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Iruka estaba preparando el desayuno en la pequeña cocina de Sasuke mientras pensaba en la apariencia de Naruto.

Había pasado a la habitación de Sasuke para ver como ambos menores dormían y con solo una mirada se dio cuenta de los cambios que había en su rubio alumno... bueno alumna.

Cuerpo menudo, caderas un poco definidas, y manos delicadas.

No había dudas, Naruto era mujer y su instinto de protección  se levanto al pensar en todo lo malo que le había pasado en esos años.

El mundo ninja, por mas igualitario que pareciese aun era cruel con las kunoichis, solo las más fuertes de estas llegaban a hacerse un nombre en el mundo shinobi.

Los ejemplos más claros de estos eran Tsunate Senju, la sanin de las babosas, Anko Mitarashi y un par de Ambus que se habían ganado el respeto de la aldea, junto a Kurenai.

Así que sus preocupaciones no estaban infundadas, Kakashi había salido no hace mucho en busca de víveres e implementos de higiene femenina para Naruto.

Cosas que el tuvo que escribir en una hoja por que el mayor no sabia ni de lo que estaba hablando.

El por su parte uso los escasos condimentos y víveres de la cocina para tratar de hacer un desayuno simple.

Mientras estaba perdido en sus pensamientos, Sasuke se despertó y noto con la rubia estaba enredado sobre el como si se tratase de un pulpo.

Usualmente la hubiese empujado dado que le molestaba el contacto físico, pero con los últimos acontecimientos el simplemente no tenía ganas de nada.

Mientras miraba al techo, estaba recordando las palabras del tercero, su hermano había asesinado a su clan por órdenes de él, aun que este molesto debía de admitir que su clan tuvo la culpa inicial al querer hacer una rebelión, pero por otro lado la rebelión no habría sido planificada, si tan solo se les hubiese tratado con dignidad en un comienzo.

Ahora que estaba más calmado y pensaba sobre el tema, había ciertas cosas que no tenían sentido o bien no concordaban con sus recuerdos, era que le pida más información al tercero antes de hecharlo de su casa.

Con un suspiro comenzó a removerá tratando de liberarse del fuerte abrazo de Naruto, con esfuerzo logro zafarse y poner una almohada en su lugar.

Salió de su habitación y camino hasta la cocina para prepararse algo cuando vio a Iruka poniendo los platos en la sala.

- Iruka sensei? Que hace aquí? - pregunto

-buenos días Sasuke, jeje perdona la intromisión, pero Kakashi me trajo, el... bueno me contó sobre, la condición de Naruto - explicó el castaño

- oh, supongo que quiere ayuda con los problemas de chica del sobe, Kakashi no parece saber ni que está haciendo la mayor parte del tiempo

Sasuke resoplo y se fue a sentar en la sala mientras Iruka le extendía un plato con huevo revueltos y pan tostado.

Al poco rato Kakashi llego con una bolsa de compras y los saludo con su ojito feliz mientras dejaba las cosas en la mesa.

-que es todo eso Kakashi? - pregunto Iruka

-no sabia que talla de toallas era Naruto, así que me traje uno de cada uno y esta cosas que la dueña de la venta me dijo que usaban para las misiones - explico el enmascarado mostrando las diversas bolsas de toallas

- pensé que solo venían de un modelo -observo Sasuke - acaso de dividen por talla?... tal vez por eso las que compre no le hacían bien, siempre terminaba marchándose

Iruka se palmero la frente y respiro hondamente para calmarse, en efecto Naruto necesitaba ayuda experta si quería sobrevivir a la adolescencia como una mujer.

Los problemas de una kunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora