La mañana siguiente a la gran fiesta de cumpleaños, la mansión Potter estaba envuelta en una calma placentera. Los invitados se habían quedado a dormir, y el aire estaba lleno del aroma de un desayuno recién preparado. Charlus y Septimus estaban en la cocina, conversando mientras preparaban la comida.
— No puedo creer lo rápido que crecieron los niños — dijo Charlus, batiendo unos huevos.
— Lo sé, parece que fue ayer cuando eran tan pequeños — respondió Septimus, sonriendo mientras cortaba algunas frutas.
La conversación fluía naturalmente, hasta que Charlus, con una sonrisa traviesa, decidió tocar un tema un poco más delicado.
— Anoche, mientras todos dormían, escuché algunos... ruidos provenientes del cuarto donde dormían mi papi y la señora Minerva.
Septimus se sonrojó intensamente al escuchar eso y dejó caer una fresa al suelo.
— ¿Tú... crees que ellos... hicieron eso? — preguntó, casi susurrando, con los ojos muy abiertos.
Charlus estaba a punto de responder cuando Fleamont apareció en la cocina. Llevaba una camisa que evidentemente pertenecía a Minerva, ya que le quedaba grande, y se podían ver claramente varios chupetones y mordidas en su cuello y clavículas.
— Buenos días — saludó Fleamont, tratando de sonar casual.
Charlus no pudo contener una sonrisa divertida.
— Papi, creo que deberías cambiarte. Se nota que te divertiste mucho con la señora Minerva anoche.
Fleamont se sonrojó violentamente y, sin decir una palabra, se dio la vuelta y se dirigió rápidamente a su habitación. Los omegas en la cocina no pudieron evitar reírse a carcajadas.
— ¡Pobre papi! — dijo Charlus, todavía riéndose — Pero me alegra que esté feliz.
— Nunca me hubiera imaginado algo así — dijo Septimus, sacudiendo la cabeza, pero también riendo.
En ese momento, los niños empezaron a acercarse a la cocina, frotándose los ojos y bostezando.
— Buenos días, papi — dijeron en coro, sus voces aún adormiladas.
— Buenos días, mis pequeños — respondió Charlus, sonriendo— ¿Listos para un buen desayuno?
Los niños se sentaron alrededor de la mesa, todavía comentando entre ellos sobre los regalos y los juegos de la fiesta del día anterior. Septimus y Charlus sirvieron la comida, y pronto la cocina se llenó del sonido de risas y conversaciones animadas.
— ¿Qué planes tenemos para hoy, papi? — preguntó James, con los ojos brillando de curiosidad.
— Bueno, después del desayuno, tal vez podamos ir a dar un paseo al parque — sugirió Charlus— ¿Les gustaría eso?
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★彡[ʟᴏꜱ ᴄᴀᴄʜᴏʀʀᴏꜱ ᴅᴇ ᴄʜᴀʀʟᴜꜱ]彡★
ФанфикEn un rincón tranquilo del campo, Charlus Potter, un omega fuerte y cariñoso, ha asumido una responsabilidad inesperada y monumental. Tras la muerte de los padres de Remus Lupin y el rechazo de Sirius Black por parte de su propia madre, Charlus se h...