Una gota de esperanza

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POV de Ares

La casa seguía siendo un lugar de tristeza, pero algo había cambiado en el aire. A pesar del dolor y las dificultades, había un rayo de esperanza que brillaba en medio de la oscuridad. La idea de la boda, algo que habíamos pospuesto por la enfermedad, ahora se había convertido en una fuente de motivación y alegría.

Un día, mientras me encontraba sentado en el jardín, sintiendo la brisa fresca del otoño, Domi se acercó con una sonrisa en el rostro y un cuaderno en las manos. Se sentó a mi lado y comenzó a mostrarme algunas ideas para la boda. A medida que pasaba las páginas, mi corazón se llenaba de una mezcla de emoción y ternura. La boda se estaba convirtiendo en una realidad, no solo un sueño lejano.

A: Domi, ¿cómo has logrado encontrar la fuerza para planear esto con todo lo que estamos pasando?

D: (mirándome con ternura) Porque cada vez que te veo sonreír, me doy cuenta de que esto vale la pena. Necesitamos un propósito, algo que nos dé fuerza para seguir adelante. Y esta boda, nuestro compromiso, es ese propósito.

POV de Dominick (Domi)

Planear la boda era un escape de la dura realidad que enfrentábamos. Cada pequeño detalle, desde el lugar hasta el color de las flores, se convertía en una forma de reconectar con la alegría y la esperanza. Me dedicaba a esto con todo mi corazón, no solo para nosotros, sino también para Ares, para darle un motivo para sonreír y soñar en medio de la batalla.

A medida que pasaban los días, me daba cuenta de cuánto significaba este evento para nosotros. No era solo una celebración de nuestro amor, sino también un símbolo de nuestra resiliencia y nuestra capacidad para enfrentar cualquier adversidad. La planificación se convertía en un ritual diario, una forma de crear algo hermoso y positivo en medio del dolor.

POV de Ares

La planificación de la boda nos proporcionó una distracción bienvenida y una nueva perspectiva. Empezamos a ver el futuro con una visión más clara, y la emoción de preparar nuestra boda nos daba fuerzas para enfrentar los desafíos diarios. Aunque había momentos en los que el cansancio y el dolor nos abrumaban, la idea de vernos el uno al otro en nuestro día especial nos mantenía motivados.

Un día, mientras revisábamos las invitaciones, Domi me miró con una expresión de expectativa.

D: ¿Qué te parece si hacemos algo especial para nuestra ceremonia? Algo que refleje todo lo que hemos pasado juntos.

A: Me encantaría. Tal vez podríamos incorporar un ritual que simbolice nuestra lucha y nuestra esperanza. Algo que nos recuerde el camino que hemos recorrido y la fortaleza que hemos encontrado el uno en el otro.

POV de Dominick (Domi)

Empezamos a planificar un pequeño ritual para nuestra boda que representara nuestra travesía. Decidimos incorporar una ceremonia de la luz, donde encenderíamos una vela para simbolizar la esperanza y la resiliencia que nos ha guiado a través de los momentos más oscuros. La idea de compartir este momento con nuestros seres queridos, en un ambiente lleno de amor y apoyo, nos llenaba de una alegría renovada.

Preparar cada detalle, desde los arreglos florales hasta la música, se convirtió en una forma de celebración. La boda se estaba convirtiendo en un símbolo poderoso de nuestra fuerza y nuestro compromiso, no solo con nosotros mismos, sino también con todos los que nos habían apoyado en este viaje.

POV de Ares

La fecha de la boda se acercaba rápidamente, y la anticipación crecía cada día. A pesar de las dificultades, había una energía palpable en la casa. Los preparativos nos estaban uniendo más que nunca, y cada detalle se sentía como una promesa de un futuro lleno de esperanza.

Mientras miraba a Domi trabajar en los últimos detalles, me sentí abrumado por un profundo sentido de gratitud. La boda no solo sería un evento que celebraría nuestro amor, sino también un testimonio de nuestra capacidad para superar cualquier obstáculo.

El día de la boda llegó con una mezcla de nervios y emoción. Aunque la enfermedad y el dolor seguían presentes, el amor y la esperanza que compartíamos eran más fuertes. La ceremonia fue un momento mágico, lleno de alegría y lágrimas de felicidad. Cada palabra, cada gesto, reflejaba la profundidad de nuestro compromiso y la fuerza que habíamos encontrado el uno en el otro.

La ceremonia de la luz, en particular, fue un momento poderoso. Encender la vela juntos, rodeados de nuestros seres queridos, fue un símbolo de nuestra esperanza y nuestra voluntad de enfrentar el futuro con valentía.

La boda fue más que una celebración; fue una afirmación de nuestra capacidad para encontrar belleza y alegría en medio de la adversidad. Aunque el camino por delante seguía siendo incierto, sabíamos que estábamos preparados para enfrentar cualquier desafío, con amor y esperanza guiándonos hacia el futuro.




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