El semestre avanzaba rápidamente, y con cada día que pasaba, mi vínculo con Cedric se hacía más fuerte. Sarah, siempre perceptiva, había notado cómo mis sentimientos por él habían crecido. Una tarde, mientras nos preparábamos para una salida, me miró con una sonrisa traviesa.
—Hazel, ¿cuándo piensas hablar con Cedric sobre lo que sientes? —preguntó, sentándose a mi lado en la cama.
Suspiré, sintiendo una mezcla de nerviosismo y esperanza.
—No lo sé, Sarah. Es complicado. Tengo miedo de que nuestras carreras y futuros planes puedan separarnos.
Sarah tomó mis manos, mirándome con seriedad.
—Hazel, a veces debemos tomar riesgos por las personas que realmente importan. Si Cedric es importante para ti, vale la pena intentarlo.
Esa noche, mientras caminábamos por el campus, mi mente estaba llena de pensamientos. Cedric y yo habíamos planeado una salida al parque para despejarnos del estrés académico. El parque estaba tranquilo, iluminado por la suave luz de la luna y las farolas.
Nos sentamos en un banco, y el silencio entre nosotros era cómodo, pero cargado de una tensión que no podía ignorar. Cedric fue el primero en romper el silencio.
—Hazel, hay algo de lo que he querido hablar contigo desde hace tiempo —dijo, su voz era suave pero firme.
Mi corazón comenzó a latir más rápido.
—¿De qué se trata, Cedric?
Cedric tomó una profunda respiración y me miró directamente a los ojos.
—Hazel, sé que ambos tenemos sueños y ambiciones, y que nuestras vidas pueden tomar caminos diferentes. Pero también sé que nunca he sentido algo tan fuerte por alguien como lo siento por ti. Eres mi amiga, mi confidente, y alguien con quien quiero compartir mi vida.
Sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas mientras escuchaba sus palabras.
—Cedric, yo... siento lo mismo. He estado luchando con estos sentimientos porque no quiero que nada se interponga en nuestros sueños. Pero no puedo negar lo que siento por ti.
Cedric se acercó, tomando mis manos entre las suyas.
—Hazel, creo que podemos encontrar una manera de hacer que funcione. No quiero perderte. Estoy dispuesto a enfrentar cualquier desafío si eso significa que podemos estar juntos.
Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas. Nunca me había sentido tan vulnerable y al mismo tiempo tan segura.
—Cedric, quiero estar contigo. Quiero que sigamos nuestros sueños juntos, apoyándonos mutuamente en cada paso del camino.
Cedric me abrazó, y sentí una oleada de emociones que no podía contener. Nos quedamos así, abrazados bajo la luz de la luna, sintiendo que habíamos encontrado algo verdaderamente especial.
—Gracias, Hazel, por darme esta oportunidad —susurró Cedric en mi oído—. Prometo que haré todo lo posible para que nuestro amor crezca y prospere.
Nos separamos solo lo suficiente para mirarnos a los ojos, y en ese momento, sentí una conexión profunda, como si nuestros corazones latieran al unísono.
—Yo también lo prometo, Cedric. Juntos podemos enfrentar cualquier cosa.
Esa noche, mientras caminábamos de regreso, tomados de la mano, supe que habíamos tomado la decisión correcta. Sarah nos esperaba en el dormitorio, y cuando vio nuestras manos entrelazadas, supo de inmediato lo que había sucedido.
—Finalmente, —dijo con una sonrisa radiante—. Estoy tan feliz por ustedes.
Nos abrazamos los tres, sintiendo que habíamos entrado en una nueva etapa de nuestras vidas. Cedric y yo habíamos decidido estar juntos, y con el apoyo de nuestra fe y de amigos como Sarah, sabíamos que podíamos enfrentar cualquier desafío que se nos presentara.
En los días siguientes, Cedric y yo comenzamos a planear nuestro futuro juntos, hablando sobre nuestros sueños y cómo podríamos hacer que se complementaran. Sabíamos que no sería fácil, pero estábamos dispuestos a trabajar duro para lograrlo.
Una noche, mientras estábamos sentados en la sala de estar de nuestro dormitorio, Cedric me miró con seriedad.
—Hazel, quiero que sepas que estoy completamente comprometido contigo y con nuestro futuro. Quiero que hagamos esto bien, con la guía de Dios y el apoyo de nuestros amigos y familias.
Sentí una profunda gratitud y amor por Cedric. Habíamos encontrado algo hermoso y verdadero, y estaba decidida a mantenerlo.
—Yo también, Cedric. Estoy lista para enfrentar lo que venga, siempre y cuando estemos juntos.
Nos abrazamos de nuevo, sintiendo la fortaleza de nuestro amor y nuestra fe. Sabíamos que el camino no sería fácil, pero estábamos listos para enfrentarlo juntos, con Dios guiándonos en cada paso del camino.
![](https://img.wattpad.com/cover/369240834-288-k36786.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Bajo su Mirada
Roman pour AdolescentsEn el campus universitario de la Universidad Cristiana de San Marcos, el bullicio de la vida estudiantil llenaba el aire mientras los jóvenes se apresuraban de una clase a otra, con libros en la mano y sueños en el corazón. Entre la multitud, una es...