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—...¿Padre?

Pude ver a un hombre de cabello castaño de veintitantos años leyendo un libro.

—... Padre-, no ... ¿Papá?

Los ojos verdes que se parecían a los míos me miraron.

— ¿Qué pasa, Tia?

Nota de la Traductora (N/T): El diminutivo o nombre abreviado de cariño con el cual llaman a Florentia es Tia.

Cuando escuché la voz que había recordado claramente, se me puso la piel de gallina en los brazos.

¿Esto es real?

El olor a libros y el ambiente de la biblioteca eran demasiado claros para ser considerados un mero recuerdo antes de morir.

Traté de averiguar la situación parpadeando varias veces.

¿Por qué de repente estoy parada en la biblioteca de la mansión, cuando en cambio había estado esperando mi muerte debido a que me atropelló un carruaje? ¿Por qué la estantería es tan grande y por qué el escritorio es tan alto?

— ¿Tia?

¿Cuándo fue la última vez que alguien me llamó con tanto cariño? Sentí que estaba a punto de llorar cuando miré los familiares ojos verdes.

Mi padre era el joven que recordaba en mis recuerdos.

— Tia, ¿estás bien?

No sé qué diablos estaba pasando, pero primero necesito salir de este lugar.

— Espera un minuto. ¿Puedo ir a mi habitación?

Mi padre, que había inclinado la cabeza, asintió con la cabeza mientras cerraba los ojos con alivio.

— Sí, puedes. ¿Quieres que vaya contigo?

— ¡N-no! ¡Puedo ir sola!

— Ja ja. Estás más enérgica hoy. Entonces, ve con cuidado.

— Sí. Vuelvo enseguida. ¡Quédate aquí un momento!

Diciendo eso comencé a correr.

Mientras miraba a mi alrededor en la biblioteca mientras corría, parecía haber conservado su aspecto antiguo.

Era la apariencia que había estado allí antes de que me convirtiera en bibliotecaria y la cambiara de manera eficiente.

¡Es extraño! ¡Muy extraño!

Mientras salía corriendo de la biblioteca, un pasillo familiar pero desconocido me recibió. Mi habitación estaba demasiado lejos, así que entré en una habitación al azar cuando la puerta estaba abierta.

La habitación con una cama individual y muebles sencillos parecía que no pertenecía a nadie.

Pensé que era la habitación de invitados, pero eso no era importante en este momento.

Seré la Matriarca en Esta Vida | NovelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora