Un invierno 28

1

Años atrás
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Todo comenzó ese día, aquel día. Yo era un pandillero que se dedicaba a pelear contra otras personas, era él más fuerte, nadie me ganaba. Pero aquel día me descuide y termine herido de gravedad, me hospitalizaron porque estaba a nada de morir.

Cuando desperté, había alguien en la silla de al lado, se veía... Como un Ángel, era pequeño y rubio, ojos negros como la noche pero que hipnotizaban a cualquiera que estuviera cerca.

—¿Quién eres tú?— pregunté con la garganta seca, no podía hablar mucho, note como él se sorprendió y hizo varias cosas raras que no entendí bien, parecía que quería comprobar algo.

—¿Tú me logras ver? ¡Oh pequeño dragoncito debiste estar muy cerca de la muerte!— dijo él, vaya. Si que tenía emoción, lo mire nuevamente tratando de entender ¿cómo él sabía eso?

Me lo quede mirando, era extraño, despiertas después de ser acuchillado y te das cuenta que hay alguien a tú lado, eso es muy extraño.

—¡Oye! Puedo oír tus pensamientos, además. ¡Yo soy tú Ángel guardián! — Exclamó orgulloso, espera. Estoy alucinando, ¿cómo esto podía ser verdad? 

Me levanté un poco pero inmediatamente gruñi del dolor, me seguía doliendo. Trate de moverme pero aquel "Ángel" tocó la parte donde había sido apuñalado... Que por cierto, estaba muy cerca de algo personal.

Iba a alejarlo, pero sentí tranquilidad y dejé de sentir dolor, lo mire a los ojos incrédulo. ¿Era un demonio  o algo?  Él tenía su mirada en mi... ¿Cicatriz?  Quería pensar eso, pero ví como me volvía a mirar, parecía un niño pequeño.

—Te explicaré...cada humano tiene su Ángel Guardian, al igual que los humanos tienen reglas los Ángeles también...pero tú, no deberías de verme— Dijo, bueno. Ya le estaba empezando a creer, dirigi hacia sus alas blancas, las toque suavemente mientras él alejaba mi mano de ahí, reí burlón.

—Ya, ya, entiendo...básicamente me dieron anestesia de más, por eso estoy alucinando— Dije mientras miraba al Ángel, él me miraba mientras me jalaba el pelo.

—¿Ves? No soy parte de tú imaginación, si quieres te jalo más los tres pelos que tienes— le agarre la mano, lo mire algo enojado mientras iba a reclamarle. Pero él me dobló la mano... Este Ángel si que era fuerte.

—Ya entendí, eres pequeño pero pareces más un demonio que un Ángel.— dije mientras acariciaba mi muñeca, aquel Ángel tenía el pelo en toda la cara.

Parecía como si no se supiera peinar, agarré una cole que tenía a la mano siempre para mi cuando iba a pelear, hice su pelo para atrás dejando su rostro expuesto.

—Así te ves mejor— dije mientras agarraba su pelo, él no dijo nada, reí mientras me acomodaba en mi camilla.—Ahora...¿esto significa que estoy por morir?— sentí un golpe en mi nuca, ese Ángel arreglaba todo a golpes.

—¡Tonto! Mira, estabas cerca pero yo, ¡te rescate!— Presumido, nuevamente me dio un golpe. Agarre sus manos y las baje mientras lo miraba, este Ángel llevaba menos de medio día conmigo y ya me estaba sacando canas verdes.

—De hecho, llevo a tu lado todo lo que llevas de vida. — *dijo mientras volaba, vaya. Había cosas que si sorprendían, pensé que era un mito eso de que siempre había alguien cuidandonos.*

—Así que, me cuidas y salvaste mi vida...pero ahora te estoy viendo porque estaba cerca de la muerte. Ya entendí, definitivamente la anestesia esta fuerte últimamente.— dije burlón mientras miraba al Ángel me que miraba mal, reí mientras le hacia una señal de que era broma.

—Sí, aunque tu no lo creas. Yo estoy en todos los momentos de tu vida...en todos, incluso en los que no quisiera estar— oh vaya, entonces ¿él veía como se me paraba? Que vergüenza

—Sí y incluso escenas peores, en fin. Los humanos y Ángeles debemos cumplir reglas...mientras ninguno de los dos rompa una seguiremos Unidos.— no entendía bien el tema de eso, lo mire. Él era bajo, cuerpo delgado y cabello Rubio.

Físicamente atractivo, pero había algo... Sentía que lo conocía de algún lado, pero no sé de donde.

—Bien, joven usted tiene nuestra autorización para salir del Hospital, con cuidado por favor— Dijo el médico entrando, pensé que me iba a mirar raro por pensar que estaba hablando solo pero no, no lo hizo.

—Pensé que me diría loco o algo así...— dije mientras miraba al Ángel, quería preguntarle su nombre pero se veía con ¿sueño?

—Es porque mientras tú y yo hablemos los demás verán como si no estuvieras haciendo nada— respondió simple, era una ventaja. Nadie pensaría que estaba loco.

al salir fui recibido por todos mis amigos, cada uno me abrazo mientras reían y algunos lloraban, ellos eran importantes para mi, aunque no podía apartar la mirada del Ángel.

Me sentía ahora si observado, él no hacia nada, solo veía todo con tranquilidad, las horas pasaron y termine llegando a mi casa. El Ángel seguía ahí, me ponía algo nervioso.

—Tus pensamientos son tontos, no sé cuanto tiempo dudará esto, pero espero que no sea mucho— Dijo aquel Ángel, bueno, al menos no iba a ser para siempre... No sabía nada de él.

Era un Ángel, ¿pero que más?  Dirigí mi mirada a el cielo, sonreí mientras me acercaba un poco al Ángel.

—Supongo que tu sabes todo de mí...ahora dime, ¿cual es tu nombre?—Note como aquel pequeño Ángel se sorprendió, pareció decir algo primero pero no lo soltó...

—Mikey...ese es mi nombre— vaya, me recordaba a un ratón no sé porque.

—Bueno mikey, tendremos que aprender a convivir porque yo no sé nada de tí.— Su cara parecía como si me estuviera juzgando.

Solamente quería llevarnos bien y él parecía como si le estuviera pidiendo que se desnude frente a 500 personas.

—Tu haces todo mientras yo observó, ken-chin— Vaya, ese apodo era nuevo. No me molesto y reí, ¿este pequeño enano estaba buscando pelea?

—Bien, total no creo que puedas hacer con esa altura tan pequeña—
Me burle, pero inmediatamente sentí como algunas ¿plumas? Me atacaban.

—Ya, ya me entendí. Deja de hacer eso— Le dije, si me dolian algo pero apenas le dije que parará.

Él empezó a reír y sonreír, vaya... Su sonrisa era linda, además que se agarraba el vientre como si se fuera a mear de la risa.
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