𝘗𝘳𝘰𝘭𝘰𝘨𝘰

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2018

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2018

Una adolescente de dieciséis años se encontraba en el baño de su casa preocupada, miraba la prueba de embarazo frente a ella con temor.

Temor a que su embarazo fuera real.

—Puta madre...

La pelirroja soltó en llanto cuando miro dos líneas en la prueba, estaba acabada, condenada, maldecida.

—Estella.—Llamo a la puerta su hermana mayor.—¿Ya salió la prueba?

La menor con la poca fuerza que tenía en ese momento abrió la puerta, mirando a los ojos a su hermana dijo:

—Estoy embarazada, Ludmila.

—Estoy embarazada, Ludmila

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Dos semanas después

Estella estaba en la sala de su casa junto a Isaac su novio, la chica estaba nerviosa por la reacción de su pareja.

—¿Qué sucede, Estella?—Pregunto el chico dándole un vaso con agua.—¿Porqué estás tan distante?

—Isaac, quiero que sepas que te amo, te amo demasiado y no puedo seguir ocultando algo tan importante.—De su bolsa saco la prueba para dársela.—Estoy embarazada...

El castaño se quedó en shock, pero luego miro a la pelirroja con enojo.

—¿Cómo estoy seguro de que es mío?

—¿En serio preguntas eso?—Expreso molesta.—No he estado con nadie antes de ti, Isaac.

—Mira, Estella. Te amo, pero yo no quiero a ese niño en mi vida.—Solto con desagrado lo último.—Asi que desaste de el. Tenlo y dalo para que alguien lo adopte, o abortarlo, yo que se, pero ese bebé se va, porque se va.

—Eres un hijo de puta, entiendo que estés alterado, ansioso y demás, pero este bebé se hizo con nuestro amor, Isaac.—Tomo las manos de su pareja y las puso en su vientre.

—¿Amor?—Se soltó de su agarré.—No me hagas reír, Estella. Ambos sabemos que lo que pasó en tu cumpleaños no fue porque quisiera hacerlo contigo.

La adolescente lo miro con confusión y tristeza.

—Esperaba a Julia.—Solto como si nada.—Ella no llego, así que tuve que hacerlo contigo y mira, saliste con premio, felicidades.

Estella cambio su mirada a una de ira, golpeó el rostro del chico para luego decirle.

—Vete al maldito diablo.—Tiro el agua sobre el.—Y no te preocupes, no sabrás nada de mi o de mi bebé.

Sin más la chica salió de la casa, decidiendo tomar por su propia cuenta la responsabilidad de su bebé.

Sin más la chica salió de la casa, decidiendo tomar por su propia cuenta la responsabilidad de su bebé

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Dos años después

Una chica de dieciocho años caminaba por las calles de Argentina con un pequeño niño de dos años en sus brazos. Venía de la casa de sus padres, los cuales cuidaban a su nieto mientras su hija trabajaba.

Se detuvo un segundo para acomodar su mascarilla, ya que estaban en pandemia. Sin esperarlo alguien choco con ella de manera leve.

—Disculpa, amiga.—Una chica de cabello azul se disculpo.—Fue culpa de mi amigo que me empujó, no fue mi intención.

—No hay problema.—Respondio con una sonrisa debajo del cubrebocas.

Noto como detrás de la chica estaban otros dos chicos uno alto con gorro y otro un poco más bajito con ojos verdes.

Cuando ambos hicieron contacto visual, lo supieron.

No te conozco, pero siento que ya te amo...

No te conozco, pero siento que ya te amo

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𝙍𝙊𝘾𝙆𝘼𝘽𝙔𝙀 | 𝙍𝙊𝘿𝙍𝙄𝙂𝙊 𝘾𝘼𝙍𝙍𝙀𝙍𝘼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora