Capítulo 8

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Capitulo 8: Volver al Negro.


«Y camino por un terreno problemático, Mis circunstancias son desfavorables,
Volveré al negro»
—Back to Black, Amy Winehouse—

Las alcantarillas eran un total asco.

Si tenía que ser totalmente sincera, se había arrepentido de sugerir el plan desde el primer momento en que bajaron las alcantarillas. No solo por el olor a humedad y quien sabe que mas de las cloacas, sino por el hecho de que todo el lugar estaba infestado de arañas.

¡Arañas gigantes!

¡Malditas arañas más grandes que ella misma!

Corriendo desesperada y casi llorando por el pánico de su aracnofobia elevada al millón, Mikaela avanzo siguiendo el mapa y guiando a gritos a unos ocupados Leon y Ben (mas Leon que Ben, la verdad, pues el cobarde del pelirrojo estaba trotando casi al lado de ella dejándole todo el trabajo de luchar a Leon, a pesar de tener la palanca que usaron para abrir la tapa de la alcantarilla de arma con él) por los imprecisos pasillos.

Por suerte, una vez lograron deshacerse de las arañas y entrar a una habitación despejada pero con otro puzle al que le hacía falta un solo enchufe mas para abrir la puerta (por lo que debieron ir a buscarlo), salieron de ese horrible pasaje y se encontraron de nuevo con la escurridiza Ada, la cual caminaba despreocupadamente hacia una puerta blindada.

—¿Ada? —pregunto Leon. Cuando ella lo miro, el continuo —Creo que todavía no me he presentado…—

Mikaela dejo de prestarles atención y se desconecto de su descarado coqueteo, concentrándose en cambio en un reportero pelirrojo que parecía al borde del colapso.

Estaba apoyado contra una pared, temblado y sosteniendo la palanca tan fuerte que sus nudillos estaban blancos. Su ropa y pelo, que habían estado elegantemente arreglados, ahora estaban desprolijos y su cabello tan desordenado que casi se salía de su coleta. En susurros, repetía una y otra vez que no debía haber salido de su celda.

Con cautela, como si fuera un animal asustado, Mika se acerco a él.

—¿Te encuentras bien? —

Ben se tenso aun mas, aterrado, pero se calmo un poco al ver que era ella.

—No debí haberte hecho caso —le reprocho —

La morena no se ofendió.

—No, pero lo hiciste. Y ahora, tienes más posibilidad de vivir.

El bufo.

—Posibilidad…¡Esas arañas casi nos matan! —

—Pero ya lo viste, Leon se encargo de ellas. Cuando nos encontremos de nuevo con nuestra amiga Claire y quien sea que ella haya encontrado, seremos más y estaremos mejor protegidos —

—¿Tu amiga? Probablemente está muerta —

La joven pensó en la casualidad de que eso ocurriera. Nah, era imposible. Primero, porque Claire sabía utilizar todo tipo de armas y tenía una con ella, además de que si algo le hubiera sucedido lo más probable era que intentase ponerse en contacto con ellos antes a través de las radios.

No otra historia de zombies ¿O si?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora