Capítulo 8: Bonito

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Mingyu acarició la mejilla de Wonwoo justo cuando él cerraba los ojos esperando sus labios. Finalmente, y después de mucho pensar, Mingyu se inclinó sobre el lobo más menudo y lo besó. Fue más un roce suave, una prueba de que podía hacer esto, un primer contacto del que Wonwoo podía escapar si quería. Mingyu se separó unos centímetros para admirar los labios mullidos y entreabiertos de su pareja, tomó una respiración, acarició con la pulgar la mandíbula de Wonwoo y lo besó de nuevo. Esta vez, no fue sólo un roce, los labios de Mingyu mimaron los de Wonwoo, besó cada parte de ellos y tragó saliva antes de sacar la punta de su lengua y lamerlos mientras que Wonwoo empezaba a relajarse.

Este no podía ser el primer beso de Wonwoo, pensó Mingyu. Pero el lobo estaba tan rígido e inmóvil y perdido que le hizo pensar que sí lo era. El lobo sacudió su mente y el agarré de Mingyu apretó, su lengua empujó contra los labios de Wonwoo consiguiendo un espacio y saboreando la menta y a su pareja.

Mingyu jadeó. Sus manos se movieron sin su consentimiento. No quería llevar esto más lejos, no quería hacer que Wonwoo se sintiera presionado a seguir o a hacer algo que no quería con él, pero a su cuerpo le importó un pimiento. Estaba empujando a Wonwoo contra la pared, sus manos en su trasero y sus dientes clavados en el labio de Wonwoo.

Wonwoo hizo un ruido y Mingyu se apartó lo más rápido posible de él, tropezando con sus propios pies y cayendo de culo al suelo. Wonwoo lo miró abriendo poco a poco sus ojos.

—¿Qué haces ahí? —preguntó.

No parecía asustado, más bien, divertido. Mingyu se alejó un poco más cuando Wonwoo se arrodilló a su lado y su sonrisa se congeló.

—¿Qué…qué pasa? Parece que has visto a un fantasma.

—Un momento.

—¿Mingyu?

Mingyu controló su respiración.

—Es… ¿qué fue lo que te hice, Wonwoo?

Wonwoo tragó saliva.

—¿De verdad quieres saberlo?

—No puedo dejar que tú cargues con esto solo. Sé que te hice algo muy malo, pero por más que me esfuerzo no puedo recordarlo. Tengo miedo de hacerlo otra vez. De no saber que estoy haciendo mal o de asustarte.

Wonwoo se sentó en el suelo.

—Te dije que no hiciste nada tan malo.

—Te forcé.

—No. Bueno, si. No lo sé, ¿bien? No sé cómo explicar lo que pasó.

—Cuéntamelo.

Wonwoo negó con la cabeza.

—¿Por qué no quieres que lo sepa? ¿Hice algo más a parte de forzarte y marcarte?

Wonwoo  levantó los ojos.

—Deja de decir que me forzaste, ¿de acuerdo?

—Entonces, dime que te hice en el callejón.

Wonwoo llevó la mano a su nuca y agachó la cabeza.

—Yo… yo estaba en mi celo. Sé que no debería haber ido a clase ese día, pero no pensé que fuera a pasar nada. En mi clase no había Omegas y yo me sentía bien, además de que mi madre estaba… ya sabes, borracha.

—Sí.

—De vuelta a clase, te olí. No a ti, exactamente, no sabía lo que era. Era una especie de humo e incienso y me llevó al callejón.

—¿Yo estaba ahí?

Wonwoo asintió con la cabeza y Mingyu maldijo en voz alta, trató de levantarse del suelo pero Wonwoo sujetó su muñeca y lo detuvo.

MESTIZO  ▪︎『MINWON|MEANIE』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora