Capítulo 1

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"¿Qué? ¿Es una broma? Seguro debe ser una broma de los imbéciles de Hari, Won-Nei y Dak-Ho, porque no creo que absolutamente nadie me hubiera metido en la taquilla una carta de amor." Pensé hacia mis adentros, totalmente confundido e incluso desubicado tras encontrarme solo en el pasillo frente a mi taquilla y con aquella carta en mis manos.

Okay, paremos un momento aquí, antes de continuar esta historia quiero contaros un poco de mi porque sino no tiene sentido. Bien me llamo Young-Ho, tengo 16 años y debo decir que no es que lo haya pasado demasiado bien. No me malinterpretéis, no es nada relacionado a mis padres o a mi niñez porque, afortunadamente, tuve una vida normal y cariñosa...o bueno, así fue hasta que entré en secundaria y mis compañeros (aunque realmente fue toda la institución) se enteró de mi orientación sexual, desde entonces mi vida se ha convertido en un total infierno, que les dije muchas veces a los profesores sobre lo mal que lo pasaba y lo único que conseguí fue que les expulsaran durante una semana porque después de que pasase esta, se siguieron burlando y haciéndome bromas más pesadas y muchos, muchos más insultos. En fin, no es que tenga la vida más interesante del mundo así que para no aburriros demasiado y se a lo que venís prosigo con esta historia.

Tenía la carta entre mis manos, sin realmente creer lo que estaba leyendo por lo que por inercia miré a todos lados, en busca de quién era el responsable, aunque inevitablemente mi corazón se aceleró, es decir, ¿a quién podrían haberle enviado tal carta? Porque sinceramente no es que fuera del que todas las personas se enamoraran o así.

Sin seguir creyéndomelo demasiado, volví a releer la carta, porque, aunque si fuera para una mera broma, era muy bonita, aunque no sabía quien era el autor o no sabia de quien era la letra puesto que esta estaba escrita desde ordenador. Lo que decía la carta era lo siguiente:

"Eres un chico de hermosos ojos, los cuales podría quedarme viendo por miles de horas.
De un olor tan suave y tan embriagador que a kilómetros podría saber que eres tú.
De una risa y sonrisa tan dulces como los de un pequeño ángel que necesita se protegido.
Te admiro desde lejos todos los días, porque mi atención solo la tienes tú, espero un día
en el cual me acerque y te diga que soy yo tu chico de cartas, pero hasta entonces puedes
llamarme lo que se le llama un admirador secreto."

Es decir, no me podéis culpar, es preciosa y sinceramente no creo que sea de alguno de los imbéciles de ellos, no les llegan las capacidades para escribir de forma tan bonita, aunque pudieron haberle dicho a alguien que lo escribiera, que era una opción muy probable puesto que sabía como podían ser ellos.
Simplemente y con un suspiro pesado, cerré mi taquilla y caminé fuera de la institución, de forma tranquila, teniendo aún el papel entre mis manos aunque simplemente lo doblé y lo tiré a la basura mas cercana.

-¡Llegué! - exclamé al llegar a mi casa, aunque no recibí ninguna respuesta, por lo que después de dejar los zapatos en la entrada y la mochila en su lugar, me dirigí a la cocina de la casa, viendo sobre la nevera una nota de mis padres, diciendo en esta que tenían que haberse ido por una urgencia y que seguramente no llegarían en todo el día, así que con un simple suspiro y sin tener demasiadas ganas de cocinar bajé a la tienda de conveniencia.

-Gracias -agradecí al chico que me atendió y me dirigí a una de las mesitas de alli, para calentar mi ttabeokki, y así empezar a comer tranquilamente, hasta que de la nada me llegó un mensaje al teléfono, así que dejé de comer y miré la notificación, viendo así que era una imagen mía comiendo además del texto en el pie de foto en el cual decía "Mírate cerdito, siempre comiendo, adelgaza maldito gordo." A lo que de la nada se me quitó el apetito y apagué el teléfono, ese era uno de los tantos mensajes que me llegaba de Hari, la chica que mencioné antes, a decir verdad, creo que era una de las peores, ya que ella grababa y subía a una cuenta de twitter todo lo que me hacían, cosa que ella siempre de un medio u otro me lo hacía saber.

Recogí toda la comida que no me había comido y la tiré a la basura, saliendo así de la tienda y caminando lo más rápido posible hasta casa. Cuando llegué a casa, tenía los ánimos por el suelo, pero al menos tenía tareas que si bien no es de lo más guay, podía ayudarme a distraerme un poco. Agarré mi mochila de su sitio y lo llevé hacia mi habitación, sentándome en la silla frente al escritorio y abrí mi mochila sacando mi archivador y libros, hasta que vi algo cayendo de la mochila a lo que me agaché, agarrándolo y lo abrí notando así que era la nota que había recibido en mi taquilla, estaba algo confundido porque que yo recordase lo había tirado a la basura, decidí ignorarlo, quizá lo había guardado y ya, así que deje la nota guardada en el cajón de mi escritorio y procedí a hacer mis deberes, que por suerte no eran demasiados aunque si tenía mucho que estudiar puesto que en dos semanas era el examen de Física y Química, que si bien me lo sabía tenía que asegurarme.

Y estuve estudiando durante toda la tarde, y cuando terminé estaba mentalmente cansado, aunque ya estaba algo mejor y tras guardar todos los libros y apuntes saqué mi cuaderno de dibujo y procedí a dibujar en este tras haber encontrado una bonita referencia en Pinterest, la pintura de "Venus", una de mis pinturas favoritas.

Estuve así un buen rato hasta que la terminé, esta vez decidí utilizar pintura de acuarela puesto que no quería hacerlo con acrílicos o pintura al óleo. Hasta que cuando terminé de colorear lo dejé que se quedase secando mientras iba a lo cocina para así cocinar algo de cenar, aunque no es que tuviera muchas ganas de comer, pero aun así me hice de cenar y comí algo, aunque no fue demasiado. Después de esto terminé de lavarme la cara, mi rutina de skincare además de lavarme los dientes y preparar mi uniforme para el día siguiente y me tumbé en mi cama, agarrando el móvil un rato para así ver un poco de redes sociales y relajarme para poder dormirme. Cosa que me pasó mientras veía el teléfono tan solo que me di cuenta de que apareció una notificación de Instagram, la cuál me despertó y en esta ponía: "Buenas noches mi angelito, no te preocupes haré que ellos paguen por hacerte sentir mal" aunque después este mensaje fue eliminado.

Querido admirador secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora