En el deslumbrante mundo de las carreras de alta velocidad y la fama resplandeciente, dos corazones laten al ritmo del destino en Beats of Betrayal.
Jungkook, un prodigio de las carreras egocéntrico, lo tiene todo: fama, fortuna y la emoción de la p...
Las luces estroboscópicas parpadeaban sobre la multitud mientras la música pulsaba a través del exclusivo club en Bélgica. La medianoche había llegado y la fiesta estaba en su apogeo. Los asistentes, vestidos con atuendos elegantes y costosos, llenaban la pista de baile y las áreas VIP, disfrutando de bebidas caras y conversaciones animadas. Taehyung, llevado al club por un compañero de trabajo con la intención de liberarse del estrés, caminaba entre la multitud, tambaleándose ligeramente debido a la cantidad de alcohol que había consumido.
—Vamos, Taehyung, necesitas relajarte y divertirte —dijo su amigo, dándole una palmada en la espalda antes de desaparecer en la multitud.
Taehyung sonrió débilmente, intentando seguir el consejo de su amigo. Su mente estaba nublada por el alcohol, pero la atmósfera vibrante del club lo mantenía despierto. Mientras avanzaba hacia la pista de baile, chocó inesperadamente con alguien. Las copas que la otra persona llevaba se derramaron ligeramente, y ambos se miraron con sorpresa.
—Lo siento, no te vi venir —dijo Taehyung, tratando de mantener el equilibrio.
—No te preocupes, no ha sido nada grave —respondió Jungkook, sonriendo con calidez.
Jungkook, con un par de bebidas en las manos y una sonrisa encantadora, observó a Taehyung. Aunque estaba un poco borracho, había algo en la mirada de Taehyung que le resultaba familiar y entrañable, pero las luces dificultaban su concentración. Con su cabello cuidadosamente peinado hacia atrás y una camisa ajustada que resaltaba sus músculos, Jungkook irradiaba confianza y un atractivo coqueto.
—¿Te gustaría bailar? —preguntó Jungkook, ofreciendo una de las copas a Taehyung.
Taehyung aceptó la copa con una sonrisa y siguió a Jungkook hacia la pista de baile. La música envolvía a ambos mientras comenzaban a moverse al ritmo, sus cuerpos sincronizándose casi de manera instintiva. A medida que bailaban, Jungkook se inclinaba más cerca, sus ojos brillando con una mezcla de diversión y deseo.
—¿Sabes? Eres un muy buen bailarín —dijo Jungkook en voz baja, casi susurrándole al oído.
Taehyung sintió un escalofrío recorrer su espalda y rió nerviosamente.
—Gracias, tú también —respondió, intentando mantener la compostura.
Jungkook se acercó aún más, su aliento rozando la mejilla de Taehyung. La cercanía hizo que Taehyung se sintiera un poco mareado, no solo por el alcohol, sino por la intensidad de la mirada de Jungkook.
—Creo que podría robarte un beso —dijo Jungkook, sus labios a milímetros de los de Taehyung.
Taehyung abrió los ojos de par en par, pero antes de que pudiera responder, su mente comenzó a desvanecerse en un recuerdo lejano.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Taehyung se encontraba en su habitación, mirando por la ventana mientras la lluvia caía suavemente. Tenía el corazón pesado y sus pensamientos giraban en torno a su anhelo más profundo: ser amado de verdad.
Taehyung joven: —¿Por qué es tan difícil encontrar a alguien que me ame por quien soy? —murmuró, con la voz quebrada por la emoción.
Recordaba momentos en los que había intentado abrirse a alguien, solo para ser rechazado o incomprendido. Su deseo de ser amado era inmenso, y a veces sentía que era un sueño inalcanzable.
Taehyung joven: —Solo quiero encontrar a alguien que me vea, que me entienda y me acepte tal como soy.
La escena se desvaneció mientras Taehyung cerraba los ojos, permitiéndose soñar con un amor verdadero y sincero. Un amor que llenara el vacío en su corazón y le diera la felicidad que tanto anhelaba.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De regreso en la pista de baile, Taehyung abrió los ojos, mirando a Jungkook. La conexión que sentía con él era extraña y profunda, como si ese anhelo de ser amado que tenía en el pasado estuviera empezando a encontrar respuesta en el presente.
—¿Estás bien? —preguntó Jungkook, notando la expresión distante de Taehyung.
—Sí, estoy bien —respondió Taehyung, sonriendo levemente. —Solo recordé algo del pasado.
—Espero que sea un buen recuerdo —dijo Jungkook, acercándose un poco más.
—Sí, lo es —asintió Taehyung, sintiendo una calidez en su pecho.
La música continuó, y ambos se dejaron llevar por el momento. La noche en el exclusivo club belga, con sus luces y su magia, parecía ser el escenario perfecto para este reencuentro inesperado. Aunque Taehyung no recordaba a Jungkook del todo, había algo en él que le hacía sentir una conexión especial, una chispa de esperanza que encendía su corazón.
—Taehyung, no sé si me recuerdas... —dijo Jungkook con un tono suave, pero antes de que pudiera continuar, un grupo de amigos interrumpió el momento, jalando a Taehyung hacia otra parte de la pista.
—¡Vamos, Taehyung! —gritó uno de ellos.
Taehyung se dejó arrastrar, lanzando una última mirada a Jungkook. Jungkook sonrió, sabiendo que esta no sería la última vez que se verían. Había algo en el aire de esa noche, algo que les aseguraba que sus caminos estaban destinados a cruzarse una vez más.
