TODO POR UN BIEN MAYOR || female Severus ||

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Este capítulo contiene escenas sexuales explícitas (+18) Son libres de querer leerlo o no.

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Noviembre había llegado para el matrimonio Ryddle, Tom seguía solucionando varias cosas que había dejado pendientes, una de ellas era la contaduría de las finanzas de la familia, antes esos temas eran solucionados por un contador muggle pero Tom no quería que un sucio muggle tuviera acceso a sus cuentas de dinero por lo que tomó la decisión de despedirlo, luego fue al banco local del pueblo y retiró la mitad de sus fondos para que días después con ayuda de Abraxas fuera abrir una bóveda familiar en Gringotts, esta sería la primera bóveda familiar de la familia Ryddle en el mundo mágico.

Severa estaba pasando un tiempo tranquilo en la mansión, había invitado a tomar té y a comer galletas a algunos de sus amigos y estos habían aceptado gustosamente, ahora que era parte de la alta sociedad tenía que hacer buenas amistades con las otras familias. Como aún no tenían elfos domésticos para que hicieran la comida se tomó la molestia de preparar las galletas y el té con sus propias manos aun sabiendo que ningún sangre pura haría algo así; estaba tan inmersa arreglando el salón que se sobresaltó al escuchar el ruido de las llamas de la chimenea, alguien había llegado por la red flu.

—¡Severa!— Barty Crouch jr. fue el primero en llegar y venía con un enorme paquete en sus manos —Lamento la demora, hasta ayer llego el regalo que encargue para tu boda, espero que sea de tu agrado— entregó el paquete a la pelinegra.

—Gracias Barty— dejo el paquete en la mesa y fue abrazar a su amigo, el ruido de la llegada por la red flu hizo que ambos se separaran —Bienvenidos— saludo a los recién llegados quienes eran Lucius y Narcissa Malfoy y que al parecer también habían tenido la idea de traer un presente.

—Pensé que ustedes ya habían dado su regalo de boda— les reprocho el castaño.

—No seas idiota Crouch, esto es un presete de agradecimiento por la invitación— Lucius se acerco a Severa y le dio el paquete bien envuelto —Muchas gracias por invitarnos señora Ryddle— Narcissa se acerco y la saludo besando su mejilla.

Al rato se les unieron Arabella Zabini, Regulus Black, Evan Rosier y los hermanos Carrow quienes también vienen con presentes de agradecimiento, ya en este momento Severa había aprendido algo nuevo de los sangre puras y es que cuando te invitan algún lugar siempre lleva un regalo. Tomaron el té que Severa preparó el cual era té de jazmín y comieron las galletas en silencio.

—Todo estuvo delicioso señora Ryddle— mencionó Alecto Carrow —Tienes que decirme donde compraste el té porque estaba delicioso.

—Gracias por los halagos, pero sabes que no es necesario ser tan formal Alec después de todo nos conocemos desde los once años. 

—Si... es cierto... solo es que... bueno tu sabes— la verdad es que si sabia, sabia que ahora estaba en una posición más alta por ser esposa de Tom Ryddle y que si quería podía pedirle a su esposo dejar en la quiebra a cualquier familia mágica que ella quisiera.

—No creo que haya que preocuparnos después de todo Severa siempre será la misma de siempre, ¿cierto?— Evan Rosier trató de calmar el ambiente.

—Evan tiene razón Ale, yo siempre seré la misma chica que todos conocieron en Hogwarts.

Después de esas palabras el ambiente se tranquilizó, los ocho amigos hablaron sobre lo sucedido después de que sus marcas de mortifagos fueran eliminadas, algunos las extrañaban por lo que desesperados fueron al mundo muggle a tatuarse devuelta.