Capítulo 7

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La semana continuó transcurriendo, Chaeyoung había desarrollado cierto instinto protector hacia la japonesa desde que descubrió lo que la mayor vivía, ella quería cuidarla siempre y detestaba tener que dejarla en casa sola con ese monstruo que tenía como esposo, sin embargo no podía hacer mucho cuando la misma Mina le había pedido que no interviniera en su matrimonio, Chaeyoung se sentía impotente, solo quería lo mejor para Mina, pero esta parecía no querer aceptar su ayuda.

Sin embargo no pudo negarse cuando Chaeyoung llegó a su casa con una bolsa de comida en una mano y en la otra una cajita con cremas para sus heridas la cual le obsequió. 

Cada día Chaeyoung había ido para encargarse ella misma de tratar las heridas de Mina, lo estuvo haciendo por un par de semanas hasta que las heridas en su rostro se volvieron casi imperceptibles a tal punto de que aún la misma Mina era incapaz de distinguirlas en su piel, ella se sentía feliz, adoraba lo bien que se sentía los dedos de Chaeyoung sobre su piel cuando acariciaba su rostro con cremas calmantes y regenerativas.

Chaeyoung estaba orgullosa de su trabajo, ahora el rostro de Mina lucía saludable y todo gracias a ella, no podía sentirse mejor al mirar a Mina curada y feliz, poco a poco se estaba enamorando de la hermosa sonrisa que la mayor le regalaba, era la persona más feliz del planeta cuando recordaba que el bienestar en Mina se debía a ella, pero aún así temía dejarla por las tardes a solas con BamBam, ella había visto al tailandés en fotos, solamente deseaba encontrárselo algún día en la calle y utilizar cualquier pretexto para golpearlo hasta dejarlo inconsciente.  

La coreana aún no sabía hasta donde llegaría todo esto, ella quería a Mina, desde el día uno ella había llamado su atención y ahora que conocía su historia no deseaba más que sacarla de ahí, quería salvarla de su esposo, cuidarla y asegurarse de que nada malo volviera a sucederle jamás. 

Pero no podía hacer nada cuando Mina prácticamente se lo había prohibido. 

No podía evitar que BamBam la lastimara, solo podía curar sus heridas después de que todo hubiera pasado y eso a Chaeyoung le dolía. 

Ella supo un poco después la razón inválida del maltrato que recibía su mayor y le parecía algo muy cobarde el hecho de que BamBam desquitara su coraje con su esposa, ella no tenía la culpa de nada, después de todo Mina no había decidido no darle hijos, simplemente ella no había podido y eso no tenía porqué ser algo malo, tal vez la vida no quería que un bebé sufriera de maltrato como Mina lo hacía, ese hombre no merecía un hijo, no merecía ni siquiera una esposa, entonces él no podía exigirle nada a Mina cuando él era un hombre muy malo. 

Además, Mina era una mujer demasiado hermosa como para estar con ese hombre tan insuficiente, ella no merecía ser usada como una máquina para procrear, una mujer como ella se merecía el mundo entero, ¿Acaso BamBam solamente la utilizaba para intentar tener un bebé? Eso era injusto, las mujeres no eran una fábrica de bebés ni nada por el estilo, una mujer como ella debía ser complacida y Chaeyoung estaba totalmente segura de que alguien como BamBam era incapaz de conseguirlo. 

―¿Entonces su único propósito es procrear?―Chaeyoung preguntó incrédula. 

―Así es, pero yo no he podido darle un hijo, entonces... Todo ese maltrato es mi culpa.―La mayor bajó la cabeza al decirlo.

―Oye, no digas eso.―Chaeyoung pidió tomando las manos de la contraria mientras buscaba su mirada―Tú no eres culpable de nada, no vuelvas a decir algo como eso. 

―Pero, soy una mujer incompleta si no puedo embarazarme. 

―Yah, Mina, ese hombre te ha lavado el crebro, las mujeres no son una máquina de bebés. 

―Pero Chae...―Mina iba a empezar a llorar. 

―¿Cuándo fue la última vez que BamBam te dió un orgasmo?

Mina abrió los ojos en grande. 

―Chae... ¿Qué dices?―Ella estaba muy sonrojada. 

Demasiado sonrojada. 

―Hablo en serio, ¿Hace cuánto no tienes un orgasmo? 

―Yo...―Mina no sabía qué responder. 

―Diablos, ¿Al menos alguna vez te ha dado uno?

Mina negó con las mejillas rojas. 

Y Chaeyoung abrió los ojos en grande. 

―¿Me estás diciendo que llevas al menos cinco años sin un orgasmo?

Mina estaba muy avergonzada, llevaba cinco años de casada, pero antes de su esposo nunca tuvo relaciones sexuales con nadie, su familia le había enseñado que debía llegar virgen al matrimonio y ella lo hizo. 

―Yo... Bueno... Antes de casarme... Yo no...

―Mina, tranquilízate.―Chaeyoung pidió con una risita al verla tan nerviosa. 

―¡Nunca he tenido uno!―Ella soltó dejándose caer contra el pecho de Chaeyoung, estaba muerta de la vergüenza―¿Podemos cambiar de tema?

―Diablos, entonces te acostaste con el menos apto.―Chaeyoung razonó.

―Llegué virgen al matrimonio, ¿Podemos cambiar de tema?―Volvió a preguntar aún escondida en el pecho de Chaeyoung. 

―¿Nunca te tocaste?

―¿Podemos cambiar de tema?―Insistió.

―Relájate, estamos en confianza y este tema es importante. 

―Pero me avergüenza.―Ella se sinceró. 

―Es algo natural Mina, pero no es nada natural que tu esposo no pueda complacerte, ¿Qué clase de hombre es entonces?

―¡Oye! Es solo que él está más enfocado en tener un hijo.

―Es solo que es egoísta, busca su propio placer y no le importa nada más que eso. 

―Basta, pedí cambio de tema.―Mina una vez más insistió avergonzada. 

―Lo siento.―Chaeyoung pidió intentando levantar el rostro de Mina para mirarla, pero ella insistía en esconderse en su pecho.

―Déjame, estoy muy avergonzada.―Pidió la mayor abrazándose fuerte del torso de Chaeyoung para que esta no pudiera alejarla de su escondite. 

Y Chaeyoung rió abrazándola también. 

―Nunca me toqué porque me dijeron que eso era malo.―Confesó aún escondida. 

―¿Por qué sería malo?

―Mis papás eran religiosos y decían que m-masturbarse era malo.―Ella ni siquiera podía decir la palabra sin avergonzarse nuevamente. 

―No lo es, es peor entregarse a alguien sin amor.

―Pero aquí estoy, es la vida que me tocó.―Mina se encogió de hombros restándole importancia. 

―Eso podría ser diferente.―La menor soltó con total sinceridad.

―¿Cómo?―Ella quería saber, estaba realmente interesada. 

―Pues...―Y Chaeyoung también quería decirlo.

Sin embargo la alarma de Mina la interrumpió. 

Chaeyoung debía irse. 

Debía dejarla en manos de ese bastardo con la inseguridad de poder encontrarla al día siguiente con nuevas heridas de maltrato. Y ella no quería eso, le había costado tanto quitarle esas marcas de violencia como para que de un día a otro su esposo le hiciera nuevas. 

Pero no podía hacer nada más. 

Nada más que irse. 

𝘌𝘴𝘵𝘦𝘳𝘪𝘭 ➛ ⌜𝘔𝘪𝘤𝘩𝘢𝘦𝘯𝘨 𝘎!𝘗⌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora