.En cierto modo, era una preocupación era natural. La ropa confeccionada era la ropa de la gente común.

Lo noté al ver a mi padre recibir una medalla por hacer ropa confeccionada para ellos, que siempre estaban desnudos y con frío.

Pero no pudo resistir mi terquedad.

— ¡Voy a usar la ropa que hizo mi papá!

— Tia ...

Mi padre me abrazó con fuerza.

Seré la Matriarca en Esta Vida | NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora