Sombras de un amor no correspondido

"Sombras en el aniversario"

Era una hermosa mañana de verano, y el sol brillaba intensamente en la ciudad. Carlos y Charles celebraban su tercer aniversario juntos, un día que ambos esperaban con ansias. Habían planeado una cena romántica en su restaurante favorito y una sorpresa especial para esa noche. Charles se despertó emocionado, preparando todo para recibir a Carlos. Cocinó su desayuno favorito y decoró la casa con globos y luces parpadea antes. Sin embargo, a medida que pasaban las horas, la ansiedad comenzó a apoderarse de él. Carlos siempre era puntual, pero esa mañana parecía diferente. A medida que el reloj marcaba la hora de la cena, charles sintió un nudo en el estómago. Finalmente, cuando el reloj dio las nueve, Charles no pudo más. Con el corazón pesado y los ojos llenos de lágrimas, pensó que Carlos lo había dejado plantado. Se sentó en el sofá, sintiendo cómo la tristeza lo invadía mientras miraba los globos que habían sido comprados con tanto amor. Sin embargo, lo que no sabía era que Carlos había tenido un día agotador en el trabajo. Había trabajado horas extras para poder ahorrar dinero para un viaje especial que habían planeado como parte de su celebración. Mientras Charles se perdía en sus pensamientos tristes, el sueño lo estaba venciendo pero algo ocurrió. De repente, apareció la figura de Carlos, con una sonrisa serena en su rostro. Su alma brillaba con un resplandor que iluminaba todo a su alrededor.

- My angel - susurró Carlos con dulzura- no estés triste. Estoy aquí contigo-

-Charles se quedó paralizado, incapaz de creer lo que estaba viendo. -¿Calos? ¿Eres tú? ¿Por qué no viniste? Pensé que... me habías dejado plantado-

- Lo siento tanto - dijo Carlos mientras se acercaba a él- Me quedé dormido, pero tienes que entender... hay algo más importante ahora -La voz de Carlos era suave como el viento y llena de amor.

-Charles sintió cómo su corazón latía desbocado mientras las lágrimas caían por sus mejillas. - No quiero perderte - murmuró entre sollozos-

-Siempre estaré contigo- respondió Carlos con ternura- Pero ahora necesitas descansar. No puedes seguir así -en ese instante, un sonido estruendoso rompió la calma haciendo que Charles tomara el teléfono el cual había sonado. Con manos temblorosas, contestó sin saber qué esperar. Al otro lado de la línea, una voz fría y distante le dio la noticia más devastadora

-Lo siento mucho, Charles. Tu esposo ha tenido un accidente... ha fallecido-El mundo se detuvo para Charles en ese momento; las palabras resonaban en su mente como un eco ensordecedor. Miró a la figura de Carlos, quien le sonreía con tristeza pero también con amor incondicional.
- Te amo -le dijo mientras las lágrimas caían por su rostro etéreo.- Siempre seré parte de ti -Con el corazón roto y sin fuerzas para continuar, Charles cayó de rodillas mientras la luz del alma de Carlos comenzaba a desvanecerse lentamente.

- No te vayas... por favor -imploró entre sollozos.-

- Descansa por favor -, dijo Carlos suavemente antes de desaparecer por completo en un resplandor brillante.- Siempre estaré contigo -Charles se quedó solo en la habitación iluminada por los globos mientras los recuerdos felices llenaban su mente: risas compartidas, sueños construidos juntos y promesas eternas. La tristeza lo envolvió por completo; no solo había perdido a su amado sino también a su futuro juntos. Sin embargo, en medio del dolor abrumador, sintió una pequeña chispa de esperanza: el amor que compartieron era eterno y siempre viviría dentro de él. Esa noche, rodeado por los recuerdos y las sombras del amor perdido, finalmente se dejó llevar por el cansancio y cerró los ojos mientras susurraba- Te amo, Calos -así encontró algo de paz al recordar que aunque su cuerpo ya no estuviera presente, su amor nunca se apagaría.