Al salir de clase, Rivers se dirigió de inmediato a una pastelería que acababa de abrir para comprarle a su bebé sus dichosos antojos caminó por las calles de la ciudad y vio a la gente apresurarse, cada uno con su propio trayecto.
Las aceras agrietadas y las viejas estructuras de la ciudad se fundían con el aire cargado de niebla contaminante, sin que pareciera sobrar ni un minuto.
Los coches circulaban por las ajetreadas calles de Monterrey, el sangriento flujo de la ciudad resquebrajándose y mostrando lentamente la decadencia urbana mientras Rivers se encontraba caminando hacia un local de comida rápida.
Si Ari fuera un cachorro, seguro que habría agudizado el oído al oir el tintineo de las llaves. Cuando la puerta se estaba abriendo y el silbido casual de Rivers se hizo más fuerte, la chica ya estaba frente a ella; sus grandes ojos felinos miraban atentamente la bolsa que colgaba de su delgado brazo.
—Comida—. Se limitó a decir mientras cogía la bolsa y echaba a correr. Ignoró la risita de su novia mientras la colocaba sobre la mesa y sacaba lo que había dentro, chillando feliz al ver el trozo de tarta, de aspecto tan delicioso con nata montada decorándola y una dulce fresa encima.
—Toma.— Rivers le ofreció una cuchara, sentándose a su lado, y Ari la recibió al instante, sin perder tiempo para empezar a comer.
La sonrisa de Rivers no se había borrado en absoluto, encantada por la forma en que su linda novia mordisqueaba el pastel; las mejillas llenas y un pequeño puchero en los labios, con un poco de crema en ellos.
—¿Está bueno?— Preguntó.
Ari asintió enérgicamente con la cabeza en respuesta. En cuanto tragó la comida, la atacó a preguntas.—¿Dónde lo has comprado? ¿Es un sitio nuevo? ¿Podemos ir otro día? Está tan delicioso, ¡me encanta!
Rivers volvió a reír, buscando sus labios, Ari le devolvió el beso con alegría. Sintió que la más joven le lamía el lateral de la boca antes de apartarse.—Mmm, la crema seguro que está deliciosa.— Ari asintió con la cabeza.
—¿Has comido algo? —Preguntó, cogiendo otra cucharada y poniéndola delante de la cara de Rivers. El gesto hizo que una dulce sonrisa floreciera en el rostro de esta última. Todavía recordaba cuando eran más jóvenes, y Ari, siendo la persona más generosa que conocía –siempre compartía todo con ella –era posesiva cuando se trataba de su tarta de fresas. A su bebé le gustaba mucho.
Aceptó el bocado, cerrando los ojos mientras masticaba. Canturreó satisfecha: ¡sabía realmente bien! Anotó mentalmente el nombre de la tienda para ir allí la próxima vez que su bebé quisiera un postre.
—Un poco. Sólo un frappé entre clases. Pensaba pedir algo ahora.
Ari sacudió la cabeza, con los labios manchados de crema de nuevo; Rivers se los limpió con el pulgar, lamiéndose el dedo después. La rubia no se inmutó por sus acciones. —He hecho Chilaquiles. Sólo falta servirlo.
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𝙉𝙄𝙂𝙃𝙏𝙏𝙄𝙈𝙀 ★| ʀɪᴠᴀʀɪ ɢ!ᴘ
FanfictionNIGHTTIME-RIVARI |G!P Samantha es insaciable. No, de verdad, Abril no puede contar cuántas veces se ha despertado con su querida novia gimiendo entre sus piernas. Sus gemidos tiernos y lindos ahogandose dentro de ella mientras su lengua lamia sus pa...