Capítulo 18

4 1 0
                                    

Capitulo 5 :

—Izquierda —

—Derecha —

—No, izquierda —

—Digo que derecha…—

—¡Suficiente, las dos! —

La fuerte voz de Leon interrumpió la muy poco seria discusión de Mika y Ashley sobre hacia donde mover la palanca que los llevaría por dos distintos caminos. Después de haber escapado con éxito de la cabaña anterior en donde Luis (como descubrió que se llamaba el español) y Leon acabaron con éxito con todos los aldeanos que los habían atacado con ayuda de unas convenientes granadas que aparecieron en la parte de arriba en donde Ashley y ella se habían estado escondiendo en un armario; habían terminado en otro pequeño lugar en donde había una palanca que abriría una de las dos puertas que lo llevarían a su destino.

Sin embargo, ahora debían elegir cuál de ellas abrir.

—¡Pero Leon! ¡No sabemos que hay detrás de ellas! ¿No es mejor enfrentarnos a los aldeanos de la izquierda? —

Mika objeto de inmediato.

—¡No! ¡Por eso digo que deberíamos ir a la derecha! ¿Allí se supone que hay un solo enemigo grande, no? ¿No es mejor enfrentar uno que mil? —

Leon, para su sorpresa, asintió.

—La verdad, prefiero enfrentarme a uno que varios, aunque sea una especie de mutante —

—¡Pero Leon…! —

Muy tarde. El rudo agente ya había torcido la palanca hacia la derecha. Pronto, el ruido de engranajes se escucho y los tres fueron hacia la puerta.

—¡Ahhh! —

Ashley grito, cuando un enorme ogro intento aplastarla.

Pero por suerte para ella (y Mika, la cual estaba quitando las cadenas de la puerta de salida) Leon se encargo eficientemente del monstruo y pronto estaba completamente eliminado.

Misión cumplida.

—¿Es esto…un teleférico? —

Pregunto la hija del presidente, al ver el gran mecanismo. Mika lo analizo y decidió que no era para nada seguro. Estaba bastante oxidado y sus góndolas hacían un ligero silbido al moverse que a la morena no le gusto para nada.

—Eso parece ¿Tenemos que subir? —se medio quejo Mika a Leon, el cual asintió —

—Lo siento, pero si —determino y las llevo hasta uno de ellos —Suban —

A regañadientes, las dos jóvenes se subieron a la góndola, que chirrió desagradablemente ante el peso de los tres. De verdad, si no fuera una situación de vida o muerte, Mika nunca se hubiera subido.

Y los aldeanos que debieron enfrentar después en medio del viaje no ayudaron a que su humor mejorara.

—¡Están en el techo! —grito Ashley, haciéndose bolita en el suelo de metal mientras el trasportador se tambaleaba —

—Maldición —dijo Leon, pero igual los derribo a tiros —

Mika suspiro.

Les esperaba un largo viaje.

—Algo aquí no está bien —

Murmuro Mikaela minutos después de bajarse del teleférico. Con ayuda de la linterna de Leon, habían podido avanzar por el camino cautelosamente sin ningún incidente. O al menos, ninguno hasta que su caminata se detuvo cuando llegaron a una especie de almacén derruido, que le causo escalofríos a Mika por alguna razón.

—Pienso igual —dijo Ashley, abrazándose a sí misma —No me gusta este lugar —

La morena parpadeo ante esto y se volvió hacia un serio Leon, el cual tenía el ceño fruncido y parecía estar pensando profundamente en algo

—Espera, no estarás pensando…—

—Mika, Ashley, escóndanse. Ahora —añadió al final, al ver que iban a protestar —Entrare solo y veré que hay allí dentro —

Por supuesto, discutieron durante un momento, pero al final Leon gano. Así que tanto Ashley como Mika tuvieron que buscar un escondite, que termino siendo un pequeño lugar lleno de barriles y cajas. Ambas se sentaron allí preocupadas y tratando de pensar en positivo. Positividad que se fue al diablo cuando unos diez minutos después una fuerte explosión provino de adentro del almacén, sobresaltándolas.

—¿Qué…? —empezó Ashley, pero Mika la interrumpió —

—¿Cuál es tu comida favorita? —

Cerró con fuerza los ojos la morena, tratando de distraerse de la obvia pelea que se estaba librando en el almacén. Quería ir y asegurarse de que su amigo estuviera bien, pero sabía que sería solo un estorbo para él. Así que busco cualquier forma de distraerse para no hacer una estupidez.

—Eh…la pizza, supongo ¿Y tú? —respondió Ashley —

—Las pastas. En especial fideos a la boloñesa —contesto ella —

—Deberíamos ir a comer algo después de salir de aquí, entonces. Y de postre ¿Cuál es tu helado favorito? —

Bendita rubia, que se había dado cuenta lo que Mika intentaba hacer.

—Banana Split —

—¡Oh, el mío igual! —

Ambas chocaron los cinco, solo para ser empujadas de la pared en donde se apoyaban por un instante debido a otra explosión, más fuerte que la anterior. Ante esto, las dos se levantaron de golpe al oír unos pasos, asustadas, pero resulto que no debían preocuparse.

—Ashley, Mika, soy yo, Leon…—

—¡Leon! —

Al mismo tiempo, ambas saltaron encima del pobre agente, llenándolo de las típicas frases sobre lo felices que estaban de que estuviera bien…o al menos vivo. La misma Mika se encargo de curarle las heridas que tenia, a la par que él les contaba sobre la batalla que tuvo con el hombre gigante que había secuestrado antes a Mika y como había conseguido su ojo. Lo que significaba que ahora podrían traspasar las puertas anteriores al teleférico.

—Dios, Leon, te ves terrible —

—Gracias por notarlo, Ashley —murmuro Leon —

Sin embargo, era verdad. El rubio se veía terrible, con heridas por todos lados (ahora siendo atendidas por Mika) y básicamente pareciendo haber salido de una licuadora. Incluso su perfecto pelo tenia pedazos de carne y sangre. Un poco asqueroso, la verdad.

—Pero —se apresuro a arreglarlo la hija del presidente —las dos estamos muy agradecidas por lo que estás haciendo por nosotras ¿Verdad Mika? —

La aludida sonrió suavemente mientras terminaba de echar spray en una de las peores heridas del agente.

—Por supuesto. Siempre estuve agradecida y lo sigo estando —

Leon, aparentemente conmovido, también les sonrió.

—Gracias, chicas —

Y entonces, las dos lo abrazaron sin poder evitarlo. Era un momento demasiado bonito para arruinarlo…o eso pensaron, cuando Leon siseo por sus heridas aun no curadas.

—¡Lo siento! —dijeron las jóvenes al unisonó, separándose de él rápidamente —

Leon hizo un gesto de despreocupación.

—Está bien, solo no lo esperaba —

—Pues deberías acostumbrarte. Ya sabes como de sentimentales somos las chicas —dijo humorísticamente Ashley y Mika asintió dándole la razón —

—Supongo que tendré que soportarlo —declaro el mayor aun con una sonrisa —

Y por un momento, todo estuvo bien.

No otra historia de zombies ¿O si?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora