CAPITULO UNO:
El dios alado
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Viserys se había salido con la suya y la obligó a quedarse enviando a Aemma a convencerla con que necesitaba con quién hablar despues del nacimiento de su sobrina.
Sin embargo eso no quería decir que no se la pasará sacándole dolores de cabeza a su hermano mayor y al consejo pues en cuanto podía solía salir de la fortaleza rumbo al pueblo o hacia el mar con rumbo a su hermano.
Y oh ese Otto Hightower como la odiaba el sentimiento era mutuo podía presumir de eso.
Daemon volvió a las cinco lunas de su sobrina para celebrar junto a su familia claro por orden del Rey .
-Dae-Dae- Daemon atrapó a su hermana quien corrió y se lanzó a sus brazos apenas lo vio
-Rayla debes comportarte- Reprendió su hermano mayor
-te he extrañado hermano-susurro
-Daemon- saludo el mayor
-su majestad- correspondió un tanto tenso -tengo mucho que contarte hermana, la próxima vez te llevaré conmigo-
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-me llaman dios Ray- dijo Daemon con aire soñador -Dios, entiendes eso-
Demon había comenzado a contarle todos sus destinos en los que estuvo buscando huevos de dragón y a su vez liberando guerras hasta el punto de contarle el nuevo lugar al que llegó
-Son bárbaros, pelean sin armadura y se rigen por la venganza, sanguinarios letales te encantaría hermana- sonrió -York, más allá del norte-
Rayla soltó una risita mientras trenzaba el cabello de su hermano -¿Cómo dices que te llaman?- Daemon alzó un poco su barbilla para poder verla a los ojos
-El dios alado- sonrió con suficiencia -creen que caraxes y yo somos dioses-
-te considero más del tipo demonio- bromeó
-Se mueven mucho, en su mayoría los hombres sin embargo hay mujeres a las que llaman Valkiria's acompañan a los hombres a la guerra- y como lo supuso captó la atención de su pequeña hermana menor
-Dime- jalo su cabello -dime dónde es- Daemon se quejo -tu me llevarás-
-No tienen palacios, viven austeramente- se quejo una vez más -No te gustaría después de todo eres muy bonita- soltó otro quejido
-Dime ¿me llevarás?- el hombre asintio
-sabes que si hermana-
Viserys había mandado llamar a su hermano horas más tarde.
-No quiero que estés tan cerca de Rayla, Daemon- Dijo desde su trono -Puede ser mal visto ante la corte, y ante los posibles pretendientes de la princesa-
-tu hermana- corrigió Daemon -nuestra hermana menor, esas palabras no son tuyas es el idiota de Otto Hightower hablando, además no la vería de ese modo-
-Eres impredecible y nos preocupa tu carácter ante Rayla y tú tipo de influencia-
-Por favor ella tiene las mejores partes de mi- sonrió pues Rayla heredo su aversión a las reglas
Viserys suspiró, pasándose una mano por el rostro. Sabía que discutir con Daemon era un ejercicio en futilidad, pero tenía que intentarlo por el bien de Rayla y la estabilidad de su reino.
-¿No puedes al menos intentar ser más... diplomático?- preguntó Viserys, mirándolo fijamente.
-La diplomacia es para los débiles y los cobardes, hermano. Yo soy un guerrero- respondió Daemon con una sonrisa torcida.
-El reino necesita estabilidad, no más conflictos- insistió Viserys, su voz más baja pero firme.
-Pero también necesita fuerza, y eso es lo que represento- replicó Daemon, alzando una ceja desafiante.
Rayla, que había estado escuchando en silencio desde una esquina de la sala, decidió intervenir. Sabía que, si no lo hacía, la discusión podría escalar rápidamente.
-Hermanos- dijo con una voz suave pero firme -por favor, no peleen por mí. Amo a los dos y ambos tienen razón en su manera. Viserys, Daemon puede ser impulsivo, pero siempre me ha protegido y guiado. Daemon, entiendo la preocupación de Viserys por mi reputación. Prometo ser más cuidadosa-.
Los dos hombres se volvieron hacia ella, sorprendidos por su intervención. Rayla raramente se interponía en sus discusiones, pero cuando lo hacía, sus palabras tenían peso.
Daemon soltó un suspiro y relajó sus hombros.
-Por ti, pequeña hermana, intentaré moderarme- dijo, mirando a Viserys de reojo.
-Y yo trataré de confiar más en tu juicio, Daemon- añadió Viserys, con una pequeña sonrisa.
Con un acuerdo tácito establecido, los hermanos se retiraron, cada uno a sus deberes. Rayla, por su parte, sabía que la paz era frágil y que tendría que ser más cuidadosa en el futuro. Pero por ahora, estaba satisfecha de haber logrado una tregua entre sus hermanos.
Más tarde esa noche, mientras la luna iluminaba la Fortaleza Roja, Rayla se encontraba en sus aposentos, soñando con las tierras lejanas que Daemon había descrito. Su espíritu aventurero ansiaba descubrir esos lugares, pero sabía que, por ahora, su deber estaba aquí, con su familia y su reino.
-un dia- susurró para sí misma, mirando el horizonte lejano -algún día exploraré esos lugares y viviré mis propias aventuras-.
Con ese pensamiento, cerró los ojos y se dejó llevar por los sueños, sabiendo que, aunque el camino era incierto, tenía la fuerza y la determinación para enfrentarlo, al igual que sus hermanos.
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Borne to die
FanfictionVikingos × Hause of the dragon Raella Targaryen sin duda era la mujer más temida del Reino y a su vez la más amada, la hija menor del Rey Baelon Targaryen y hermana de rey Vyseris Targaryen se ve enredada entre una guerra de dragones por el trono...