Pequeño irlandes

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POV de Ares

La vida con Domi seguía su curso, y aunque los días eran aún una mezcla de desafíos y alegrías, había una sensación creciente de que estábamos listos para dar un paso más en nuestra vida. Habíamos hablado durante mucho tiempo sobre la posibilidad de formar una familia, y a pesar de los obstáculos, ambos sentíamos que era el momento adecuado para hacerlo.

La idea de adoptar a un niño se había convertido en un sueño compartido, uno que queríamos convertir en realidad. Después de mucha reflexión y planificación, decidimos que sería una excelente manera de ampliar nuestra familia y brindarle amor y estabilidad a un niño que lo necesitara.

Nos embarcamos en el proceso de adopción con gran entusiasmo y un toque de ansiedad. Decidimos que nos gustaría adoptar a un niño de Irlanda, ya que sentíamos una conexión especial con el país, debido a que allá fue nuestra luna de miel y a la tradición cultural que ambos apreciábamos.

POV de Dominick (Domi)

El proceso de adopción fue extenso y, a veces, desalentador. Tuvimos que reunir numerosos documentos, pasar por entrevistas y esperar pacientemente mientras se tomaban las decisiones. Aunque el camino no fue fácil, sabíamos que la recompensa al final sería más que valiosa.

Finalmente, recibimos una noticia que cambió nuestras vidas: habíamos sido seleccionados para adoptar a un niño irlandés llamado Hassard Hassan. (Heizard Jesan pronunciación) Tenía seis años y vivía en un orfanato en Dublín. La noticia nos llenó de alegría y nerviosismo, y comenzamos a prepararnos para darle la bienvenida a nuestra familia.


POV de Ares

La llegada de Haassard Hassan fue una experiencia emocionalmente abrumadora. Viajamos a Dublín para conocerlo y llevarlo a casa. La primera vez que lo vimos, su pequeña figura, con cabello castaño y ojos llenos de curiosidad, nos hizo sentir una mezcla de ternura y responsabilidad. El era tímido al principio, pero había una chispa de alegría en su mirada que nos hacía sentir que estábamos haciendo lo correcto.

El viaje de regreso a casa fue un torbellino de emociones. Domi y yo nos miramos con complicidad, sabiendo que estábamos a punto de comenzar una nueva etapa en nuestras vidas.


POV de Dominick (Domi)

Instalar al pequeño en nuestro hogar fue un proceso delicado. Queríamos que se sintiera bienvenido y amado desde el principio. Pasamos tiempo jugando con él, mostrándole su nueva habitación y presentándole nuestro hogar. Aunque estaba un poco asustado y confundido, notamos que comenzaba a adaptarse lentamente a su nuevo entorno.

Ares y yo estábamos decididos a hacer de este lugar un hogar cálido y acogedor para Hassard Cada rincón estaba decorado con cuidado, y nos esforzamos por crear un ambiente en el que él pudiera sentirse seguro y amado. La alegría de ver a nuestro ahora hijo explorar su nuevo hogar y empezar a sonreír era contagiosa y nos llenaba el corazón de felicidad.

POV de Ares

Las primeras semanas con Hassard fueron un torbellino  Ajustarnos a la nueva dinámica familiar no fue fácil, pero cada pequeño paso hacia la adaptación era una victoria. La relación con el pequeño creció gradualmente, y ver su sonrisa genuina era un recordatorio constante de por qué habíamos decidido adoptar.

Nos enfocamos en establecer una rutina que le diera seguridad y estructura. Pasábamos tiempo jugando, leyendo cuentos y cocinando juntos. Aunque había momentos de desafío, especialmente al tratar de ayudarle a adaptarse a un entorno tan diferente, también había momentos de pura alegría.

POV de Dominick (Domi)

A medida que pasaban los meses, comenzamos a ver cómo Hassard o ssaride como Ares solia decirel se desarrollaba y florecía en su nuevo hogar. Su risa se volvió más frecuente y su confianza creció. Empezaba a abrirse más y a expresar sus sentimientos con mayor facilidad.

Uno de los momentos más significativos fue cuando el comenzó a llamarnos "papá" y "papi". Fue un momento que nos conmovió profundamente y nos hizo sentir que, a pesar de todos los desafíos, habíamos logrado formar una familia unida.

POV de Ares

Un día, mientras estábamos en el parque, ssardie (Apodo que Ares le dio) corrió hacia mí con un dibujo que había hecho en la escuela. Era una imagen de nuestra familia: Domi, yo y él, todos tomados de la mano. La ternura del dibujo y la dedicación con la que lo había hecho me conmovieron profundamente. Me di cuenta de cuánto significaba nuestra presencia en su vida y cuánto estaba empezando a significar el en la nuestra.

A: (mirando el dibujo con lágrimas en los ojos) hijo , esto es hermoso. Gracias por compartirlo conmigo. Te queremos mucho.

El sonrió y se abrazó a mí, y en ese momento, sentí una paz que solo podía venir de saber que habíamos hecho algo increíblemente valioso.

H: Mira como tu! ahora soy artista .


Adoptar al pequeño  nos trajo una nueva perspectiva y una profundidad de amor que no habíamos conocido antes. A pesar de las dificultades y los desafíos que aún enfrentábamos, tener a Hassar Hassan en nuestras vidas era una fuente constante de alegría y esperanza. 

La familia que habíamos formado estaba completa, y cada día con él nos recordaba que, a pesar de todo, la vida estaba llena de momentos preciosos y significativos.Nuestra vida con el era un recordatorio de que, incluso en medio de la adversidad, siempre hay espacio para la esperanza y el amor. La llegada de nuestro hijo no solo había cambiado nuestras vidas, sino que había añadido una nueva capa de significado y felicidad a nuestro viaje.

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