CAPÍTULO 2

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El paddock de la carrera de Fórmula 1 bullía con un frenético entusiasmo, mientras el gran día de la competencia se acercaba a pasos agigantados. Las instalaciones estaban en un estado de preparación intensa, y cada rincón del paddock vibraba con una mezcla de anticipación y concentración.

Las carpas de los equipos se alineaban en una serie de trailers elegantes y garajes, todavía en proceso de ser organizados para el gran evento. El aire estaba cargado de un zumbido constante: el sonido de herramientas eléctricas, el murmullo de conversaciones apresuradas y el ocasional rugido de un motor en pruebas. Los mecánicos, vestidos con overoles de colores vivos y con el logotipo del equipo estampado en el pecho, se movían rápidamente entre los autos de carreras, realizando ajustes finales y revisiones minuciosas.

Jungkook, el piloto estrella, estaba en el centro de toda esta actividad. Se encontraba junto a su coche, que relucía bajo las luces del paddock, mientras supervisaba a su equipo. Con una mirada atenta y concentrada, Jungkook revisaba cada detalle del vehículo. Las ruedas eran examinadas con precisión, y los técnicos ajustaban los alerones y los sistemas de suspensión. El rostro de Jungkook mostraba una mezcla de determinación y concentración, evidenciando la importancia que le daba a cada aspecto del rendimiento de su coche.

En una esquina del paddock, una gran carpa con el logotipo del equipo servía como centro de operaciones. Dentro, un equipo de ingenieros revisaba datos en pantallas de última tecnología, analizando las estadísticas de las pruebas y ajustando las estrategias. Jungkook se dirigía a menudo hacia allí para consultar los últimos informes y discutir las posibles modificaciones con sus ingenieros, todo mientras se mantenía al tanto de cualquier cambio en el clima o en la pista.

A su alrededor, el ambiente era una mezcla de caos ordenado y lujo. Los trailers de los equipos, con sus diseños llamativos y colores brillantes, estaban organizados con precisión, mientras los asistentes de los patrocinadores y los miembros del equipo se movían entre ellos, preparando regalos y áreas de hospitalidad para los invitados VIP que pronto llegarían. El aroma a gasolina y neumáticos nuevos impregnaba el aire, mezclándose con el sonido de los motores en pruebas que resonaba a lo lejos.

Entre tanto bullicio, los reporteros y camarógrafos comenzaban a montar sus equipos, preparándose para capturar cada momento importante del día. Algunos se acercaban a Jungkook, cámara en mano, buscando declaraciones rápidas mientras él se aseguraba de que todo estuviera en su lugar. Las entrevistas y las fotos parecían ser un añadido a la rutina intensa, una parte inevitable de ser una estrella en el mundo de las carreras.

Mientras Jungkook supervisaba el trabajo de su equipo, lanzaba miradas rápidas hacia el reloj. Sabía que cada minuto contaba y que el tiempo para los ajustes finales se estaba agotando. A pesar de la prisa, mantenía una actitud serena y una sonrisa de confianza, proyectando una imagen de control en medio de la agitación. Cada pequeño ajuste, cada detalle revisado, era una pieza crucial en el engranaje de lo que prometía ser una carrera espectacular.

El paddock seguía su ritmo acelerado, preparándose para el día en que el rugido de los motores tomaría el protagonismo absoluto, mientras Jungkook y su equipo se aseguraban de que todo estuviera a la perfección para el desafío que se avecinaba.

—¿Saben a qué hora será la entrevista de mañana? —preguntó Jungkook mientras bebía un sorbo de agua, notando que el calor se volvía insoportable. Aunque ya había probado su auto, aún quedaban algunos arreglos por hacer.

—Será por la noche. Al parecer, quieren combinar la entrevista con un programa de entretenimiento —comentó uno de los miembros del equipo.

Jungkook asintió, suspiró y terminó la botella de agua.

BEATS OF BETRAYAL - KOOKV - JHULYTKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora