Capitulo 1

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Ai wa yasei
por

Freya & Sakura

Capítulo 1: De tercos y salvaje

Era un día caluroso en la ciudad de Tokyo, una muchacha de largos cabellos azabaches sujetos en una coleta alta esperaba sentada en una mesa de una cafetería; miraba hacia la calle con una clara expresión de fastidio en su rostro. Sus ojos castaños denotaban furia, sí eso era lo que sentía al recordar a Inuyasha, "¿por qué diablos nunca podía tener ni un poco de paz con ese hombre! si era hombre lo que se podía considerar de su persona". Ambos habían mantenido un estado de tregua por un buen tiempo, pero su sosiego había terminado con una pelea que herió sus sentimientos.

Suspiró resignada y acomodó detrás de una de sus orejas un mechón de sus cabellos que se había escapado. Además de todo, el calor la estaba agobiando, ni siquiera su blusa sin mangas que dejaba ver parte de su abdomen y su falda le servían¡deseaba tanto estar en el Sengoku en uno de esos ríos tan cristalinos para poder calmar su calor!.
Miró de nuevo su reloj, no habían pasado ni cinco minutos desde la última vez que lo hizo y al parecer, Akane, su mejor amiga desde que entró a la universidad, definitivamente no sería puntual esta vez.

Si le hubiesen preguntado hace un par de años atrás si creía que lograría terminar la preparatoria, definitivamente hubiese dicho que no, pero a pesar del poco tiempo que podía dedicarle a sus estudios durante la búsqueda de los fragmentos de la shikon no tama, finalmente había logrado finalizarla con éxito y además había ingresado a estudiar medicina en la universidad.

- Inuyasha baka... - murmuró "Definitivamente no te entiendo, algunas veces puedes ser tan estúpido y otras tan dulce..."

Flash back

Finalmente habían logrado, con la ayuda de las flechas de Kagome y la Tessaiga de Inuyasha, arrebatarle a Naraku la perla; pero esto sólo fue el inicio de una dura batalla en la que todos unieron sus fuerzas para acabar definitivamente con él.
Ahora, que tenían la perla en su poder, debían hacer algo para destruirla; de lo contrario nuevos youkais poderosos tratarían de arrebatárselas, pero si la shikon no tama era destruida o desaparecía Kagome no podría regresar a su tiempo, su familia se preocuparía mucho y después de todo su vida "real" se encontraba allí.

Kagome sólo los observó durante un momento a todos usando todas sus fuerzas para no ponerse a llorar, habían estado casi tres años reuniendo los fragmentos y durante este tiempo la amistad entre todos ellos creció día a día. Cada una de las batallas y la misma convivencia habían dado como resultado que sintiera casi como parte de su familia a Sango, Miroku y Shippo; y por Inuyasha....por él, albergaba en su corazón un sentimiento mucho más fuerte aún.

Con lágrimas y un fuerte abrazo se despidió de Sango, Miroku y Shippo. Sabía que la pareja sería feliz junta y que no dejarían sólo al pequeño kitsune.
Luego se acercó lentamente a Inuyasha, a pesar de todas sus discusiones no pudo evitar terminar enamorándose perdidamente del hanyou. Despacio tomó sus manos colocando entre ellas la perla, al menos la hacia feliz el saber que Inuyasha finalmente lograría cumplir su sueño. Subió su mirada, y observo por última vez al chico quien parecía algo confundido y estaba con la mirada perdida, seguramente aún no asimilaba lo que había ocurrido.
Ella sonrió, sería mejor así, si él la hubiese mirado a los ojos, no hubiese podido separarse de su lado nunca más y debía volver. Se puso en puntillas besando muy despacio sus mejillas cerca de sus labios.

- Adiós Inuyasha -susurró suavemente Kagome.

La voz de la miko lo trajo de vuelta a la realidad quien confundido solo atinó a susurrar su nombre mientras la veía alejarse de él para siempre.

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