Pas Deux de la vida

El temor de la pérdida

Pov de Ares

La rutina diaria se había convertido en un refugio para nosotros. Habíamos encontrado un ritmo que funcionaba, con terapia, tiempo en familia y esfuerzos constantes para comunicarnos mejor. Sin embargo, el equilibrio que tanto nos había costado construir se vio amenazado una tarde de domingo.

Era un día soleado, y recomendamos llevar a Hassard al parque. Quería volar su nueva cometa, y la idea de pasar tiempo juntos al aire libre parecía perfecta. Nos instalamos cerca del lago, con un picnic y la cometa lista para volar.

Pov de Dominick (Domi)

Todo parecía ir bien. Hassard corría con la cometa, riendo y disfrutando del día. Ares y yo nos relajábamos en una manta, observándolo con una mezcla de amor y orgullo. Pero en un instante, todo cambió.

D: (riendo) ¡Mira qué alto está volando, Ares!

R: (sonriendo) ¡Sí! Hassard lo está haciendo genial.

De repente, la risa de Hassard se desvaneció y el cometa empezo a caer lentamente del cielo, y cuando miramos hacia donde estaba, no lo vimos. En cuestión de segundos, desapareció de nuestra vista.

D: (alarmado) ¡Ares! ¿Dónde está Hassard?

A: (con pánico) ¡No lo veo! ¡Vamos a buscarlo!

Pov de Ares

La desesperación se apoderó de mí. Corrimos en todas direcciones, llamando su nombre. El parque estaba lleno de gente, pero no había rastro de Hassard. Mi corazón latía con fuerza, y el miedo de perder a nuestro hijo se apoderó de mí.

R: (gritando) ¡Hassard! ¡Hassard, ¿dónde estás?!

D: (con voz temblorosa) ¡Tenemos que encontrarlo, Ares! No puede haber ido muy lejos.

Pov de Dominick (Domi)

La búsqueda se volvió frenética. Preguntamos a las personas que pasaban, describiendo a Hassard y esperando que alguien lo hubiera visto. La angustia en el rostro de Ares reflejaba la mía, y cada segundo que pasaba sin encontrar a nuestro hijo aumentaba nuestro miedo.

D: (con voz quebrada) Ares, ¿y si no lo encontramos? ¿Y si le ha pasado algo?

R: (tomando la mano de Domi) No, Domi. Lo encontraremos. No vamos a perder a nuestro hijo.

Pov de Ares

Finalmente, un hombre se acercó a nosotros, indicando que había visto a un niño que coincidía con la descripción de Hassard cerca del lago. Corrimos hacia allí, con la esperanza y el miedo mezclándose en nuestro interior.

Pov Dominick (Domi)

Cuando llegamos al lago, vi a Hassard sentado en un banco, llorando. Mi corazón se llenó de alivio y corrió hacia él, abrazándolo con fuerza.

D: (con lágrimas en los ojos) ¡Hassard! ¡Gracias a Dios, estás bien!

H: (sollozando) Papá, me perdí. No pude encontrarlos.

A: (abrazando a ambos) Estamos aquí ahora. No pasa nada, estás a salvo.

Pov de Ares

El alivio de encontrar a Hassard se mezcló con la culpa y el arrepentimiento. Sabía que nuestra familia aún estaba en un proceso de sanación, y este incidente fue un recordatorio de lo frágil que era nuestro equilibrio.

A: (mirando a Domi) Tenemos que ser más cuidadosos. No puedo imaginarme perder a Hassard. Lo siento tanto, Domi.

D: (con voz calmada) Estamos juntos en esto, Ares. Lo importante es que Hassard está bien. Aprendamos de esto y sigamos adelante.

Pov Dominick (Domi)

Esa noche, después de acompañar a Hassard, nos sentamos juntos en la sala, reflexionando sobre el día. Ares me tomó de la mano, y sentí la fuerza de su determinación.

A: (mirando a Domi a los ojos) Prometo que será más cuidadoso. No quiero que nada ponga en peligro a nuestra familia.

D: (sonriendo) Lo sé, Ares. Estamos aprendiendo y creciendo. Lo importante es que estamos juntos y que nunca dejaremos de luchar por nuestra familia.

Pov de Ares

El incidente en el parque fue un duro recordatorio de lo frágil que era nuestra felicidad. Pero también nos mostró la profundidad de nuestro amor y nuestro compromiso. Sabíamos que habría desafíos, pero estábamos listos para enfrentarlos juntos, con amor, paciencia y determinación.

A: (susurrando mientras abrazaba a Domi) Te amo, Domi. Gracias por estar a mi lado.

D: (abrazando a Ares) Yo también te amo, Ares. Siempre estaremos juntos, sin importar lo que pase.

Juntos, prometemos ser más cuidadosos y seguir trabajando en nuestra relación y en nuestra familia. La experiencia de perder momentáneamente a Hassard nos unió aún más, recordándonos lo que realmente importaba en la vida: el amor y la familia.