Estrellas

546 20 0
                                    

El restaurante era espectacular. Pedimos una pizza ya que no era una cita formal y era de las comidas más deliciosas de Italia. Mis amigas decidieron salir de fiesta y Lamine y yo cenamos hablando de todos los recuerdos que teníamos juntos.

- Enserio no me conocías? - preguntó algo sorprendido ante mi confesión y yo asentí divertida - mejor - reí con más intensidad.

- Tu tampoco me conocías - rebatí pícara.

- Pero ya me encantabas cuando te vi de reojo en el estadio - sonrió y negué con la cabeza.

- Tienes vista de águila? - eso provocó que también riera.

- En ocasiones - las conversaciones eran así hasta que decidimos ir a pagar la cuenta y pasear por la playa cercana al apartamento que había alquilado. Mientras observaba mis dedos enredarse sobre la arena, el moreno me miró siguiendo mi paso.

- ¿Estas mejor? - preguntó suavemente. A pesar de que el tema de ayer me hubiera afectado, las críticas no tanto.

- Hasta el juicio o que un fan tuyo me aborde por la calle estoy bien - sonrió con lastima y acaricie su cara - no te pongas mal - me miró irónica ante mi respuesta por lo que reí.

- Gracias por consolarme a través del teléfono - rebatió irónico. Agarró mi mentón y paramos contemplando las estrellas hasta que segundos después habló.

- El juicio será cuando volvamos en dos días - no pude evitar tensarme un poco aunque la idea no me disgustaba ya que cuanto antes fuera mejor - quiero invitarte a nuestro siguiente partido con el Barça ya que si ganamos nos dejaran celebrar durante la siguiente hora - lo miré impresionada y salté frente a él.

- Eso es genial! - exclamé con los mofletes hinchados por lo que su mirada enterneció. Después de unos segundos, agarró mis manos.

- Quiero darte la oportunidad de que hablemos delante de todos durante mi discurso para aclararlo todo - lo miré impresionada mientras continuaba - no es justo lo que te pasó y ya que vamos a ganar el juicio tiene que saberse lo extraordinaria que eres - con ese niño siempre era difícil contener las lágrimas.  Asentí.

- Por primera vez, te tengo un regalo - ya había aceptado su anterior propuesta y le tendí unas entradas. " Sol María Tour. Eladio Carrión " era lo que más destacaba entre los folletos. Esbozó una enorme sonrisa y me levantó en el aire durante unos segundos girando entusiasmado. Soltó un gritito.

- No hacía falta amor - me dijo acariciando mis manos y volviendo a estrecharme contra el. Enredé mis manos en su pelo y nos besamos con ganas.

- Vete con quien tú quieras - después de la propuesta Lamine me miró como a un fantasma que no sabía lo que decía.

- Vas a venir conmigo, tonta - rodé los ojos irónica y nos dimos la mano. Al llegar a la puerta del departamento, me besó con calidez y otra vez en la frente - te quiero demasiado - sentenció antes de que entráramos ya que aunque se quedaría a dormir mis amigas ya estaban dentro.

- Yo más a ti - negó con la cabeza satisfecho y dormimos del tirón abrazados con mi espalda en su pecho y nuestras manos entrelazadas. Comer a casa no sería tan extraño si lo tenía conmigo.

 𝐯𝐢𝐬𝐭𝐚𝐬: lamine yamal  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora