Cuatro 2/2

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Descripción de parto
Groserías
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31 de diciembre

A una persona normal la despertarían cantando Las Mañanitas, pero a Roger le tocó soportar a un montón de bastardos dándole almohadazos para despertarlo. Cuando lo consiguieron, se empezaron a reír como un grupo de mocosos que habían hecho una pijama.

Luego de recibir un montón de: "feliz cumpleaños", Roger y los responsables de la reciente broma salieron para continuar su día normal, acordaron que comerían el pastel durante la fiesta, solo para que hubiera más comida.
El brazo de Roger fue atrapado por otro más pequeño, el de Rayleigh, quien lo veía de manera cariñosa. Roger le devolvió aquella sonrisa y ambos compartieron un pequeño beso, que aunque durara poco, estaba cargado de amor.

–Te amo, Roger, feliz cumpleaños–. Dijo Rayleigh manteniendo sus ojos en los del hombre más alto. –Yo igual, Ray–. Respondió Roger para volver a sellar ambas bocas. Los de la tripulación sólo respondieron con un "Ewww" y algunos "¡vayan a una habitación!"de parte de sus nakamas.

Los piratas de Shirohige no se quedaron atrás y también empezaron a felicitar a Roger y a bromear con su edad; las tripulaciones convivían de forma agradable, ambos capitanes se habían retirado para hablar y ponerse al día con todo lo demás, mientras que el resto se había quedado en la cubierta del navío que pertenecía a Barbablanca: el Moby Dick.





Entonces el caos se desató.



Un fuerte grito hizo que el mundo se detuviera, todos buscaron al dueño de aquel sonido hasta que dieron con él: Rayleigh que estaba de pie cerca de la barandilla había dejado caer su bebida al suelo, el cual se ensució pero lo hizo aún más cuando un líquido rojo empezó a deslizarse por las piernas del rubio.

Había roto fuente.

Todo mundo dejó lo que hacía, ¿qué demonios se suponía que tenían que hacer? ¡Eran piratas, no parteras!

Trasladaron a Rayleigh a la enfermería del Oro Jackson, en donde Crocus comenzó a tratarlo. La voz corrió rápidamente, llegando a los oídos de Roger y de Newgate, quienes se apresuraron hacia el legendario navío.

Dentro de la enfermería estaban Rayleigh, Crocus, Roger y dos enfermeras.

–Ok, Ray, esto es lo que haremos: contaré hasta tres y tú vas a empezar a pujar durante unos diez segundos, ¿bien?– le instruyó Crocus y el rubio solo asintió.

–¡¿Yo qué tengo que hacer?!- exclamó Roger.

-¡Sostén su mano!- dijo una enfermera. -¡Dile cosas bonitas!-habló otra.

–¡Sácame a este mocoso YA!– Gritó Rayleigh.

" 1, 2, 3 ¡puja! " decía Crocus, mientras volvía a contar esta vez hasta diez; en eso Rayleigh no paraba de apretar mano de Roger con una fuerza bestial, causando los fuertes quejidos de dolor de su compañero. Se habían quedado sin toallas y una enfermera mandó a alguien a que consiguiera más; cualquiera que estuviese afuera podría jurar que los gritos de Ray los perseguirían hasta el día de sus muertes.

Un fuerte llanto dio por finalizado el sufrimiento de muchos, fueron exactamente 17 horas de gritos.

–12:02 am... sin duda es único como un D- dijo Crocus, mientras limpiaba un poco al bebé que lloraba. –Roger, ven, corta el cordón–. El pelinegro hizo lo que se le había pedido, claro, con ayuda de una enfermera.

–Es un varón, sano y con pulmones fuertes–. Dijo llevando al bebé hacia los brazos de su mamá.

Ambos padres veían al bebé, el cual estaba rojo y con algunas lagrimitas en un pequeño y arrugado rostro.

–Es feo– dijo Roger ganándose un golpecito. –Se parece al mismo Shanks–.
Los dos rieron al recordar cuando encontraron al bebé pelirrojo en un cofre del tesoro.

–Y bien, ¿cómo se va a llamar mi querido sobrino?– preguntó Crocus con una tablilla en la mano.

–Ace, Gol D. Ace– dijeron ambos, orgullosos del nombre de su nuevo dolor de cabeza, su hijo. Una cámara captó la imagen de los dos padres abrazando a su bebé, el que portaba la cámara era Gaban, todos lo miraron exaltados, pues no se dieron cuenta cuándo entró a la sala.

–Awwww, les daré una copia a Shanks y a Buggy. Qué adorable, ¿no?– se excusó Gaban.

Ace era un encanto, más cuando se quedó dormido con el dedo de Roger entre sus pequeñas manos.
Nadie creería que esa bolita de azúcar había decidido interrumpir el cumpleaños de su padre de una manera extraordinaria, bueno, ahora Rayleigh podía burlarse de la edad de las dos personas que más amaba cada que cumplieran años.

La celebración fue aplazada, claro, todos felicitaron a Roger por ponerse más viejo y a Rayleigh por dar a luz a esa criatura que desde ahora llevaría una D en su nombre. Al final los Piratas de Barbablanca no pudieron ver al nene recién nacido, solo dos enfermeras tuvieron ese privilegio; tuvieron que irse al día siguiente por una reciente amenaza a uno de sus territorios, dejaron algunos regalos y se fueron.

Ah, casi lo olvido, Oden hizo un berrinche para que Barbablanca lo dejara irse con Roger, al ver que ambos le insistían, Newgate no tuvo de otra.

¿Qué deparará el futuro para esa tripulación de ahora en adelante?

¡Lo veremos pronto!

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YA NACIÓ ACEY *grito de águila*

Decidí no poner a Shanks y Buggy como niños acá (se me olvidó que en la historia original sí conocieron a Oden) así que tómenlo como que ellos ya se fueron a la verga a hacer sus tripulaciones :)

Hagan la tarea, coman vegetales y si quieten hagan travesuras.

♡¡Gracias por leer!♡

Te quiero, papá. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora