Capitulo 2

736 43 5
                                    


Ai wa yasei
por

Freya & Sakura.

Capítulo 2: "Te seguiré donde sea"

En la era de las guerras civiles, cerca del pozo que permitía comunicar dos tiempos, vemos acercarse rápidamente a un furioso hanyou:

- KUSO! - exclamó colérico Inuyasha. - ¿Por qué demonios tenía que hacer algo así con un maldito humano teniéndome a m... eh¡Pero que estoy diciendo! Keh¡es su culpa! es su maldito olor que me vuelve loco¡Maldición, no puedo dejar de pensar en eso!

Flash back

- Maldita Kagome...- gruñó Inuyasha aún con su rostro pegado al piso.

- Temo decirte que todo fue tu culpa - dijo tranquilamente Miroku.

- ¡Cállate! - gruñó Inuyasha colocándose lentamente de pie con el ceño totalmente fruncido - yo no tengo la maldita culpa de que la muy estúpida se fuera de una vez a su tonta... ¿cómo demonios dijo que se llamaba? -

- ¿Te refieres a la cita que nos mencionó? - preguntó Miroku.

- Keh!- Inuyasha miró de reojo al monje dejando entrever algo de curiosidad en su expresión - ¿Y eso qué mierda es?-

- ¿Te refieres a la palabra cita¿No sabes qué es? - preguntó Miroku dejando ver un poco de malicia en su mirada.

Inuyasha miró a Miroku con sus facciones claramente tensionadas por la rabia - ¿Crees que te estaría preguntando si supiera qué mierda es?- acercándose al monje peligrosamente mientras hacia crujir sus nudillos continuó - Así que dime ¡QUÉ MIERDA ES? -

- Calma... calma... te diré - un brillo extraño iluminó los ojos del monje.- Bueno, las citas son reuniones que tienen los hombres y las mujeres, un encuentro entre dos personas, en el cual demuestran todos sus sentimientos y sin pudor desatan sus pasiones contenidas y bueno, ya sabes lo que sucederá... - concluyó el monje guiñándole un ojo a Inuyasha.

- ¿Lo qué sucederá? - preguntó Inuyasha mientras su mirada cambiaba a una de total ignorancia frente a lo que este hablaba. Las palabras del monje volvieron a su mente repitiéndose una y otra vez - ¿DIJISTE ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER? - preguntó alterado.

- Hai, hai - sonrió alegremente el joven. - Tú sabes jeje, lo que pasa entre un hombre y una mujer... no sé como lo dirás tú.. ¡ah! creo que Myoga me habló acerca de eso, supongo que le dirás apareamiento¿no? - la sonrisa de Miroku se iluminaba con cada palabra que pronunciaba y al observar los gestos del mitad demonio su regodeo era mayor.

Inuyasha sintió tensarse cada uno de sus músculos por la furia. Mirando con los ojos llenos de ira a Miroku gruñó - ¿ESO SIGNIFICA QUE EN UNA CITA KAGOME PUEDE ESTAR REVOLCANDOSE CON CUALQUIER IMBECIL POR AHI?

- La señorita Kagome ya es toda una mujer¿no? - miró con complicidad a Inuyasha y lo codeó levemente. - ¿No crees, ya está en edad para hacer esas cosas, yo creo que ella debe ser muy apasionada - dijo el houshi juntando las manos y poniendo su mirada más pervertida mientras se sonrojaba.

A una distancia considerable Sango se encontraba descansando en una cabaña junto con Kirara y Shippo, solo podía dormir de a ratos por la incomodidad de su vientre. Miroku decía que debía tratarse de gemelos: dos pequeños hombrecitos que seguirían sus pasos.

Por un momento Inuyasha se olvidó de todo lo que lo rodeaba, por su mente sólo se reproducían imágenes de Kagome vestida con esas extrañas prendas, que cada vez lo ponían mas nervioso, realizando todo tipo de acciones no muy santas. Involuntariamente se sonrojó, notando además como un fuerte deseo de ser él quien estuviera con Kagome en esa estúpida cita se apoderaba cada vez con más fuerzas de su ser - Cita...CITA MIERDA - gritó enfurecido mientras volvía a la realidad y salía corriendo a toda velocidad hacia el pozo "no voy a permitir que ni un maldito imbécil toque de esa forma a Kagome...kuso... como puede ser tan tonta que no se da cuenta que ella es solo mía".

Ai wa yasei da!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora