Era una noche tranquila en el Reino de Gloria. Las estrellas titilaban con intensidad, iluminando los tejados de las casas donde los aldeanos descansaban plácidamente, ajenos al inminente giro del destino. Un joven pez payaso caminaba a paso ligero hacia su hogar cuando se encontró con una figura encapuchada en el camino. A pesar de la sombra que cubría su rostro, no sintió miedo; sabía perfectamente quién era.
"¡Señor Manta!" exclamó el niño, con una sonrisa amplia. "Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vi.
"Así es, pequeño" respondió el guerrero Mantaray, dejando ver parte de su armadura verde agua que relucía débilmente bajo la luz de las estrellas. Su tono era cálido, casi paternal. "Veo que has crecido un poco desde entonces."
"¿De verdad lo cree?" preguntó el niño, visiblemente emocionado, mientras Mantaray le revolvía suavemente la cabeza.
"Es verdad. Aunque, debo decir, no es el único cambio desde mi última visita."
El niño asintió con entusiasmo.
"He escuchado rumores sobre unas criaturas extraordinarias que llegaron hace poco. Dicen que el Rey mismo las protege." respondió Mantaray con una leve sonrisa. "Me imagino que esas criaturas son tan singulares como interesantes."
"¡Lo son!" afirmó el pequeño, lleno de emoción. "Aunque parezcan extrañas, son increíblemente amables con todos nosotros."
"Me alegra saberlo." respondió Mantaray
El niño lo observó con curiosidad. "Pero, señor, ¿qué lo trae por aquí después de tanto tiempo?"
"Trabajo, pequeño" respondió Mantaray con calma. "Además, he venido a reunirme con un viejo amigo."
El niño se despidió alegremente y corrió hacia su casa, dejando a Mantaray con una ligera sonrisa mientras este retomaba su camino. Su mirada se alzó hacia el imponente castillo que se dibujaba en la distancia. Mientras avanzaba, una pregunta rondaba su mente: ¿Por qué Billsword me pidió que viniera aquí?
"¿Estará esto relacionado con esas criaturas que he te acompañan, Liogre?" se preguntó en voz baja mientras el castillo se erguía cada vez más cerca.
Dentro del castillo, la atmósfera era mucho más relajada. Ryo, Zhao y Tadashi disfrutaban de un baño termal en compañía de Liogre, Golder, Ogre, Jan Jan, Big Serow y el Capitán Eagle. La idea del baño había surgido de una sugerencia de Ryo, quien tres meses atrás había visitado el manantial con Liogre, Zhao y Golder. Inspirado por la experiencia, Liogre había ordenado construir un baño similar en el castillo, para disfrutar de momentos de relajación después de arduas jornadas.
Mei también había solicitado un baño privado para las chicas, y ahora lo compartía con Leoparmint, quien se había convertido en una gran amiga.
Para Ogre, era su primera vez en un baño termal. Aunque su padre le había contado sobre lo relajante que podía ser, no estaba preparado para la vergüenza inicial de compartir el espacio con otros sin ropa. Aun así, poco a poco se relajaba, dejando atrás sus reservas. Su rubor apenas visible en el rostro lo delataba.
Eagle, por su parte, también había mostrado cierta reticencia al principio, pero terminó por ceder ante las insistencias de Tadashi sobre los beneficios de un baño cálido para el cuerpo y el espíritu.
"Ahhh..." suspiró Liogre, sumergido hasta los hombros en el agua humeante. "Esto es justo lo que necesitaba después de aquella pelea."
"Debo admitir, padre, que esto es tan reconfortante como lo dijiste" comentó Ogre, relajado y disfrutando del baño por completo.
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Beast Saga: Tamer Rising
AdventureRyo, un joven de 16 años, y sus amigos son transportados al Planeta Bestia tras un experimento de teletransporte fallido. Separado de sus amigos, Ryo despierta en el Reino de Gloria, donde descubre un vínculo especial con Liogre, el poderoso Rey leó...