Te quiero, papá.

Tres

Síntomas del embarazo
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■Segundo trimestre■

En el segundo trimestre de Rayleigh las cosas se habían vuelto más alocadas que de costumbre, si bien ya casi no tenía náuseas, ahora había empezado lo que todos temían: los antojos.

No era ventajoso tener una tripulación llena de bárbaros, un D y ahora un embarazado; la despensa debía ser llenada el doble (que de por sí era bastante) para poder zarpar de nuevo sin saber cuándo volverían a tocar tierra.

-Rogeeeer- dijo Rayleigh despertando a su amante. -¡Estoy despierto!- exclamó Roger algo exaltado.

- Tengo antojo de camarones con leche.

Roger asintió y se encaminó a la cocina para buscar lo que se le había pedido; no era la primera vez que Rayleigh pedía eso, así que solo tenía que buscarlo en la nevera y calentarlo. Eso hizo y luego fue al cuarto para darle el plato a Rayleigh.

-¡Comida, comida, comida! ¡Dame, dame, dame!- Ray le arrebató el plato a Roger y empezó a devorar su contenido como si nunca hubiera comido en toda su vida. Roger sólo lo veía, un poco asqueado, pero él sabía que él también sería capaz de comerlo. A la siguiente noche se volvió a repetir.

-Amor, quiero fresas con vinagre-.

-Ya voy, cariño-.

Sin duda era una de las cosas más asquerosas que había olído en toda su vida. Tuvieron que hacer una limpieza profunda al día siguiente para sacar todo el olor a vinagre, pero Rayleigh parecía que no se inmutaba, solo estaba observando como todos se movían de aquí para allá como si estuviera viendo un partido de tenis, al mismo tiempo estaba comiendo plátanos en un bol con leche... eso era un poco más normal que todo lo anterior, ya que suelen hacer purés justo así.

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Rayleigh no llevaba su característica camisa abierta, había optado el usarlas cerradas, ya que sus pechos se habían vuelto más sensibles y el clima inusual del Nuevo Mundo no ayudaba en nada.
Ya tenía alrededor 5 meses de embarazo y su pancita se había vuelto más notoria, todos querían tocar su panza pero eso también influyó en su nuevo gusto por las camisas.

Ahora mismo Rayleigh está sentado mirando en dirección al mar.

Gaban se sentó a su lado.

-¿Ya pensaron en un nombre?- preguntó el pelinegro.

-Roger me ha dado algunas opciones, Ace si es niño, Ann si es niña..

-¿Ace? ¿Cómo su espada? Sí que es creativo...-comentó Gaban.

-¿Tú qué opinas?-habló Rayleigh.

-Pues sinceramente creí que lo llamaría Shanks 2... o quizás Buggy 2-.

Rayleigh rió con fuerza.

Quizá con demasiada, pues justamente el Mr. Momora había gritado "¡Marines!". Roger salió del interior del castillo de proa como un diablo, nunca se le veía tan preocupado por los marines...

A no ser que fuera....

Todos reconocerían ese maldito barco, a kilómetros se darían cuenta de quién estaba a bordo de él, Monkey D. Garp, "Garp el Puño" para los demás, pero para Roger era "papá".

Ni siquiera le dieron permiso para abordar, así fueron siempre las visitas de su padre, solo se limitó a darle un "puño de amor" a Roger y a llamarlo "mocoso". Normalmente golpearía a cualquier alma en desgracia que estuviera cerca de Roger en ese momento, pero al buscar con la mirada lo único que encontró fue a una dama... ¡¿una dama?! Garp limpió sus ojos y volvió a mirar, no era una señorita, solo era Rayleigh...

-¡¿Rayleigh?!- exclamó Garp al notar la panza del primer oficial de la banda de su hijo.

-Hola, Garp-san - saludó Ray.

-Estás muy... diferente...¿qué diablos te pasó?- preguntó el hombre con sombrero de perro.

Rayleigh solo señaló a Roger sin haberlo pensado, para cuando se dio cuenta, probablemente Roger ya no podría conocer a su bebé.

Ahí estaba, el Rey de los Piratas, tirado en el suelo con un chichón del tamaño de una manzana, cortesía del marine.

Podría ser el hombre más bravo de todos los Blues, pero nunca se salvaría de un buen sermón de su padre.

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No sé qué poner aquí XD

Ya casi estamos conociendo a la bendi!

* bailecito seductor y feliz*

♡¡Gracias por leer!♡