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Batallando contra la feroz lluvia, finalmente llegó a Dragonstone. Rápidamente aterrizó en la fosa de dragones, donde fue recibida por los guardianes de dragón, que trataron de calmar a Asturion para meterlo a las cuevas.
-- Daliraros Rhaella - dijo uno de los guardianes, sin embargo está no respondió y se dirigió al salón del castillo.
Pasó entre los soldados, que abrieron las puertas del salón para dejarla entrar, sin antes anunciarla.
- La princesa Rhaella Targaryen -anunció uno de los soldados.
Estando en el salón, se encontró cara a cara con Rhaenyra, Jacaerys, Baela y el resto del consejo negro.
-- Rhaella... --dijo Rhaenyra, quien se acercó rápidamente para abrazarla.
-- Al fin estás aquí, hermana -dijo Baela, mientras que Jacaerys se mantenía sin decir una sola palabra.
-- Me enteré lo que Daemon te obligó hacer a mis espaldas. Espero que Cregan Stark haya sido gentil contigo... -dijo Rhaenyra, pero al ver el rostro de la joven, sabía que algo no andaba bien - Salgan todos, déjenos solas.
Antes de salir, Jacaerys le dio una mirada de reojo.
-- Lo arruiné... Lo arruiné todo, hemos perdido el apoyo del Norte por mi culpa. -dijo Rhaella bajando la cabeza.
-- ¿Qué fue lo que paso? -dijo confundida.
-- Cregan no quería que abandonará Invernalia, dijo que si no participaba en la guerra, enviaría 2000 hombres más a su causa. Pero perfectamente se que sin mi dragón el resultado se vería afectado... Y ahora, sin mi abuela...
-- Es una guerra entre dragones, estoy segura que si fuese una guerra normal, los hombres de Cregan nos hubiese sido de mayor utilidad. Con la pérdida de tu abuela y su dragón, hemos perdido a un excelente jinete de dragón ,hiciste bien en volver.--dicho esto Rhaenyra regreso a la mesa de piedra.
-- ¿Y qué hay con el norte?
-- El norte conocerá las consecuencias de faltar a su juramento. Además no creo que Cregan Stark quiera realmente perder a su esposa, quién claramente es una princesa Targaryen. Él volverá, igual como lo hará Daemon en su momento. -dicho esto Rhaenyra salió del salón.
Suspiró pesadamente al ver que había una pequeña esperanza. Ahora solamente pensaba como asesinar a Aemond.
- ¿No pudiste retener a un hombre a tu lado al menos por un año? -dijo Baela apareciendo detrás del muro de piedra.
- ¿Sigues espiando por los rincones? -respondió Rhaella.- Dónde está Rhaena, todo este tiempo que estuve en el norte, la eché de menos...
- Fue enviada al Valle de Arryn con los príncipes y sus dragones... Han pasado muchas cosas desde que te fuiste sin decir nada, hermana.
