Capítulo especial Mikey

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En aquel hospital nacía un pequeño bebé prematuro, con él una mujer lloraba de alegría mientras lo sostenía en sus brazos, llamándolo su niño especial.

Aquella mujer envolvió cariñosa a su primer hijo, un varon. Al poco tiempo fueron alejados ya que el bebé era prematuro y necesitaba una incubadora, él padre era un mujeriego que pasaba de mujer en mujer, y en esos momentos el no estaba ahí.

—Mi niño...es mi hijo...mi luz— decía la mujer mientras veía desde lejos a su pequeño niño, aquel niño alegraba a su madre, era su niño especial.

Con el tiempo, los dos comenzaron una vida, en un pequeño departamento suficiente para los dos, ahí aún sin tener tanto dinero la mujer hizo lo posible para sacar a su hijo adelante.

La mujer con la esperanza y amor que tenía volvió a hablar con el padre de su hijo, aunque ella no sabía que aquel hombre había dejado embarazada a otra mujer,  tampoco sabia que aquel hombre tenía demasiadas deudas.

La mujer y el hombre volvieron a hablar, el hombre engañandola y haciendo que ella cayera en su trampa.

—Mimi...mamá debe trabajar, Mimi se quedará con la vecina, te gusta la idea? — La pequeña risa del bebé se escuchaba, aún sin poder entender. Al bebé le gustaba ver a su madre hablarle, verla lo hacía reír.

Ambos juntaron sus frentes mientras aquella mujer le cantaba su canción de cuna, el bebé quedo profundamente dormido mientras se aferraba a su madre, eran los dos únicamente contra el mundo.

Pero no todo es feliz, cuando aquel pequeño niño bebé creció, ya teniendo 5 años, su madre descubrió que su padre le era infiel y descubriendo que tenía una Media-hermana de casí su edad, siendo el mayor.

—Mami...mami, no me dejes solo...quiero ir con mami— Decía aquel niño, el niño no quería dejar ir a su madre al trabajo, pero su madre estaba cansada emocionalmente al ser engañada por mucho tiempo, dijo un simple "Mamá volverá en media hora" dejó al niño en aquel departamento 28. 

El niño fue cuidado por una vecina mientras esperaba a su madre, mientras su madre vivía lo peor que le pudo haber sucedido.

Aquel hombre, había vendido su nombre y ahora estaba rodeada de un grupo de mafiosos, aquella mujer fue abusada y después fue torturada quitándole el rostro y siendo tirada al mar como si fuera basura, aquella mujer no se pudo despedir de su hijo, aquel día un  14 de noviembre del año 1996.

El niño espero en la puerta a su madre mientras preguntaba recurrentemente a la vecina donde estaba su madre, la vecina se cansó y dejó al niño solo. Abandonado en aquel departamento, la vecina robo comida y despensa que había en aquel departamento.

A los días, el hombre llegó al departamento encontrándose con un niño pequeño y Delgado en la puerta, lo reconoció... Era su hijo, el niño se veía cansado, agotado y se veía que no había comido, dormido y mucho menos estaba limpió.

—Te llevaré a un lugar mejor...anda, levántate— dijo aquel hombre mientras intentaba levantar a su hijo, aunque el niño se aferraba al piso mientras decía

—Mami todavía no llega...mimi debe estar aquí hasta que llegue, mami sufre por el trabajo y dice que ver a Mimi la alegra—El hombre lo miro con pena pero únicamente lo tomó y lo sacó del Departamento sin importar los reproches del niño.

Él hombre llevo al niño donde su nueva pareja y con su hija, su mujer enojada al traer a un hijo que no era de ella le dijo que no lo trataría bien, pero al hombre le importó menos, después de 2 semanas, manjiro comió un plato pequeño de arroz.

—Oye, cual es tu nombre?— Dijo aquella niña pensando que era divertido tener un hermano, ella siempre había querido uno.

—mi...miik...mi— aquel niño a duras penas podía hablar bien por la falta de alimentación, la niña pensando que estaba diciendo "Mikey" lo nombró así, aunque el niño se llamaba manjiro, ella lo llamaba así.

Pasaron algunos años, donde aquel pequeño bebé... Dejó de serlo, siendo ahora un niño de 10 años,  el nunca dijo algo sobre su madre, porque el pensaba que ella lo había abandonado.

Pero cada noche, el niño aún con alma de un bebé  todavía, esperaba en la puerta de la habitación, pensando que un día su mamá iba a entrar diciendo que nunca más lo dejaría, aquel niño cada noche cantaba una canción... La canción que le dedicó su madre.

A pesar de que al principio fue medio aceptado por su nueva "Familia" al día no recibia más que un plato pequeño de arroz y siempre tenía que limpiar cosas, fue cuando Emma un día se metió en un problema.

—Ja, ¡este idiota piensa que me va a ganar!—  dijo  uno de los bravucónes, aquel día le dieron  una paliza, pero entendió algo. Que el más fuerte debía sobrevivir, en un mundo donde te atacan sin piedad a pesar de ser inocente, no se podía confiar.

Aprendió a pelear imaginando que defendería así a alguien, a su madre. Que cuando volviera por el, el la defendería de su jefe del trabajo  que siempre la molestaba.
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Nuevamente, aquel hombre  se había metido en deudas y cuentas, el hombre cobarde nuevamente culpó ahora a su mujer y hijos.

Emma y mikey jugaban cuando escucharon como la puerta fue abierta de golpe, unos gritos y después nada, escucharon como pasos se acercaban a ellos.

—Vaya,vaya mire jefe. Estos son los niños, además...hay una niña muy linda— dijo uno de ellos mientras miraban a Emma con demasiada perversidad, Emma asustada se escondió atrás de mikey mientras decía.

—No me pueden hacer nada, ¡o mi hermano les romperá los huesos! — en ese momento, mikey quería decirle a Emma que se callara, era obvio que estos tipos tenían otras intenciones.

Rápidamente agarro a Emma y salieron  corriendo, pero lastimosamente Emma tropezó, haciendo que los hombres los alcanzarán.

—Y que hacemos? Yo no tengo problema con abusar de los dos...— Dijo uno de los tipos mientras eran arrinconados en un callejón, mikey temblo de miedo.

Quería a su mamá, quería volver a los días felices, quería sentir el cariño y afectó de alguien. Nunca había comida nada más que arroz seco y sin sabor durante su vida, la única vez que pudo comer algo fue cuando su madre recibió su sueldo... Ambos emocionados compraron las galletas favoritas de su madre, dorayaki, y esa fue la única vez que comió algo diferente.

Cuando los tipos se acercaban más y más, más gritaba Emma del miedo y más mikey quería gritar mamá, vio una figura femenina acercarse.

Por un momento pensó que era su mamá, que por fin había venido, que lo sacaría de ahí y les daría un golpe a esos hombres por haber hecho llorar a su pequeño bebé, pero pronto todo cayó cuando se dio cuenta que era la mamá de Emma.

—Dejenla, es mi hija y el único  hijo de ese hombre es él!— Gritaba mientras la mujer lo apuntaba, los hombres rieron mientras miraban ahora a Emma que estaba en los brazos de su madre mientras él todavía estaba acorralado.

—¿Es cierto? Niña, dime si ese niño de ahí. ¿Es o no tu hermano?— Emma negó, mientras decía que no una y otra vez, al poco tiempo Emma y su mamá se fueron. Dejándome solo con esos tipos, era verdad, Emma si tenía una mamá que la iba a proteger siempre.

—Bueno, no me molesta abusar de un niño...ven aquí— eso fue lo último que podía escuchar, fue agarrado mientras manos tocaban su cuerpo.

Al día siguiente en el periodico salía la noticia reciente de que un niño pequeño de 10 años fue encontrado en un callejón después de haber sido abusado sexualmente, sin ojos y lengua. Brazos y piernas rotas mientras todo su interior estaba destrozado, muchos se decían "¿quien pudo hacerle eso a un niño de 10 años?" pero nunca hubo justicia, aquel niño de mamá murió el 14 de octubre del año 2006.

"el niño de mamá...debe ir a dormir, porque sino mamá no podrá sonreír, el niño de mamá debe reír para que mamá este feliz..."

Un invierno 28Donde viven las historias. Descúbrelo ahora