2

22 4 1
                                    

.
.
.
.
.
Habían pasado aproximadamente 2 días, dos días en los que mientras estaba en recuperación no me sentí solo. Él pequeño Ángel nunca se callaba, me decía a cada rato.

"ken-chin quiero ver eso"— "ken-chin, deberías al menos disimular"—"Ken-chin..."

Ken-chin todo, no era molesto, me gustaba tener compañia... No sentirme solo, no de nuevo.

Él estaba siempre atrás mío, a veces veía como observaba a varios niño, sobre todo a los recién nacidos. Parecía nostálgico, como si recordará algo pero no sabía que era.

—ken-chin, ¡quiero esas galletas!— grito como niño pequeño, agradecía que nadie pudiera ver eso ya que me sentiría avergonzado.

—¿Porqué pides tanta comida? ¡si los Ángeles no necesitan comer! — Le di un golpe suave a la cabeza, ví como fingió que le dolió mucho.

Podía ser despistado pero no tanto, ese pequeño demonio pegaba demasiado fuerte, tenía la fuerza de 1.000 hombres y fingía que le dolía algo como un toque en la cabeza.

—ken-chin eres malo, que no pueda sentir su sabor y tampoco pueda satisfacer me de comer deliciosos manjares, ¡no significa que se me antojen!— Dijo el pequeño Ángel, Dios. No sabía ni porque le hacía caso, tome la galleta y la tire al carrito de compras.

Este pequeño Ángel me dejaría pobre, no me quedaría ni un peso después y seguía comprando cualquier cosa que él quisiera, porque mikey podía pedir el mundo entero y obviamente no se lo podía dar.

—En total serían...3.765, ¿tarjeta o efectivo?—Suspire mientras le daba 4.000, espere mi cambió y le tire la galleta a mikey

—Come enano, a ver si creces al menos 2 cm— el nuevamente me dio un golpe indignado, yo reí mientras me subía a mi moto y iba directo al burdel.

Mikey decía, "no tengas miedo de donde vienés o con quiénes vives. Mientras sean las personas correctas, deja de pensar en los demás y piensa en tí." era porque al principio de mi niñez, estaba solo por muchas razones.

Siempre decían que parecía mayor y daba miedo a los de mi edad, que porque mi "padre" era demasiado viejo y porque tenía como 5 "madres". Pero cuando dije que  era huérfano y que ellas eran las trabajadoras de ahí y el dueño era mi "padre".

Inmediatamente se asustaron y dijeron que eso era horrible, sobre todo que como no iba a tener una mamá, así fue mi niñez, queriendo ocultar de donde venía y quienes eran las personas alrededor mío.

—Piensas mucho, ¿seguro que no estás  mal de la cabeza también?—escuché decir a Mikey, ni un momento triste podía tener. Él inmediatamente empezaba a molestar, pero era bueno, así dejaba de sobre pensar un poco.

—Cierra el hocico enano—dije mientras le tiraba una almohada, era más divertido tener a alguien con quien compartir cosas, sobre todo personas que te escucharán... Y Mikey es una de esas personas.

Algo raro porque le tome confianza desde el primer momento, eso es raro. Yo, un pandillero confiando fácilmente en alguien...Para mi que ese Ángel utilizó una clase de embrujo y hizo algo.

—Pero ken-chiiiin, yo solo daba mi humilde opinión, ¿acaso estas discriminando  a los Ángeles guardianes? — Ese enano si que sabía como sacarme  de mis casillas, nuevamente le tire la almohada y él cayó, reí mientras me hacía cosquillas.

—Bueno, creo que sí. Así que ahora te haré sufrir hasta que me pidas perdón— dije, Mikey se reía mientras se revolvia en la cama, su risa era linda. Eso lo admito, pero fuera de eso, Mikey tenía abdominales marcados solamente que era delgado.

ví como decía muchas veces "Perdón" porque según se iba a mear, lo solté pero inmediatamente hizo que me cayera de la cama,¿cómo?  Con sus sucios trucos de Ángel.

—Enano tramposo, me vengare— le dije mientras me levantaba, recién me había dado cuenta que tenía hambre y fui a la cocina, Mikey siempre miraba. Como si quisiera saber que le ponía y mayormente preguntaba "¿A que saben?"

—Enano deja de estar comiendo la masa— Dije mientras daba golpes cada que Mikey quería comer algo, no importaba si era masa, crudo, cocido. Él quería probarlo todo, como si nunca hubiera comido nada en su vida.

Entonces surgió aquella pregunta, ¿Al menos Mikey había llegado a ser humano?  Siempre veía que las almas puras se hacían Ángeles, ¿sería malo preguntarle?

—Enano, ¿recuerdas algo de su vida como humano? — pregunté algo nervioso, que tal si lo afectaba. O peor , si hacia que reviviera algún trauma del pasado.

Él dejó de comer y inmediatamente sentí miedo, no sé porque. Sus ojos azules oscuros iban oscureciendo mientras este miraba hacia la nada misma, posiblemente buscando su propia respuesta que no iba a lograr fácil.

—De hecho...solo recuerdo que había pasto...flores y una niña al lago mío, también había dos señores...— parecía no recordar más, eso era malo. O sea, o bien podía tener memoria corta o...sucedió algo mucho peor.

Trate de calmarme mientras le decía a Mikey que siguiera comiendo, sus ojos cambiaron y entonces lo entendí todo, no iba a decir más.

Si a él le dolía recordar, no diría nada. En cambio, toda la tarde de ese día hicimos varias cosas. Hornear galletas, bañarnos, entrenar.

Él parecía normal, aunque ese pensamiento no dejó mi cabeza, aún en la noche donde Mikey dormía. No pude olvidar, debía asegurarme que al menos Mikey iba a vivir feliz desde ahora.

—Luna, te pido porfavor que hagas olvidar esos momentos a este enano, al final...él no tenía culpa— Dije mientras veía como él Ángel descansaba, mis peticiones serían escuchadas, no tenía dudas.

Con eso, nos quedamos dormidos mientras buscábamos apoyo mutuamente de parte de los dos, era como si hubiera encontrado la última pieza que me faltaba.

Era extraño? Sí, porque siempre me dije a mi mismo que serían únicamente mujeres a las que elegiría, y bueno. La Luna me trajo a un hombre, algo era algo, me quedé dormido.

—oh ken-chin, ¿que haré ahora?—





.
.
.
.
.
.
Quisiera saber si les interesaría un capítulo del pasado de Mikey, entenderían mucho mejor. Dato curioso, los Ángeles no tienen papilas gustativas y mucho menos pueden sentir cosas como daño, risa y enojo.

Un invierno 28Donde viven las historias. Descúbrelo ahora