CAPITULO DOS:
Señales de los dioses
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Rayla había escapado tan pronto como Daemon le dió las instrucciones para salir del castillo de una forma más práctica y sigilosa que la de ella aún cuando ella también tenía sus trucos.
Cuando al fin pudo salir de los pasadizos secretos debajo del castilo de Kings Landing hasta llegar a pozo dragón, aguardo hasta que el cambio de turno de los guardias llegará y Daemon entretuviera a los nuevos guardias para que ella pudiera montar a su dragón y salir de ahí.
Por suerte la ropa no fue un problema pues Damon se encargó de ella cuando Rayla se la dió envuelta en sábanas de su cama a su dama así nadie sospecharía. Cuando entro pudo sentir a su dragóna revólverse incómoda despertando de su sueño
-Lykirī Keir- murmuró -Rytsas- saludo contenta-Es momento mi bello dragón, es momento de volar-
Al primer paso que dió Keir sobre el dragón se sintió como vida, Daemon le había hablado de la sensación de montar después de mucho tiempo pero se quedaba corto ante la sensación que invadió su cuerpo y le dió un escalofrío
Salió asustando a los 2 guardias que venían riendo muy probablemente por algo que dijo Daemon ambos se quedaron viéndola con preocupación
-¡Princesa espere!- con una sonrisa emprendió vuelo sobre el poso donde Daemon la recibió montado en Caraxes con una enorme sonrisa
-¡Otra vez juntos hermana!- se carcajeo él
-Sacanos de aquí Daemon- sonrió y asintio
Tenía tan solo diesiseis años y su mundo apenas estaba comenzando.
Rayla sujetó con firmeza las riendas de su dragona mientras ascendía rápidamente en el cielo nocturno, sintiendo el aire frío golpear su rostro. Keir, su compañera alada, rugía con fuerza, extendiendo sus alas con gracia y poder mientras se elevaban por encima del Pozo Dragón. Las luces de King's Landing se desvanecían bajo ellas, convirtiéndose en pequeños destellos a medida que se adentraban en la noche.
A lo lejos, Caraxes volaba en paralelo, con su distintiva silueta roja y cuello serpentino. Daemon, montado sobre él, observaba con satisfacción cómo su hermana menor se adaptaba con naturalidad a la sensación de libertad que solo volar en un dragón podía otorgar. Ambos compartían un lazo especial, uno que no se rompía con facilidad, y en ese momento, Rayla sentía una unión con Daemon más fuerte que nunca. Ambos estaban destinados a grandes cosas, lo sabían.
-Recuerda, hermana -gritó Daemon por encima del rugido del viento-, ¡un Targaryen en su dragón es lo más cercano a un dios en la tierra!
Rayla sujetó con firmeza las riendas de su dragona mientras ascendía rápidamente en el cielo nocturno, sintiendo el aire frío golpear su rostro. Keir, su compañera alada, rugía con fuerza, extendiendo sus alas con gracia y poder mientras se elevaban por encima del Pozo Dragón. Las luces de King's Landing se desvanecían bajo ellas, convirtiéndose en pequeños destellos a medida que se adentraban en la noche.
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Borne to die
FanfictionVikingos × Hause of the dragon Raella Targaryen sin duda era la mujer más temida del Reino y a su vez la más amada, la hija menor del Rey Baelon Targaryen y hermana de rey Vyseris Targaryen se ve enredada entre una guerra de dragones por el trono...