Te quiero, papá.

Nueve

Tras un tiempo vagando por el mar, la tripulación llega a un momento en el que Ace cumple sus ocho años y Sabo los seis; Ace se caracteriza por ser realmente inquieto e impaciente, mientras que a Sabo sólo le gusta leer y beber leche de chocolate.

Los padres de los chicos, Roger y Rayleigh, habían llegado a un acuerdo: "los niños no deberían de estar tanto tiempo rodeados de madera y bastardos borrachos" .Así que se aseguraban de que cada cierto tiempo debían de atracar en una isla para que los muchachos tuvieran más 'variedad' en sus rutinas.

Gracias a eso, ahora nos encontramos en una isla del Nuevo Mundo, era demasiado común y con gente común como para que surgieran problemas tan rápido, había muy pocos marines, ya que la isla tenía sus propios policías.

—Muy bien, chicos, su tío Gaban los va a acompañar esta vez. Así que háganle caso, ¿de acuerdo?— Rayleigh recibió un asentimiento de sus dos hijos y una sonrisa de parte de Gaban. Vio como los tres se iban hacia la isla para explorarla un poco y ver si encontraban algo interesante.

—¿Crees que se metan en problemas?— Preguntó Rayleigh. —Nah, Gaban los acompaña, ¿qué podría pasar, hmm?—le respondió Roger.

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Después de algunas actividades divertidas, como visitar un zoo y comer helado, Gaban decidió que necesitaba un descanso y llevó a Ace y a Sabo a unos juegos para niños que había cerca de la costa; el adulto se sentó y vigilaba a los muchachos, pero por sus gafas oscuras nadie podía saber si estaba viéndolos o si se había quedado dormido.

Yendo devuelta a los chicos, Sabo se subió a un columpio y Ace fue hacía la casita que había cerca de los toboganes, allí escuchó unos leves sollozos y eso lo instó a acercarse más. Dentro de la casita, sentado en una de las esquinas, estaba un chico de la misma edad que Ace, tenía el pelo azul y una especie de antifaz en la cara, el chico no paraba de llorar y el encontrarse con Ace mirándolo solo hizo que sus lágrimas aumentaran. Ace, en un intento de calmar al chico, se sentó a su lado para descubrir el por qué de su llanto.

—Oye, oye, oye, ¿por qué lloras?—habló Ace.

El chico sorbió su nariz y miró al pecoso, pero no respondió, así que Ace intentó otra cosa. ‐—Mmmm, ¿cómo te llamas?—. —Deuce...— respondió el chico peliazul.

—Bien, Deuce, ¿qué haces solo acá? ¿No tienes amigos?— Deuce negó ante la pregunta.

—¡Vaya, debe de ser triste! ¿Quieres jugar con mi hermano y conmigo? ¡Ah, casi lo olvido! Me llamo Ace—.

Deuce miraba con los ojos muy abiertos al niño con pecas que entusiasmado le había invitado a jugar, después de un momento, Deuce le contestó: "Claro, creo que me gustaría..."

A Ace se le iluminaron los ojos, ansioso por haber hecho un amigo, tomó a Deuce del brazo y lo llevó con Sabo para que pudieran jugar a "Piratas vs Marines". Los niños se estaban divirtiendo mucho, se ensuciaron un poco, pero ni siquiera les importó. Gaban se dio cuenta de que llegarían tarde a la cena y llamó a los mocosos, pero se sorprendió al ver que ya no eran dos, sino tres.

—Oh, hola, amigo. Eeh... ¿dónde están tus padres?— Gaban miró a su alrededor y no había ningún otro adulto cerca del parque de juegos. —Ellos vinieron y me dejaron en esta isla... yo vine por mi cuenta hasta este parque, señor...—.

Al mayor se le rompió el corazón al escuchar las palabras que el niño decía con dolor y labios temblorosos, ¿ahora qué debía de hacer? ¿Llevarlo al barco? Rayleigh lo iba a hacer picadillo, pero él mismo había visto los orfanatos de la isla, eran una completa mierda.

—¡Tío Gaban!, ¿puede Deuce venir a cenar con nosotros?—preguntó Sabo.

—Sunpongo que está bien, vamos entonces.—

Los cuatro se encaminaron hacia el navío, al llegar la gran mayoría se sorprendió por la llegada de más de tres personas.

—¡Diablos! ¿De dónde salió esa cría?– Roger rompió el silencio. "Prefiero que lo hablemos después " dijo Gaban.

Durante la cena los tres niños se habian sentado juntos, bromeando y comiendo con tranquilidad. Roger, Rayleigh y Gaban estaban afuera de la cocina, hablando cerca de la barandilla del Oro Jackson. Gaban explicó la situación del chico, y negó totalmente la idea de devolverlo a sus padres o buscar un orfanato.

—Bueno, entonces adoptalo, Gaban.– Dijo Roger con calma.

—¡¿Qué?! ¡¿Acaso me ves con cara de "quiero ser papá"?!—

—Pues si yo fuera tu, lo adoptaría. Además, se ve feliz junto a los muchachos. –dijo refiriéndose a Sabo y a Ace.

—¡Oh, esperen! Creo que ya no hay más leche en la nevera... ¡iré a comprar!— Gaban trató de escaparse, pero Rayleigh lo tomó de la camisa,—No seas cruel, Gaban. El chico solo quiere a alguien que lo ame y que él pueda amar—, Roger asintió en defensa del rubio; —Ok, ok, ¡denme algún consejo!—

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Al final del día, se decidió que los muchachos durmieran en la misma habitación, Gaban tuvo que pagar 1,000 berries de espacio para agrandar el cuarto, por supuesto, nunca se quejó ni protestó al entregar el dinero, ¿quién lo haría? Todo sea por su hijito, Deuce, el cual se tomó muy alegremente la idea de que Gaban fuera su papá de hoy en adelante.

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¡HOLA!

El Oro Jackson se está llenando de babys.

¡Denle la bienvenida a Scopper Deuce!

♡¡Gracias por leer!♡

¡Denle la bienvenida a Scopper Deuce!