Capítulo 6

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El resto de clases extraescolares pasaron demasiado lento, no podía concentrarme, solo pensaba en este extraño admirador mío y lo que les hizo a esas chicas y en la "otra sorpresa" que me esperaba en mi casa.

Nada más sonó el timbre que daba fin a las clases, cogí mis cosas y salí corriendo, dirección a la parada del bus, sin mirar atrás ni esperar a nadie. ¿Qué "sorpresa" habrá preparado este chico? ¿Ha sido él quien a matado a esas chicas? ¿estaría tan loco como para hacer eso? Todas estas preguntas rondaron mi cabeza, haciendo que casi perdiera mi parada.

Entré a casa lo más rápido que pude, buscando por todas partes esta "sorpresa". Entré a mi habitación y lo vi, en mi cama había un ramo de rosas, como la rosa que me había dejado al lado en el baño, también había chocolates y una botella de champán (yo también me pregunto qué cojones es todo esto). Aparte de eso, había una nota y varias fotos, la nota decía:

"Mi querido ángel:
Te he comprado todo esto para celebrar que por fin esas putas no te volverán a molestar. No te tocarán más. No sufrirás más por ellas. Ahora se están pudriendo en donde se merecen, así que no temas mi ángel, cada día estamos más cerca de conocernos y aún más cerca de que esos tres imbéciles paguen por todo lo que te han hecho, no temas mi ángel."

Suspiré profundo para intentar relajarme y vi las fotos, lo cual hizo que mi corazón subiera a mi garganta.

En las fotos salían estas 2 chicas en un sótano, atadas a una silla dándose la espalda. Su ropa había sido removida y solo estaban en ropa interior. Cada foto era peor que la anterior. En algunas fotos, las chicas tenían algunos moretones, en otra, estaban cubiertas de sangre, y en las ultimas... me dan arcadas hasta de recordar esas fotos. Sus ojos estaban tapados, pero se veían las lágrimas caer por sus mejillas.

Estas fotos me dejaron paralizados, pero una notificación en mi teléfono hizo que me moviera. Abrí el mensaje. Era un video, lo abrí con miedo y aún sigo arrepintiéndome de haber visto ese video.

Salían las dos chicas enfocadas, se les oían asustadas y con la voz llorosa.

-Ya no te van a molestar más angelito, las tengo controladas- decía el chico que estaba grabando el video, su voz sonaba satisfecha y muy tenebrosa, me dieron escalofríos de escucharla.

-¡Suéltanos, cabrón!- gritó una de las chicas a todo pulmón mientras la otra lloraba aún más. Esto hizo que se me erizase la piel. Sonaban muy desesperadas y aterrorizadas.

El chico dejó la cámara en el suelo, enfocando a este, haciendo que no se viese nada. Se oían unos murmullos los cuales fueron cortados por un grito desgarrador y unos llantos aún más fuertes.

El chico volvió a coger la cámara y enfocó a las chicas de nuevo. La que había gritado estaba mirado al suelo, parecía inconsciente mientras la otra miraba a su amiga en un estado de shock.

-¿Ves mi ángel?- dijo con una voz demasiado calmada para la escena que estaba presenciando- te dije que no te molestarían más.

La chica que seguía consciente empezó a hacer movimientos muy bruscos, intentando soltarse de las cuerdas que l ataban a la silla de forma tan apretada.

-¿Qué coño crees que haces?- dijo el chico enfadado, acercándose a ellas, pudiéndose ver su espalda y así se acabó el video.

Me quedé petrificado, mi respiración era rápida, mis manos sudorosas y estaba temblando, no podía parar de mirar la pantalla aunque el video hubiese acabado. Todo el miedo que sentía antes por este chico aumentó aún más y antes de que lo pudiese asimilar, mi cuerpo cayó al suelo y mis ojos se cerraron inconscientemente.

Me levanté con una voz gritando mi nombre.

-¿Young? ¡Young-Ho!, ¡despiértate muchacho!- abrí los ojos poco a poco, viendo las caras borrosas y preocupadas de May y Lia, espera ¿cómo habían entrado a mi casa?

-Menos mal que estas bien- suspiró Lia después de un suspiro de alivio.

-¿Qué hacéis aquí?, ¿qué ha pasado?- Dije levantándome poco a poco con ayuda de Mai, que tenía su mano en mi espalda, para que no me marease y no me volviera a caer.

-Estábamos andando por tu calle y oímos un ruido en tu apartamento, por lo que fuimos  hacia la puerta y vimos que estaba abierta, entonces entramos y te vimos tirado en el suelo- Lia dijo a una velocidad sorprendente, ¿desde cuando habla tan rápido?

Miré a mi cama y vi que las cosas estaban guardadas en su sitio; las flores estaban en un florero, los chocolates estaban en la esquina de mi mesa y las fotos y notas ya no estaban en ningún lado.

-¿Cómo que la puerta estaba abierta?- murmure, aún mareado pero me centré en cómo es que habían entrado en mi casa.

-Te la dejarías abierta, supongo, no lo sé- dijo May, frotando mi espalda, mientras me daba su botella de gua para que beba un poco, cosa que hice.

-Por cierto, nos encontramos a tu amigo en la calle y nos dio esto- dijo Lia, dándome un bol con comida. El bol era idéntico a los que el "admirador" empacaba sus comidas, espera ¿qué amigo si no tengo aparte de ellas dos?- nos lo ha dado diciendo que tenía planeado comérselo el, pero que prefería dártelo a ti.

No las hice mucho caso, me quedé mirando el bol lleno de comida, su olor era delicioso, así que me lo comí casi sin respirar.

Estuvimos hablando un rato y jugando con mi play antes de que se fueran a sus casas, May tuvo que llevar a Lia en su espalda, ya que esta se había quedado dormida.

Cuando se fueron, me acerqué a mi ventana y lo vi, estaba allí, apoyado en la pared, fumando un cigarro mientras miraba de un lado a otro hasta que miró hacia arriba, haciendo contacto visual (pero, como no, no se le veía la cara).

-¿Qué hace aquí?- murmuré para mi mismo,  totalmente confundido ¿estáestba esperando a que me asomase?

El chico hizo un corazón con sus manos antes de salir corriendo hacia un coche al cual le pude hacer foto.

Era un Tesla modelo S, de color negro. La matrícula se veía borrosa, pero era fácil de descifrar: 2905 LLL. Decidí guardarme esa foto, ya que la veía importante, en algún momento me serviría, supongo.

Me acordé de las fotos que y no estaban en la cama y miré en el cajón donde guardaba todo, notando que estaban esas fotos. Ya sabe dónde guardo cada cosa.

Este señor me estaba volviendo loco. Tenía miedo de que fuese a hacer algo más y peor; pero me daba aún más miedo las fechas, esas putas fechas. Ya vi qué eran y sus planes. Entiendo que estas personas a las que les pone las fechas me han hecho algo malo, pero, ¿hasta el punto? No, claro que no se lo merecían, este tío está pirado, tiene algún problema en el cerebro y debería estar encerrado en algún lado. Aparte de acosador, había demostrado ser un psicópata de poco cuidado. ¿Qué se supone que tengo que hacer yo ahora?

 

 

Querido admirador secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora