( perdón, no saben la cantidad de veces que reescribí esto con diferentes enfoques 😭 )
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El viento sopla con más fuerza de la usual, dejando en evidencia que el invierno se acerca rápidamente. Sakura se encorva sobre sí mismo, las manos bien metidas en los bolsillos de la chaqueta de Furin que hace un débil intento por mantenerlo cálido. El que use unos jeans delgados y una simple camiseta manga corta solo le complica aún más combatir el frío.
Prácticamente arrastra los pies sobre la acera, poniendo todo de sí para no tiritar y correr de regreso a su casa a meterse bajo las sábanas; no es que aquellos trozos de tela deshilachada sean de mucha ayuda al momento de buscar obtener calor.
Sakura se aclara la garganta ruidosamente cuando el impulso de toser hasta escupir un pulmón lo invade, tragar saliva duele y aquello lo pone de los nervios porque no quiere enfermarse otra vez. Maldición, es el capitán, no puede ser así de débil y enfermarse con los más pequeños cambios de clima.
──── ¡Hola, Sakura-kun! ───Suou aparece desde la derecha, avanzando con paso ligero y sonrisa fácil en los labios. Sakura siente que un pequeño calorcito se extiende por su pecho y desvía la mirada con las mejillas ruborizadas. Suou no parece prestarle importancia; pero lo hace, por supuesto, solo que es lo suficientemente amable para no mencionarlo.
──── Hey, tú. ───Sakura murmura. El viento sopla una vez más, con tal fuerza que les sacude el cabello; los anillos de borla de Suou se agitan también y Sakura se encuentra algo atontado por lo bonito que luce su vicecapitán con la punta de la nariz y los pómulos sonrosados.
──── ¿Tengo algo en la cara, Sakura-kun? ───pregunta Suou al notar la manera en la que los ojos dispares del líder de la clase 1-1 se quedan fijos en él. Sakura reacciona de inmediato, retrocediendo un par de pasos y farfullando.
──── No. Cállate. ───gruñe, cruzándose de brazos. Suou ríe.
──── Caminemos juntos, Sakura-kun. ───dice en cambio. Sakura masculla entre dientes y asiente.
Caminan en silencio, con el frío colándose en sus huesos; Sakura se estremece, volviendo a curvar las manos cerca de su boca para exhalar en el cuenco que forman. Suou lo nota, deteniendo su andar y sacando las manos de donde las tenía enlazadas tras la espalda.
──── ¿Pasa algo? ───Sakura pregunta al notar que ha dejado de caminar, mirando a Suou con una ceja levantada antes de observar los costados en busca de una amenaza.
──── Ven, aquí. ───Suou susurra, su voz casi perdiéndose al viento; Sakura ve como se desenvuelve la bufanda del cuello y luego avanza, sin inmutarse al verlo retroceder por inercia.
──── ¿Qué…? ───Sakura abre mucho los ojos al sentir que la franela suave y cálida se posa sobre la piel de su cuello. Instintivamente, hunde la nariz en la bufanda, dejando que Suou la acomode antes de reaccionar bruscamente. Salta, apartando las manos de golpe.─── ¡No la necesito!
──── Te ves lindo. ───Suou habla con tono conversacional, sonriendo y sosteniendo las muñecas de Sakura para evitar que se saque la bufanda, pasando por alto las amenazas que el muchacho de cabello bicolor escupe en su dirección.─── Quédatela, ¿sí? Tengo otra en casa.
──── ¡No la quiero! ───Sakura chista obstinadamente, forcejeando con el agarre que Suou ejerce. Los dedos se ciernen con firme delicadeza en su piel que se torna rosada en la zona de contacto. Qué vergonzoso.
──── ¿Quieres enfermarte, Sakura-kun? ───Suou lo mira directamente, el único ojo rojo brillante, rebosante de una emoción que Sakura no reconoce por completo pero que le deja el estómago revuelto. El frío de repente es algo sin importancia, todo el cuerpo de Sakura se siente cálido.
──── ¡Está bien, maldición! ¡Suéltame ya, carajo! ───termina por ceder ruidosamente, retomando el camino a la escuela con largas zancadas y sin ver a Suou a la cara.
Suou ríe encantado, siguiéndole fácilmente el paso. Suelta algunas bromas que Sakura responde con rudeza, y es antes de entrar que vuelve a detenerse un momento.
──── Traeré guantes para ti. Tienes las manos heladas. ───dice resueltamente. Sakura frunce el ceño, mirándolo por sobre el hombro en donde se ha detenido pasos más adelante.
──── No. ───gruñe. Suou le sonríe.
Sakura niega y reniega lo que queda del día. Y al día siguiente se exalta cuando Suou lo toma de las manos (con fascinante cuidado, el corazón casi se le sale del pecho por la emoción) y las desliza dentro de guantes cálidos.
Y el día después de ese no se aguanta y le da una patada a Suou cuando se acerca con un suéter rojo (es el color de los ojos de Suou y Sakura está encantado pero, por supuesto, no va admitirlo); la culpa lo hace ceder a usarlo, o eso dice.
Después, es bastante común verlo usando ropa que, o bien es de Suou, o bien la compra Suou para él. Qué dulce.
