Bienvenidos a la continuación de la primera temporada de El Hijo de la Diosa.
El Clan de los Demonios se está convirtiendo en una amenaza muy seria para la humanidad. Encabezados por los Reyes Demonio, Lucifer, Belcebú y Astaroth, el Ducado Demoníac...
Berceo: Por la noche, todos se reunirán en un mismo punto. Los detendré entonces.
Shun: Majestad, le sugiero que envíe guardias a detenerlos en vez de ir de propio.
Berceo: No. Yo soy el único que sabrá su ubicación mediante mis clones. Iré yo delante. Shun, tú vendrás después con un grupo de guardias.
Shun: Como ordene. ¿Irá sólo o le acompañará alguien?
Berceo: Iré yo solo. Me acompañará un clon invisible.
Berceo: Hilda. Gabriela. Os encargo la protección de la Santa.
Hilda: De acuerdo.
Gabriela: Como ordenes, maridito.
Berceo: Debo capturarlos antes de que regrese Glaolo con las portadoras y la Cadena Roja...
Gracias a sus clones, pudo seguir los movimientos de los principales sospechosos.
Se reunieron en una vivienda deshabitada en un callejón lejos del Palacio de Gaia. Parecían saber más de lo que el divino esperaba.
- El espacio se está deformando poco a poco. Y el tiempo en el exterior de la capital está empezando a distorsionarse. -recapitulaba un encapuchado-
- Si conseguimos invocar a las deidades, y las doblegamos con el poder de los demonios, la gente creerá que somos emisarios de Dios... -conspiraba otro encapuchado-
- Sí. Y dejarán de creer en esa falsa diosa y volverán al lado correcto: al de la monogamia y la religión monoteísta que sólo cree en Dios, el único y verdadero. -aseguraba otro sospechoso-
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