Reencarne en Albus Dumbledore

Capítulo 6 : El Enigma del Ático

Era simplemente otro día normal en la anodina aldea mágica de Mould-on-the-Wold. Los pájaros cantaban, los perros ladraban y los gatos holgazaneaban como si fueran dueños del lugar. Mientras tanto, nuestro personaje principal, Albus, estaba haciendo sus travesuras habituales, colándose en su escondite secreto en el ático. No sabía que su madre, Kendra, una bruja nacida de muggles, sospechaba de sus desapariciones diarias y decidió jugar al detective.

Sin que Albus lo supiera, Kendra lo había seguido en silencio, decidida a descubrir su secreto. Ahora déjame contarte sobre este ático. Era el tipo de lugar que incluso el padre de Albus, Percival y la propia Kendra habían olvidado o nunca supieron que existía. Albus, usando su habilidad de Manipulación Espectral, había contado con la ayuda de un duende fantasmal para hacer su escondite tan increíblemente aburrido que nadie querría aventurarse dentro. 

Pero hubo un pequeño contratiempo. Kendra vio a Albus mientras se deslizaba hacia el ático. En el momento en que entró, la golpeó una ola de aburrimiento tan intenso que hubiera preferido hacer cualquier otra cosa en el mundo. Algo en este lugar le parecía extraño, así que decidió darle un buen uso a su aburrimiento. Usando Oclumancia, una habilidad que Percival le había enseñado, encerró todo ese cansancio en un viejo rincón polvoriento y se aventuró más adentro. 

Ahora, volvamos a Albus. Allí estaba él, relajándose en su escondite, meditando y practicando magia cuando escuchó el crujido de la puerta del ático. Entró su madre, luciendo tan perdida como una varita en un pajar. Miró a su alrededor con una mirada de desaprobación, probablemente convencida de que su hijo no tramaba nada bueno. ¿Cómo, en nombre de la barba de Merlín, encontró su lugar secreto, a pesar de que él le había asignado a Arturo el fantasma para protegerlo? Era un misterio que requeriría un trabajo detectivesco serio para resolverlo.