Las Dos Rayitas Del destino

XIII

Shinobu sintió que alguién picaba su mejilla izquierda, era su hijo de 7 años junto a su hermana de 2 años. Ella froto sus ojos, viendo a sus hijos asustados.

Apenas eran las 3 de la mañana, su alarma sonaba en 3 horas más. La lluvia de esa noche de primavera no paraba.

-Mami.

-Mhm- Ella aún le costaba mirar a su pequeño.

-¿Podemos dormir con ustedes?

-Si- Empujando a Giyuu para que su hijo pasará a estar en medio, su hermanita fue cargada -Descansen mis niños.

Ambos estaban en medio, siendo abrazados por sus padres, Giyuu acercando más a su familia para protegerlos de cualquier ruido fuerte que escucharán.

La mañana llegó, viendo que llovía muy poco pero, no se veía que parará. Tal vez su reunión se cancelaría, ella estába preparando con ansias la despedida de soltera de su hermana mayor. Después de un tiempo, ahora ella había seguido los pasos de sus hermanas mayores en ser una maestra de la preparatoria donde estába Shinobu antes.

La mencionada ahora estaba graduada con un doctorado en su rama, siendo una maestra de la Universidad donde estaba trabajando su madre.

Ahora estaban preparándose para la boda de Tanjiro y Kanao, Giyuu aún no aceptaba éso, pero si no puso peros su suegro no haría nada.

-¿Quieres que te lleve al trabajo?

-Estoy bien, llevaré a Gichii a la escuela y me pasaré al trabajo- Ella se acercó para besarlo tiernamente- Regresaré más tarde, tengo que ayudar a Nee-san.

-Ten cuidado.

Él le regresó el beso, haciendo cada uno sus planes, estos casi ocho años juntos su familia creció un poco más con la llegada de su segunda hija, Shizu. Siendo la tan parecido a Giyuu, calmada y a veces era difícil descifrar que pensaba o que quería.

Pero con su padre podría ser ella misma.

Shinobu aceptó la ayuda de una niñera para poder criar a sus hijos con más calma, teniendo el miedo de que se hicieran como ella, poner una barrera para demostrar su cariño. Fue todo lo contrario, Gichii respeta y ama mucho a su madre.

Entendiendo la situación que ambos tienen que trabajar.

Continuando con sus estudios para terminar su doctorado, viendolo bien ella no se equivocó con Giyuu. Pensaba que no habría amor en esta etapa, él era el sueño  hecho realidad de cualquier mujer.

Ella vió a su hijo entrar a la primaria con su pequeña mochila y su lonchera hasta la puerta, encontrándose con su amiga que también era su vecina.

Estába creciendo tan rápido.

Ella se dispuso a seguir su día, empezando sus clases en la Universidad, se quedó al igual con las materias de Ética y Biología que daba su madre ya qué, ella se retiró de las clases.

Entre clases veía su celular lleno de mensajes de su enamorado, también tendría la despedida de soltero de su sobrino. Sería también cerca de ahí, sus hijos estarían en casa de su madre ya que tal vez llegarían tarde.

En un abrir y cerrar de ojos la clase término, para ella recoger sus cosas y dirigirse a su auto. Siendo alguien pasada de los 30 años había alumnos que suspiraban por ella.

De éso Giyuu estaba enterado porque su cuñado trabajaba en la misma Universidad que Shinobu.

-Kyojuro-san.

-Shinobu- Demostraba un aura de tranquila y confianza- No te preocupes por Giyuu, no tomará será el conductor designado.

Ella soltó una sutil risa.