IV

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(𝐵𝑢𝑠𝑐𝑎𝑟 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑛𝑐𝑖𝑜́𝑛 𝑦 𝑢𝑠𝑜 𝑑𝑒 𝑎𝑢𝑑𝑖́𝑓𝑜𝑛𝑜𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟 𝑒𝑥𝑝𝑒𝑟𝑖𝑒𝑛𝑐𝑖𝑎)

Genya estaba despertando, sus párpados le pesaban al igual que su cuerpo y también sentía un leve peso en su cintura, volteo a ver y vio el brazo de Sanemi ya que lo pudo reconocer al tener este un par de cicatrices.

Rápidamente se sorprendió y al intentar alejarse se cayó de la cama al no sentir mucha fuerza en sus piernas.

— Auch, pero por qué me duelen tanto? Que fue lo que pasó?... ¿¡Y por qué estoy desnudo!? — agarro una cobija para taparse y empezó a indagar en su mente hasta que la imagen de Sanemi imbestiendolo salvajemente se apoderó de sus pensamientos.

Un tenue color rojo apareció en el rostro de Genya al recordar aquello, rápidamente sacudió la cabeza y con pesadez se sentó en la cama.

Realmente... Sanemi, me cogi-. — Fue interrumpido por un gran bostezo que se escuchó en toda la habitación, claramente era Sanemi despertando.

Uh, Genya... ¿¡Genya!? Y tú ropa!? — dijo exaltado mientras se levantaba.

Eso es lo que debería preguntarte yo a tí — lo volteo a ver.

A mí?... — Sanemi se quedó pensando hasta que empezó a recordar y ahora se quería dar un tiro aunque Genya si que podía hacerlo.

Derrepente Genya se abalanzó contra Sanemi haciendo que volvieran a caer en la cama, el pelinegro menor estaba encima de Sanemi mientras lo jaloneaba en forma de regaño por lo acontecido recientemente.

— Eres un idiota, no pudiste contenerte ni un poco ni tener piedad... me destrozaste sin pensarlo! — Dijo mientras jalaba el cabello de Sanemi el cual se quejaba pero de alguna razón sentía que lo merecía.

Recuerdo... ah, que tu fuiste quien dijo que te podía destrozar ah! — en ese momento Genya se detuvo.

— Qué? — le llegó un pequeño flashback del momento en el que el dijo aquello y se sonrojo hasta las orejas.

no es completamente mi culpa, tu también quisiste... no intentes mentir porque te conozco. — dijo sonriendo al ver cómo Genya desviaba la mirada sonrojado y estaba callado.

— Yo... no lo sé, tal vez me perdí un poco. — hablo nervioso mientras ponia su mano en su cuello pero sintió algo extraño, era como una mordida pero bastante profunda hasta que cayó en cuenta.

Sanemi lo volteo a ver y también se fijó en aquella mordida, empezó a recordar que el la había hecho y claramente no era una mordida común, era una marca permanente (a menos que quieran romperla)

— Tú... ¿¡ME MARCASTE? — grito Genya exaltado, no podía creer que pasó de todo en sólo aquella mañana.

— Yo creo que lo hice inconscientemente... lo lamento Genya. — dijo el de cabello blanco con la vista baja.

Genya se acercó y abrazo a Sanemi el cual correspondió.

— lo hecho, hecho esta. — susurró a lo que Sanemi solo asintió, una de sus manos bajo hasta la cintura de Genya agarrandolo de esa parte y acercandolo aún más dejando a Genya algo confundido.

Eres tan lindo que... no me arrepiento para nada de haber marcado a un omega tan bello y hermoso como tú. — susurró aún abrazando de aquella manera a Genya el cual solo sonreía y se apego al cuello del mayor sintiendo algo de su aroma lo cual lo tranquilizaba.

Después se alejaron y se miraron aunque Sanemi bajaba la vista hacia el cuerpo de Genya aún desnudo y algo tapado por la sabana, rápidamente volvió a ver a otro lado.

Y ahora que se supone que haremos? — Pregunto Genya.

— Supongo que... intentar que esto funcione. — dijo con una sonrisa genuinamente alegre.

— Será raro para los demás... pero con el tiempo lo aceptarán, o eso es lo que espero... Bueno, iré a tomar un baño y después a preparar el almuerzo, aunque creo que ya es hora de la cena. — volvió hacia el borde de la cama dispuesto a levantarse pero en el primer o ya segundo intento se cayó al piso preocupando a Sanemi.

Sanemi se acercó y ayudó a Genya a caminar hacia el baño, después Genya dijo que podría proseguir por su cuenta así que Sanemi lo dejó tranquilo.

Después de unos minutos Genya salió con una bata ya recién bañado y caminando lentamente para no caerse, realmente Sanemi era demasiado fuerte para este tipo de cosas...

Después de ponerse su ropa habitual fue a la cocina a cocinar algo sencillo, unos onigiris y algo de ramen acompañado de té verde.

Sanemi se acercó a la cocina llamando la atención de Genya.

— No quieres que te ayude? Te vez todavía algo cansado. — hablo lo más amable que pudo.

— No te preocupes, estoy bien, ya se está yendo un poco el dolor de mis piernas que por cierto cuando me bañe tenía bastante mordidas. — dijo en tono de molesto pero en realidad le daba mucha vergüenza.

Sanemi se sonrojo aunque mentiría si dijera que no lo volvería a hacer.

lo lamento por eso, pero estaba fuera de mis casillas. — se dio un golpe interno.

lo sé, si hay una próxima vez, espero te lo tomes con más calma. — hablo el menor mientras servía la comida.

¿proxima vez?... Entonces planeas que haya una próxima vez? — Sanemi empezó a agarrar un tono seductor mientras que Genya se sonrojaba ya que no había medido bien sus palabras.

— Espero que no... realmente no se si siquiera pueda aguantarlo. — el pelinegro en el fondo realmente quisiera hacerlo otra vez pero esta vez donde pueda vivir la experiencia al 100.

— Créeme que no. — susurró mientras reía.

Después de esa rara conversación se fueron a sentar en la mesa ya con la comida y empezaron a comer normalmente, no hablaron mucho ya que realmente tenían ambos mucha hambre.

Aunque en ese momento Genya le entraron algunas náuseas no muy notorias al principio ya que pensó que era por el picante que inusualmente le pone al ramen aunque momentos después se intensificó.

me duele... el estómago-. — Genya salió corriendo directo al baño, Sanemi al principio se quedó estático pero después salió corriendo tras de el.

Genya vomitó preocupando a Sanemi, cuando Genya termino el peliblanco le trajo algo de agua para que relajara un poco su garganta.

paso algo? La comida te cayó mal? — dijo Sanemi preocupado aunque Genya estaba dudando por otra cosa.

Solo... quiero preguntarte algo. — habló mientras se limpiaba la cara y volteaba a ver directamente a Sanemi.

Qué cosa? — dijo algo confundido por la repentina pregunta.

Te corriste dentro? — Genya se dejó de rodeos y habló directamente dejando a un Sanemi atónito ante aquella pregunta subida de tono.

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Endurance - Sanemi X GenyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora