Bienvenidos a la continuación de la primera temporada de El Hijo de la Diosa.
El Clan de los Demonios se está convirtiendo en una amenaza muy seria para la humanidad. Encabezados por los Reyes Demonio, Lucifer, Belcebú y Astaroth, el Ducado Demoníac...
Por fin la guerra se pone de cara para el bando aliado.
Berceo ha matado a Belial y se ha hecho con el último Cristal Sephira.
Y ahora, se revela el último ángel: Ein Sof Ohr.
Determinado a exterminar a todo Qliphoth, el divino ataca Alemania en solitario tras declararles oficialmente la guerra...
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La nueva forma de Berceo deja a todo el mundo boquiabiertos. Permanecía inmóvil en los cielos, por encima de los demonios del Qliphoth. Los miraba a todos desde lo más alto, como si fuera una deidad, y su nuevo aspecto, sus alas y la gran aureola con los diez cristales sephiras lo hacía verse como tal...
Berceo: (...) -guardaba silencio con los ojos cerrados, hasta que los abrió-
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Incluso las prometidas del divino temblaban al verlo.
En Versalles...
Élise: Berceo...-san...
Iris: Ese es... ¿Berceo-san...?
Alba: ¿En serio...?
Hestia: ¿Q-qué es esta presencia...?
Hades: Su...Su maná... El maná de Berceo-kun... es inmensurable... Increíble...
Donde los elfos...
Yuri: ¿Qué... es esta... energía-degozaru...?
Rea: Siento a Berceo-san... pero hay algo diferente...
Luna: Berceo-kun... ¿Realmente lo consiguió...?
Quinella había visto que Lilith no estaba donde los elfos y voló hasta acercarse a Alemania.
Quinella: No pensé que tardaría tan poco en vencer a Belial... Tengo que darme prisa.
En Londres, Belfegor no apareció, pero sí Aamon, Barbatos y Pruslas...
Psaro: (!) Esta presencia...
Celeste: Qué es este poder mágico... ¿tan abrumador...?
Gabriela: ¿Es nuestro maridito? Me suena de algo...
Hilda: Lo es... Reconocería este maná en cualquier parte.
En Dragnisia, todo el mundo temblaba por la inmensidad del poder de su rey.
Lily/Frey: (...) (...) -no tenían palabras para describir cómo se sentían-
