Capítulo 6

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Chaeyoung estaba en shock, no entendía por qué el rostro de Mina lucía así, marcas de cachetadas y moretones en sus ojos no pasaban desapercibidos, era innegable que la mayor tenía unos hermosos y tiernos ojitos, pero sin duda lucirían aún mejor si esas marcas de agresión que tenía. 

―Chaeyoung suéltame.―Pidió la mayor intentando cubrirse la cara. 

Pero Chaeyoung inmovilizó sus manos con una de las suyas y con la otra la tomó del mentón para analizar aquellas heridas.

―¡Chae! ¡Basta, te dije que me sueltes!―Intentó zafarse la mayor.

―Mina, ¿Quién te hizo eso?―Chaeyoung preguntó totalmente seria aún sin soltarla.

―No te importa, solo déjame.―Pidió la mayor al borde del llanto.

―¿Fue él?―Un sollozo fue la única respuesta que recibió―Mina, ¿Tu esposo te hizo esto?

―¡¿Por qué lo acusas de algo así?! Eso no te incumbe.―Mina gritó llorando aún con las manos aprisionadas. 

―¡Lo acuso porque no convives con nadie más que él aparte de mí, lo sé porque estuviste disponible para mí cada maldita mañana de lunes a viernes, y por las tardes y el fin de semana él fue el único que estuvo contigo, además yo no te lastimé, jamás lo haría, entonces nadie más que él pudo haberlo hecho!―Chaeyoung levantó la voz.

Y Mina dejó de hacer cualquier tipo de esfuerzo por soltarse, simplemente apoyó su cabeza contra el pecho de Chaeyoung y comenzó a llorar.

Entonces Chaeyoung la soltó y la abrazó. Acarició suavemente su cabello y espalda aún sin poder sacarse de la mente las imágenes de las heridas de Mina.

Estuvieron un rato así hasta que la mayor dejó de llorar y justo cuando Chaeyoung creyó que la contraria se había dormido la escuchó hablar.

―Solo no te metas en mi matrimonio, por favor.―Pidió con un susurro.

Chaeyoung no quería hacer eso, ella si quería meterse en su matrimonio, quería ir a la casa de Mina a buscar a ese infeliz y partirle la cara, quería lastimarlo diez veces más de lo que había lastimado a Mina, quería herirlo, mandarlo al hospital, quería...

―No lo haré, tranquila.―Quería demasiadas cosas, pero solamente se limitó a asentir y seguir la petición de Mina―Solo no me pidas que me aleje. 

Y Mina asintió, parecía un buen trato seguir las cosas normales, solamente que ahora tenía miedo de que Chaeyoung no la tratara igual, lo último que quería era dar pena, después de todo Chaeyoung era su amiga por decisión propia, no quería que Chaeyoung se quedara a su lado solo por lastima, si tan solo pudiera regresar unos minutos en el tiempo para no revelar sus heridas, si tan solo no fuera tan tonta, se odiaba ahora mismo por eso, no quería complicar las cosas y menos cuando todo parecía ir tan bien.

Entonces la mayor se levantó, necesitaba tiempo a solas para pensar, ahora una persona más aparte de ella y su esposo sabía sobre el maltrato que recibía en casa.

Creyó que se iría fácil, pero no se esperó que Chaeyoung la tomara de la mano y no la dejara seguir caminando. 

―No te vayas.―Chaeyoung pidió mirándola a los ojos―Por favor.

―Chae...

―Al menos déjame curar tus heridas antes y si después quieres irte lo aceptaré.―La menor habló sosteniendo con ambas manos la mano de Mina. 

Entonces a la japonesa no le quedó otra opción más que asentir sintiendo como Chaeyoung tiraba de su mano para llevarla hasta su habitación.

Una vez llegaron a la habitación, Chaeyoung entró al baño en busca de un botiquín de primeros auxilios mientras que Mina se sentó en la cama, si bien las heridas en Mina no eran recientes, al menos podría aplicarle una crema que ayudara a desvanecer las marcas de violencia en la mayor. 

Al regresar encontró a la japonesa mirando a su alrededor aún sentada en la cama, Mina recordaba que Chaeyoung solamente llevaba 4 semanas en Corea y sin embargo toda su casa realmente lucía muy bien amueblada ¿Cuánto dinero tenía esa mujer para vivir así?

Chaeyoung por su parte se acercó hasta donde la contraria estaba para agacharse un poco y comenzar a frotar algo de crema en sus hematomas. 

Estaban en silencio mientras Chaeyoung acariciaba, con sus dedos llenos de crema los hematomas de la mayor, estaba concentrada, frotando con delicadeza cuando Mina rompió el silencio. 

―¿Por qué compraste un piano que jamás tocaras? Digo, los pianos no son nada baratos.―Ella fue directa, realmente tenía dudas acerca de eso. 

Chaeyoung rió. 

―La sala era demasiado grande, hacía falta una decoración.―Mina continuó mirándola―Además lo conseguí a un buen precio, la escuela donde trabajo quería deshacerse de él.

―¿Eres maestra?―La japonesa preguntó interesada.

―Algo así, soy más bien una coreógrafa. 

―¿Y por qué viniste a trabajar hasta Corea?

―¿A donde tan preguntona?―Chaeyoung bromeó bajando su mano a la próxima herida en el pómulo de Mina.

―Lo siento.―Se disculpó la mayor bajando la cabeza.

―Solo bromeo.―La coreana aclaró levantando el mentón de Mina con su otra mano para poder seguir esparciendo crema―Cuando estaba en Australia gané algunos premios en competencias de baile, entonces recibí una propuesta de trabajo de la escuela de artes múltiples SOPA, ¿Haz escuchado hablar de ella?

―¿La escuela de idols?―Mina estaba realmente sorprendida.

Chaeyoung soltó una leve risita. 

―Si, algunos idols suelen estudiar ahí. 

―Oh por dios, debes ser una muy buena bailarina entonces. 

―Solo lo intento.―Chaeyoung respondió con modestia para bajar su mano hasta la siguiente herida de Mina. 

La ruptura en su labio.

La mayor no podía hablar, Chaeyoung necesitaba curar su boca y además, ella no encontraba nada que decir al estar tan concentrada en las caricias que Chaeyoung le otorgaba en los labios.

Desafortunadamente ambas dieron un sobresalto al escuchar la alarma de Mina informando que era hora de separarse. 

―Gracias por todo, pero ahora debo irme.―Mina informó levantándose de la cama. 

―¿Volverías mañana?―Chaeyoung preguntó con ojitos de cachorro―Yo... quiero escucharte tocar el piano. 

Mina lo pensó un poco, ella realmente quería volver... Entonces asintió, necesitaba sentir de nuevo esa cálida sensación de la cercanía de Chaeyoung. 

Quería que la semana transcurriera así, tal como lo había sido la semana anterior, porque gracias a Chaeyoung, el infierno que vivía con su marido ya no era tan espantoso, a pesar de esas tardes de dolor ella tenía la esperanza de poder refugiarse en Chaeyoung al siguiente día. Eso la mantenía un poco tranquila. 

Y aunque Chaeyoung no quería dejarla regresar a casa con ese monstruo que vivía con ella, no tuvo más remedio que verla partir.

𝘌𝘴𝘵𝘦𝘳𝘪𝘭 ➛ ⌜𝘔𝘪𝘤𝘩𝘢𝘦𝘯𝘨 𝘎!𝘗⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora