Perspectiva

33 5 0
                                    


20 años desde que vaga solo en la casa donde solían haber risas y recuerdos amargos. 20 años de soledad y incógnita tras ese trágico suceso.

Las preguntas todavía seguían sin responder, ¿Eran felices? ¿Estaban cómodos donde estaban? ¿Lo extrañan? ¿Lo recuerdan? Todas esas preguntas rondaban sin respuesta en su cabeza. Granada lo intentaba, trato por mucho de establecer alguna clase de contacto con sus "hermanos". Pero nunca consiguió sus anheladas respuestas.

Su incertidumbre era el castigo que le impuso I.E desde ese fallido intento huida. Y. Puede confirmar que es un castigo mucho mas efectivo que otros.

Esto ya se podría considerar una tortura. I.E se deleitaba con su sufrimiento.

España era su única oportunidad para enviar un mensaje. Pero al igual que sus hermanos, no tenía forma de establecer contacto con el desde hacia años. Ocupado con sus colonias, o siendo intencionalmente alejado por ese imperio.


...


Hoy seria un dia fuera de lo común.

Poco después de acabar sus enseñanzas con las monjas, pudo escuchar en el patio como se acercaba una carreta. No tenía nada que hacer, así que decidió dar un vistazo.

Contrario a lo que pensaba, no era una carreta, era un carruaje. Esto le pareció extraño, pocas eran las visitas que recibía, normalmente se limitaban a ser algún mensajero o el mismo imperio. Pero eso era poco probable, debido a que hace pocos días el mensajero había traído toda noticia, y imperio estaba en un viaje por el norte. Su curiosidad no hizo mas que aumentar al ver que dos sirvientes estaban sacando equipaje.

La puerta se abrió repentinamente, dejando ver a un joven de ojos jade y larga cabellera. Una colonia, estaba estupefacto. ¿Podría ser? No. Sus esperanzas murieron en el mismo instante que regresaron. Ninguno de sus hermanos tenía ojos jade. Quito poseía ojos azules tan oscuros como el propio mar, como una fosa marina llena de misterios tras esa oscuridad. Mientras que Venecia poseía ojos dorados que le recordaban a alguna clase de animal, como los de un jaguar o un dragon.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando ese joven se le acerco con total confianza y carente de miedo o vergüenza.

- Tú debes ser Nueva Granada ¿No es así? - Interrogo el portador del jade.

- S-Si, soy yo... ¿Quien eres tu? - Respondió una vez salió de sus pensamientos.

- ¿Eh? ¿Ese viejo pomposo no te dijo nada? Como sea. Soy Nueva España. Voy a vivir contigo por ahora - Se presento el azteca.

- Un momento, ¿Estas bromeando verdad? Eso es imposible - Pregunto estupefacto. Eso no era posible, repentinamente su castigo había terminado, ¿Como era posible eso

- No, no hay trampas, ahora compartimos casa soy bien tragón así que te toca compartir plato tambien - Bromeo mientras le colocaba una mano en el hombro

- ¿Por que seas aquí realmente? - Dijo en serio, el azteca vio esto y suspiro cansado.

- Bien, bien, si hay una razón para esto. Veraz... Queme mi casa por "accidente". Y pues, pensaron que esta seria a mejor opción por el momento - Respondió mientras que desviaba la mirada.

- ...¿Eres un pirómano? - Pregunto mirándolo raro.

- No mas estaba aburrido, tranquilízate, no quemare esta casa - Trato de calmar el de jade.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Demon-Boy //LORE//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora