Min Yoongi ha encontrado al prospecto perfecto para casarse pero al poner su plan en marcha se encuentra con la grata sorpresa de que la conquista está siendo el y no aquel atractivo abogado de trasero pomposo, Park Jimin.
̶Y̶̶o̶̶o̶̶n̶̶m̶̶i̶̶n̶
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Los flash iban directo a su cara pero el no parpadeo en absoluto, manteniendo su rostro con una sonrisa ladina que dejaba ver sus preciosos dientes.
Tenía una polera y unos pantalones de vestir blancos con un suéter rojo brillante dando le un pop de color, su cabello le dejaba un fleco con algo de volumen para que su rostro se admirara perfectamente.
Llevaban una hora y media en esa sesión sin contar el proceso de su maquillaje, vestimenta y peinado. En todo ese tiempo Park no pudo pensar en otra cosa más que toparse con Min Yoongi, en cada paso que dió por toda la empresa se imaginaba a Yoongi caminar hacia el.
Sin embargo, no sucedió.
Cuando la fotógrafa dio un pequeño descanso para todo el equipo Jimin no perdió el tiempo, pregunto por el baño y escapó de aquel estudio. No tenía idea de dónde sería la oficina de Min pero sabía que probablemente estuviera en el último piso, una vez el ascensor se abrió, paso.
Cuando llego a su destino observo como había dos caminos a tomar, en el pasillo de la derecha se escuchaba el ajetreo de gente, sabía que Min tenía una oficina propia pero eso no quitaba que podría estar teniendo una reunión con su equipo de trabajo o supervisando otras actividades.
Cuando se había decidido por ir a la derecha, se dió cuenta que estaba equivocado.
Min Yoongi apareció por el pasillo de la izquierda con el ceño fruncido en unos documentos. Su cabello seguía peinado perfectamente hacia atrás con su frente descubierta, con el mismo traje oscuro de siempre.
—¡Hyung!— lo llamo y este levanto su vista.
Yoongi se sorprendió de encontrarlo ahí, hace pocos momentos estaba sentado en su oficina buscando por la computadora el nombre de Park Jimin, tratando de recolectar información como un fanboy.
Y ahora tener al pequeño joven delante de el, mirándolo con una sonrisa tan inocente, con ese conjunto algo ceñido al cuerpo, el único impedimento para terminar de verlo bien era ese sueter rojo.
—Jimin, h-hola— el mayor aclaro su voz un poco al tartamudear.
—¡Me alegra encontrarlo!— dijo muy efusivo el menor.
—A mi también, disculpa por no haber ido a verte antes estoy solucionando unos problemas, mal manejo de publicidad— el pelinegro rasco su nuca mostrando su inconformidad pero aun así regalando una sonrisa relajada al menor, siendo amable.
—Descuide Hyung, seguramente siempre tiene mucho trabajo es una empresa grande—
—Bueno, con el nuevo lanzamiento todos estamos ajetreados— Jimin le regaló un puchero y junto sus manos detrás de su espalda dándole una visión tierna al mayor.
—Que lastima, y yo que pensaba que podríamos salir despues— el castaño le dió una sonrisa tímida.
Min se sorprendió ante aquella insinuación, no creyó que el joven fuera capaz de lanzar una indirecta como esa pero de cierta forma lo había hecho muy a su manera, tímidamente y temeroso.
—Aunque si ese es el caso, me alegra haber venido a buscarlo— está vez el menor no lo miro, solo bajo la cabeza y soltó una pequeña risa.
En esos momentos el mayor se alegro de que el castaño no lo estuviera viendo, de alguna manera que el menor haya expresado tan abiertamente que venía a buscarlo por mero gusto y con la intención de invitarlo a salir hizo que, tal vez, sus mejillas adquirieran un color rosado ligero, algo que no iba de acuerdo a la expresión de su rostro.
Yoongi mordió un poco su labio, Jimin ya le había robado bastantes "primeros pasos" en "su relación" de alguna manera siempre terminaba adelantandose antes de que Yoon se diera cuenta.
Le preocupaba un poco que Jimin pensara que el no tenía iniciativa, Min lo que más quería era demostrarle su interés por el.
—Lamentablemente está semana me es imposible salir— dijo el mayor con pesar captando la atención del castaño —pero aún así tenía pensado invitarte, bueno, no sé si te interese o guste pero creo que por lo menos sería una experiencia nueva—
—¿De que se trata?— pregunto con un brillito en sus ojos.
—Mi amigo, Kim Taehyung, que es mejor conocido como vante tiene una inauguración sobre su galería de arte el próximo miércoles en la noche, me encantaría que vinieras conmigo y que fuéramos a cenar después— la voz de Yoongi sonaba segura, incluso seductora.
Jimin fingió encogerse un poco en su lugar por la supuesta vergüenza.
—Me gustaría mucho ir con usted— Jimin hubiera preferido mil veces contestar con algo más pícaro y coqueto, pero aún no era momento.
—Espero que está vez pueda llevarte a tú casa— Yoongi lo señaló con el dedo cuando vío como el menor empezó a negar con su cabeza —y no acepto un no por respuesta— con eso rio Jimin.
—De acuerdo—
Yoongi le sonrió de forma ladina mientras se iba al pasillo derecho, justo cuando el castaño miro su espalda pensó que eso era todo, que el mayor se iba en una despedida silenciosa y calmada. Hasta que se detuvo y se giro a mirarlo.
—Es una cita— dió por hecho y Jimin asintió sonriente —suerte en la sesión, te ves muy lindo— con esto último dicho Yoongi se fue.
El castaño volvió al ascensor, aún manteniendo esa sonrisa tan inocente que posee incluso si no era su intención.
Pensó en el cumplido de Yoongi y rio un poco ante ello, era un cumplido lindo, dulce, algo cálido pero nada intimidante, nada parecido a los halagos que el le daría a su mayor si dijera todo lo que realmente piensa y dejara esa fachada de niño tímido.
Al contrario de el, Yoongi se sentía como un ganador después de haberlo invitado a salir y seguramente hacerlo sonrojar por lo último que le dijo.
Yoongi sentía que iba por buen camino, mientras nada se interponga en su cita seguramente Jimin quedaría fascinado con el.
Lo único que Min no veía era que su mayor impedimento no sería el clima, la hora o su vestimenta, si no el mismísimo Park Jimin.
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