Vikingos × Hause of the dragon
Raella Targaryen sin duda era la mujer más temida del Reino y a su vez la más amada, la hija menor del Rey Baelon Targaryen y hermana de rey Vyseris Targaryen se ve enredada entre una guerra de dragones por el trono...
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CAPITULO TRES:
"Home"
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Rhaenyra estaba emocionada tenía semanas hablando y moviéndose ansiosamente al rededor de Alicent la cobriza intentaba seguirle el paso sin embargo la princesa se encontraba mas que contenta pues después de 2 años volvería a ver a sus amados tios a su querida tia Rayla estaba que rebosaba de alegria aunque Alicent no lo entendia por completo solo se limitaba asentir a todo lo que Rhaenyra parloteaba.
—Creo que Syrax está creciendo pronto será tan grande como Caraxes— dijo la joven acercándose a su amiga rhaenyra no pudo evitar el revoltijo de emoción que se originó en su estómago
—Es casi suficiente para dos monturas— dijo sugerente
—Creo que me quedaré como espectadora gracias—con un último vistazo a su dragóna Rhaenyra subió al carruaje detrás de Alicent
No tardaron mucho en llegar al castillo y estando ahí Rhaenyra colgada del brazo de su fiel compañera corrieron al cuarto de la Reyna que las esperaba
—¡Madre!— Aemma sonrió ante la aparición de su hija —¿Cuánto tiempo? — cuestionó mientras se sentaba frente a la cama
—¡No necesito que te preocupes Rhaenyra !—
—Bueno, aquí estás rodeado de maestres todos enfocados en el bebe. Alguien tiene que atenderte a ti— dijo preocupada
—tu te acostaras en esta cama muy pronto Rhaenyra. Está incomodidad es como servimos al reino— dijo Aemma atentamente
—prefiero servir como caballero y estar en batalla y no escondida— Aemma se rió
— Tenemos vientres reales tú y yo. El parto es nuestro campo de batalla. Aprendemos a afrontarlo con la boca cerrada. — Rhaenyra la miraba con el seño fruncido
—La tía Rayla sirve como caballero con las capas doradas al lado del tío Daemon— Aemma suspiro ante la mención de esos dos
—Tu tía Rayla no está casada aún— corrigió Aemma —Y sus padres le dieron libertades que pronto le caerán en cima, tarde o temprano tendrá que afrontar la realidad y tomar el lugar en el que estoy—
—Entonces no me casaré — dijo obvia Rhaenyra —Le diré a padre que me de esas libertades— Aemma soltó una pequeña carcajada
— Claro, si, no le digas eso a tu padre en el consejo quieres, le provocaras molestias— sonrió —Ahora toma un baño, apestas a dragón—
Rhaenyra, aún con la sonrisa en el rostro por la conversación con su madre, salió del cuarto. Mientras caminaba por los pasillos del castillo, su mente vagaba hacia lo que le esperaba en los próximos días. Sabía que la llegada de sus tíos Daemon y Rayla traería muchas emociones y, por supuesto, historias emocionantes. No podía esperar para compartir el tiempo con ellos, sobre todo con Rayla, quien siempre la había inspirado con su audacia y espíritu libre.
