Capitulo 7

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Capítulo 7 : Las apariencias engañan.

Inuyasha observó con recelo las prendas, finalmente luego de pelear contra cierres y botones logró ponerse lo que Kagome le había recomendado. "Rayos, esos pequeños pantalones cortos que iban debajo me apretan, me siento apresado" pensó Inuyasha al ponerse por primera vez la ropa interior que la miko le había dejado sobre su cama. Terminó de ponerse aquello que ella llamaba chaqueta después de luchar contra eso que la chica llamaba jeans. Luego de unos minutos la joven se apareció con una toalla cubriendo su cuerpo.

- Ka...Kagome...- balbuceó Inuyasha totalmente rojo, sintiendo perfectamente como su sangre comenzaba a acumularse en una sola parte de su cuerpo. "Kuso! esta mujer me quiere volver loco.." Ahí estaba ella, pequeñas gotitas de agua escurrían por su cuello en dirección a sus hombros, debía dejar de observarla, de lo contrario por segunda vez en el día quedaría en evidencia frente a ella.

- Inuyas... Inuyasha... te ves muy bien – Kagome se acercó más al muchacho, algunas de las gotas que estaban en su cuello resbalaron perdiéndose en el nacimiento de sus pechos. Sonrió y luego desabrochó los botones de la chaqueta. – No es necesario abotonarla, ahora si esta mejor, sólo faltaría hacer algo con tu cabello – dijo mirándolo sonrosada.

- A..ari..arigato - le contestó siguiendo deseoso con la vista la gotita que se perdía entre sus pechos. "maldita gota...".

La muchacha sonrió y tomó una cinta negra, rústicamente peinó con sus manos los sedosos cabellos del joven y los amarró en una coleta baja. Luego lo hizo voltear para acomodar algunos cabellos. – Mucho mejor... – dijo acariciando levemente su mejilla.

Con uno de sus brazos, Inuyasha, rodeó la cintura de la joven atrayéndola hacia él, luego bajó su rostro hasta llegar a su altura - Arigato – susurró suavemente antes de besarla levemente en los labios.

- Inuya.. sha.. etto... por favor ve abajo con mi abuelo por si necesita ayuda con lo que está haciendo, voy a cambiarme... – susurró un poco sonrojada.
El muchacho accedió y se retiró de la habitación dejando a una Kagome muy sonrojada. La joven movió su cabeza intentando olvidarse de su contacto íntimo con él minutos antes y abrió su armario para decidir que ropa usaría en esta ocasión tan especial.

Su vista se detuvo en un vestido rojo semiformal, con escote cuadrado sin mangas que le cubría hasta mitad de muslos. – Este es perfecto – sonrió.

- En el piso de abajo -

- Como te decía Inuyasha, esa vajilla que guardas es un recuerdo muy importante, fue utilizada por la familia del Emperador del año 11 en la Era Meiji – relataba el abuelo de Kagome.

Inuyasha bostezó sin prestar mucha atención al relato mientras tomaba unos platos viejos que estaban semidestruidos, en ese momento apareció por la escalera Kagome ya lista para salir. El joven no pudo evitar mirarla sonrojado y soltar la "tan valiosa" vajilla del abuelo.

- Ka…Kagome…- murmuró Inuyasha mirándola sonrojado. Todo había desaparecido para él, en ese momento toda su atención estaba puesto en la hermosa mujer que descendía por las escaleras. " Kagome…te ves tan hermosa….maldición…de nuevo siento este deseo de tomarte en mis brazos, llevarte lejos de aquí y hacerte mi mujer ahora mismo...me estoy volviendo loco…se supone que como humano debería controlar mejor mis instintos…pero…yo….sólo deseo hacerte humano, como hanyou…"El ver a la muchacha ya frente a él le hizo volver a la realidad – Kawaii – murmuró mirándola a los ojos con deseo.

- Gracias... Inuya.. Inuyasha... – la mirada del joven alteraba sus sentidos, pero por otro lado se sentía tan bien y segura a su lado. – Como humano también te sienta excelente la ropa y el peinado – sonrió Kagome.

Ai wa yasei da!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora